Jonatán Aya es un niño de corta estatura, piel morena y sonrisa espontánea. Usa unos grandes lentes de vidrio grueso que le dan una gran profundidad a sus ojos oscuros y vivaces. Este pequeño de 13 años habla con una seguridad que es poco común para su edad y viste con la seriedad propia de un adolecente mayor.
“Me siento bien y quiero ganar la Olimpiada Fides en la categoría de tenis para demostrar que nosotros sí podemos tener resultados y buen rendimiento deportivo, quiero obtener el triunfo por mi familia y demostrar que los niños tenemos capacidades”, afirma el joven a EL NUEVO SIGLO.
Además recuerda que ha practicado deportes como fútbol, patinaje y atletismo desde hace varios años.
Mientras Jonatán responde estas preguntas, parpadea con fuerza y su mirada parece perderse en un vacío profundo. Sin embargo, cuando habla, sus padres lo custodian con atención y le hacen ligeras señales con las manos para que recuerde algo y le susurran palabras en el oído para que las replique a modo de respuesta.
El joven hará parte de los 3.500 participantes que competirán en la Olimpiada Especial Fides- Compensar 40 años, que se disputara en Bogotá y que estará integrada por el apoyo de 7 mil familias, 1.000 voluntarios y más de 17 mil espectadores. En esta ocasión, el certamen contara con 12 deportes oficiales y 21 países invitados que hacen de las justas, una de las más importantes de Iberoamérica.
La felicidad es la lucha
Laura Lacerna hace enormes esfuerzos para hablar. Las palabras se le atropellan y no logran articularse, como si se desvanecieran en el aire. “El deporte es muy duro, fuerte y para ser buena hay que practicar sin descanso. Yo aún soy nueva en el grupo de atletas y hasta ahora estoy conociendo a todos. Pero me siento muy feliz”, asegura esta mujer que siempre sonríe, manotea y se hace entender con su inocencia de niña mimada, a pesar de tener 37 años de edad.
“El contacto con las personas Fides me ha ensañado humildad, grandeza y un gran aprendizaje espiritual. Estos muchachos no vinieron al mundo para que los cambiemos sino para transformarnos a nosotros. Por esta razón, estos grandes maestros de la vida me han brindado la fórmula para la felicidad. El mundo de estos jóvenes es el del corazón, el sentimiento y la grandeza humana”, explica el director de Fides, Alejandro Escallón, algo conmovido.
Estos muchachos tienen un entrenamiento de forma permanente y algunos llevan años de práctica rigurosa. Profesores y voluntarios acompañan este puesto que necesitan muy buen adiestramiento en la categoría de bajo, medio y alto rendimiento. Estos jóvenes son entrenados en asimilación de horarios, reglamentos, dietas, capacidad de triunfo y asimilación de derrota, eso hace que su entrenamiento sea convencional al de alto rendimiento y brinde un carácter integral.
Por esta razón, Álvaro Aya, el padre de Jonatán, agradece el convenio entre Fides y el Gimnasio Moderno, gracias al cual su hijo entrena todos los sábados en horarios de la mañana. “Este tipo de competencias hace a los niños completamente felices. En su condición de discapacidad ellos aprenden a disfrutar de todos los espacios y para nosotros como padres, bien sea que obtengan el primer lugar o el último, la alegría se encuentra en verlos sonreír y en que entiendan que la felicidad es la lucha”, detalla para este Diario.
Campeones que inspiran
El director de la Caja de Compensación Compensar, Néstor Rodríguez, menciona que en las olimpiadas “el amor que nos entregan estos niños y niñas es de una generosidad infinita y en ocasiones uno mismo, siente vergüenza de lo poco solidarios que nos hemos vuelto ante los demás. Ellos nunca paran, no se rinden y nos enseñan que hay que aprender a entenderse en la diversidad, una manera de observar la vida que respeta la diferencia como una de las mayores riquezas de la sociedad”.
Las principales competencias de este certamen, donde se espera la asistencia de casi 20.000 personas, estarán divididas en: atletismo, natación, fútbol, baloncesto, tenis de campo, ciclismo, bolos, patinaje, gimnasia, softbol, capoeira, tenis de mesa y cuatro categorías de demostración que serán: porrismo, damas, dominó y parqués. El torneo tendrá una duración de cinco días y se disputará en las instalaciones de Compensar Av. 68, la Unidad Deportiva El Salitre y la Escuela de Equitación de la Policía Nacional y se repartirán cerca de 15 mil medallas a todos los participantes.
Como parte del compromiso por contribuir a la salud y el bienestar de las personas con Discapacidad Cognitiva por medio de esta actividad de capacitación e inclusión el director de Fides hizo una invitación a que “engrandezcamos nuestro espíritu en este evento lleno de dignidad humana. “Estos muchachos son los ejemplos que queremos tener en Bogotá, esfuerzo, trabajo en equipo, perseverancia y de nunca rendirse para cumplir las metas”, puntualizó por otra parte Orlando Molano, director del IDRD acerca del evento.
No cabe duda que la vida brinda segundas oportunidades y que estas actividades donde se evidencia la dimensión humana de estos jóvenes son como un recordatorio de la necesidad de reinventar la sociedad y recordar lo más alto de la condición humana. “Para mi familia fue un cambio de mentalidad radical contar con la compañía de Jonatán, nos ha hecho sensibilizar, ver la vida de formas diferentes, alejados de altanerías, envidias y vanidades. No tengo duda que estos niños son verdaderos ángeles en la tierra y que hay mucho por aprender de ellos”, concluye Aya.
JONATÁN AYA es uno de los menores que competirá en las Olimpiadas Fides en junio próximo.
LOS ORGANIZADORES de las Olimpiada Fides anunciaron que deportistas de 21 países harán presencia este año.