La Liga de Diamante vivió en Zúrich la primera tanda de sus finales de la temporada 2018, en la que consiguieron el título en sus respectivas pruebas el estadounidense Noah Lyles (200 metros), la sudafricana Caster Semenya (800 m) y la colombiana Caterine Ibargüen (triple salto), entre otros.
Ibargüen fue la única triunfadora latinoamericana de la velada y el viernes tomará parte en la reunión de Bruselas, en la segunda tanda de finales, esa vez en el salto largo.
En el triple salto, su competición de referencia, venció con una distancia de 14,56 metros, superando en un centímetro a la jamaicana Shanieka Thomas (14,55 metros) y en nueve a la también jamaicana Kimberly Williams (14,47 metros).
La saltadora colombiana de 34 años sigue añadiendo éxitos a su palmarés y son ya cinco los títulos de la Liga de Diamante, el principal circuito de reuniones de atletismo.
Suma este éxito a sus dos títulos mundiales (2013, 2015) o al oro olímpico (2016), entre otras victorias de relumbrón.
No tenía esta vez como rival a la venezolana Yulimar Rojas, la joven que le destronó el año pasado en el Mundial de Londres, relegando a la antioqueña a la medalla de plata en la capital británica.
Con Bolt como referencia
En el resto de pruebas de la noche en Zúrich, el velocista estadounidense Noah Lyles confirmó que tiene todo para ser el sucesor de Usain Bolt en los 200 metros, llevándose la victoria con un crono de 19 segundos y 67 centésimas, pese a la temperatura fresca.
A sus 21 años, Lyles se aproxima a dos centésimas de segundo de su récord personal y superó al turco Ramil Guliyev (19.98), campeón del mundo y de Europa de esta prueba.
Es cierto que el récord mundial de Bolt (19.19) le queda todavía lejos, pero en unas condiciones más favorables y con su margen de progresión puede soñar con lograrlo. En la pista del Letzigrund se aproximó a apenas una centésima del récord de la reunión, que firmó Bolt en 2012 (19.66).
"Aunque ya he batido a los mejores del mundo en los 100 metros (su plusmarca personal es de 9.88), es en los 200 metros donde actualmente puedo exprimir mejor mi velocidad", admitió Lyles, un 'showman' gran amante del rap.
También fue protagonista en Suiza la sudafricana Caster Semenya, triunfadora en los 800 metros (1 minuto, 55 segundos, 27 centésimas), donde dominó de principio a fin, acabando con 2 segundos y 57 centésimas de margen sobre la estadounidense Ajee Wilson.
El miércoles, la doble campeona olímpica había asegurado que no necesitaba liebre para acercarse al récord mundial (1:53.28) de la checoslovaca Jarmila Kratochvilova, en pie desde 1993.
Como de costumbre, Semenya rechazó responder sobre la obligación a partir del 1 de noviembre de someterse al nuevo reglamento de la Federación Internacional de Atletismo (IAAF). Esa nueva normativa obliga a las atletas hiperandróginas a hacer bajar con medicación su tasa de testosterona por debajo de los 5 nanomoles por litro de sangre si quieren participar en pruebas internacionales de los 400 metros a la milla (1.609 metros).
Kenia domina el fondo
En el lanzamiento de peso, el neozelandés Tomas Walsh proyectó la bola de 7,260 kg a 22,60 metros en el segundo ensayo, un nuevo récord de la reunión suiza, que hasta ahora tenía el estadounidense Randy Barnes desde hace tres décadas.
Kenia dominó en el 1.500 metros, con Timothy Cheruiyot (22 años) imponiéndose con autoridad (3:30.27) a Elijah Manangoi (3:31.16), el orden inverso del Mundial de Londres-2017.
También hubo victorias kenianas en los 3.000 metros obstáculos masculinos (Conseslus Kipruto) y en los 5.000 femeninos (Hellen Obiri).
En los 100 metros femeninos la vitoria fue para la marfileña Murielle Ahouré (11.01), por delante de la campeona europea británica Dina Asher-Smith (11.08).