Nápoles potencial del Barça de Setién | El Nuevo Siglo
Foto archivo
Martes, 25 de Febrero de 2020

El Barcelona visita hoy al Nápoles en la ida de octavos de final de la Champions League en busca de un resultado que encarrile la eliminatoria y contribuya a borrar dudas sobre las posibilidades azulgranas en la máxima competición de clubes.

“Si queremos optar a la Champions tenemos que seguir creciendo y mucho, porque creo que hoy por hoy no nos alcanza como estamos para poder pelear por la Champions”, advirtió el capitán Leo Messi.

Una llamada de atención para un equipo que afronta uno de sus partidos más trascendentales de la temporada en una situación muy distinta de la que le llevó a clasificarse como primero de grupo destacado en diciembre.

Desde entonces, el cambio de técnico -Quique Setién por Ernesto Valverde-, las lesiones de Luis Suárez y Ousmane Dembélé, el fracaso en la Supercopa de España o los continuos problemas extradeportivos, han lastrado al equipo azulgrana, que tomó aire este fin de semana recuperando el liderato liguero, antes de reencontrarse con una competición continental que no gana desde 2015.

“Es algo que deseo ya desde hace muchos años (ganar la Champions), desde que ganamos la última”, aseguró Messi, reconociendo que es una espinita que tiene clavada, especialmente tras las duras eliminaciones en Roma (2018) y Liverpool (2019).

El capitán azulgrana fue el héroe de su equipo el sábado en la goleada 5-0 al Eibar con su póquer anotador, que, de paso, pone al Barça líder liguero con dos puntos de ventaja sobre el Real Madrid.

Messi llega al encuentro en un gran estado de forma y como líder destacado de los goleadores del campeonato español con 18 dianas, lejos de los 13 de su más inmediato perseguidor, el francés del Real Madrid Karim Benzema.

El argentino “hace cosas que no existen ni en la Playstation, cosas impensables. Hace ya varios años que es el más grande de todos los tiempos”, se rindió ayer el técnico de Nápoles, Gennaro Gattuso.

El argentino será la baza azulgrana en ataque junto a Antoine Griezmann.

“Te refuerza la confianza marcar cinco goles y, además, que Messi marque cuatro goles es un refuerzo positivo con vistas a lo que viene”, aseguró el técnico del Barcelona, Quique Setién, tras el encuentro contra el Eibar, en una semana que culminará el domingo con el clásico liguero contra el Real Madrid.

El entrenador azulgrana dirigirá por primera vez a un equipo en la Champions: “Tengo mucha ilusión porque llegue ese partido”, afirmó, convencido de que el Barça puede “competir con todos los equipos”.

El Barcelona visitará al Nápoles con las bajas de Ousmane Dembélé, Luis Suárez y Jordi Alba, a las que se une la de Sergi Roberto, que sufrió una lesión muscular el sábado.

Enfrente estará el Nápoles de Gattuso, ganador de dos Champions como jugador, que intenta ahora repetir la gesta como entrenador.

“Tenemos que hacer una prestación colectiva, porque no sólo está Messi”, advirtió.

En sexta posición en la Liga italiana, en zona de puestos europeos, el Nápoles aspira a mantener el rumbo en Liga de Campeones, donde pasó a octavos como segundo clasificado del grupo E, a un punto del Liverpool.

Será la primera vez que el Nápoles se enfrente al Barça en competición continental con ganas de marcar este estreno con una victoria, para lo que probablemente confiará en Dries Mertens y Lorenzo Insigne delante.

La custodia del arco le será encomendada por Gattuso al colombiano David Ospina, de quien dice, es el presente de su equipo.

Nueva dupla

En el otro duelo del día el Chelsea recibe en Stamford Bridge, a un Bayern Múnich que recupera su versión más aplastante en Alemania, con una serie de once partidos sin derrotas, diez de ellos saldados con victoria.

Los Blues, privados de N'Golo Kanté y sextos en la Premier League, no encadenan dos triunfos en el campeonato desde octubre. Están obligados a dar la sorpresa.

En el blub bávaro, Serge Gnabry y Kingsley Coman, los extremos del Bayern de Múnich, cargan a sus 24 y 23 años con la difícil tarea de hacer olvidar a la mítica pareja Robben-Ribéry para llevar al club bávaro a lo más alto, con una primera parada hoy frente al Chelsea en Liga de Campeones.

Pero aunque a veces han brillado en la escena europea, como Gnabry con su póker de goles en octubre contra el Tottenham en fase de grupos (7-2), ninguno de los dos jóvenes internacionales influyen todavía en el juego del campeón de Alemania como hicieron sus antecesores ‘Robbery’, que se marcharon al final de la pasada temporada.

Arjen Robben estaba obsesionado por el gol, Franck Ribéry partía desde más lejos y, aunque era un goleador instintivo, también era un magnífico asistente.

Por el momento, Gnabry sigue los pasos de Robben (9 goles esta temporada en la Bundesliga, además de su póker en Champions), mientras que Coman es más un percutor al estilo de Ribéry.

“Los cuatro tienen la velocidad, un súper regate y son muy peligrosos en el uno contra uno”, analizó el entrenador del Eintracht de Fráncfort, Adi Hütter.

Los dos jóvenes, en cambio, son más flexibles que sus predecesores, y cambian permanentemente de derecha a izquierda. En cambio, Robben (derecha) y Ribéry (izquierda), permanecían anclados en sus posiciones.

Las noches con derrota, Robben no contenía su lengua para fustigar a sus compañeros. Y Ribéry, alma de la fiesta en su momento, nunca dudaba en tomar la palabra en el vestuario para echar una bronca. En el terreno de juego su lenguaje corporal era el de los guerreros.

La pareja ‘Rib-Rob’ ya no está, pero el dúo ‘King-Serge’ tiene una buena ocasión el martes contra el Chelsea para desatarse.

 

Por TV

Nápoles-Barcelona          3:00 p.m.             ESPN 2 Andino

Chelsea-Bayern Múnich 3.00 p.m.            FOX Sports