Mundial de Catar 2022, el triste fin de una era para Cristiano Ronaldo | El Nuevo Siglo
CRISTIANO RONALDO ha sido objeto de burlas tras la eliminación de Portugal del Mundial de Catar.
Twitter Cristiano Ronaldo
Lunes, 12 de Diciembre de 2022
Alejandro Munévar

Por Alejandro Munévar

Enviado especial EL NUEVO SIGLO

 

Durante los últimos 20 años nos acostumbramos tanto a ver a Cristiano Ronaldo destilar talento en los diferentes campos del mundo que inclusive han llegado a burlarse de sus desgracias y a desearle el mal. Se entiende que un tipo tan exitoso genere odios y amores, pero es increíble que se haya desperdiciado tanto tiempo en una pelea inútil generada por el marketing entre Messi y Ronaldo, que nos olvidamos de disfrutar de su juego, de su fútbol.

Cristiano Ronaldo tiene dos pecados en el mundo del fútbol: el primero, no ser argentino o brasileño, y el segundo, haber jugado contra Lionel Messi. De haber sido él de Brasil o de Argentina, y si hubiera nacido 10 años antes o 10 después, otra sería la historia, pero tuvo la desgracia de actuar sin querer en una película en donde siempre le dieron el papel del malo, del villano, mientras que el de héroe se lo daban a otro con igual o menor capacidad en algunos aspectos futbolísticos. Lo curioso es que los dos comparten historias similares, cada uno en su contexto.

Nacido en Portugal, en el seno de una humilde familia, abandonó el hogar a temprana edad en busca de cumplir su sueño, jugar al fútbol. De Madeira aterrizó en Lisboa y allí le descubrieron una enfermedad cardiaca; su carrera, su sueño, se ve truncado en aquel momento pues tienen que intervenirlo para salvarle la vida. Sin embargo, logra recuperarse, superar el momento adverso y empieza a construir una historia para convertirse en leyenda.

Del Sporting de Lisboa se va para el Manchester United, después de un partido de ensueño en donde volvió locos a los jugadores del laureado equipo inglés, en aquel entonces dirigido por el mítico Alex Ferguson.

A Inglaterra llega siendo un niño. Empezaron a prepararlo para que en sus hombros cargara el peso del club en determinado momento; claro, no lo hizo solo, tenía a su lado a veteranos importantes: Ryan Giggs, Paul Scholes, Rio Ferdinand y uno que otro joven con talento como Wayne Rooney.


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Tanto confiaron en el portugués que le dieron la camiseta número 7, y sí, dirán que el número no juega, pero en el Manchester United han sido pocos los jugadores que han podido utilizar ese número sin que les pese. Para no ir muy lejos, Ángel Di María, que llegaba al Manchester tras ser figura en el Mundial de 2014 y ser figura rutilante en el Real Madrid, fracasó rotundamente una vez le dieron esa camiseta. Igual sucedió con Memphis Depay, pero Cristiano Ronaldo no solo aguantó el peso del número y la camiseta sino que logró sobresalir.

Tras varias temporadas en Inglaterra el Real Madrid se empieza a fijar en él; llegó el momento de la salida, y es que son muy pocos los que le dicen que no al Madrid. Se va con la intención de ser parte de los nuevos galácticos de Florentino Pérez, y no solo fue uno de los galácticos, sino que se convirtió en la piedra angular del grupo. Hubo personas que se aventuraron a decir que él era quien ganaba los partidos; muy lejos de la realidad no estaban pues era más que determinante, diría yo, se volvió necesario en ese equipo, al punto que cuando se fue el poderoso Real Madrid entró en una suerte de crisis por la falta que hizo.

Salió con camino a Italia. En Turín con la Juventus potenció al equipo, al punto que cuando salió sucedió lo mismo que en el Real Madrid, el equipo entró en profunda crisis pues el hombre que los salvaba en los momentos complicados se fue.

Volvió al Manchester United queriendo cerrar su carrera en donde la leyenda empezó, pero las cosas no siempre salen como se quiere. Allí sufrió en manos de dos técnicos que no supieron valorar lo que tenía para dar, no entendieron que ya no era el Cristiano de 20 años que podía desbordar fácilmente por las bandas. Ahora su futuro es incierto, no se sabe en dónde terminará jugando; a fin de cuentas tiene 37 años y el tiempo al menos en el fútbol es cada vez menos.

Es tal la situación del tiempo, que lo eliminaron del Mundial y ni cuenta nos dimos que será la última vez que lo veamos en uno, seguramente la última vez que lo vimos jugando con la selección de Portugal, un equipo que terminó traicionando a su capitán, pero esa es otra historia.

Perdimos tanto el tiempo creyendo que Cristiano era el enemigo de Messi, que no disfrutamos de su juego. Ahora que se va, nos damos cuenta de que hará falta en el mundo del fútbol, porque aunque el fútbol evoluciona, llegan nuevos jugadores y seguramente mejores, ya nada volverá a ser como antes.