El fútbol alemán, como lo ha demostrado su selección, entre otras con aquél 7-1 que todavía carcome a los brasileños en el Mundial de 2014, siempre ha estado en la élite y aunque en algunas temporadas no logró gran figuración en la Champions League, el Bayern Múnich volvió por los fueros que tuvo en los 70 y lo está ganando todo.
El conjunto bávaro, que acaba de coronarse campeón en el Mundial de Clubes al vencer a Tigres de México 1-0, es una verdadera máquina de ganar títulos, como lo demuestran los 7 alcanzados de forma consecutiva en la Bundesliga, más la Champions Legue.
Sus éxitos se suman por montones, 28 desde que se creó la Bundesliga y 6 Champions League, y los trofeos cada vez reclaman más espacio en las vitrinas, porque la forma como está concebida la organización del club lo fortalece cada día más en lo administrativo y en lo deportivo.
Pero ¿por qué lo gana todo? las respuestas, como suele ocurrir en el fútbol, son muchas, pero a la vez se pueden resumir en dos o tres.
La principal es su poderío económico, a través del cual logra sumar grandes jugadores, bien sean alemanes o extranjeros.
Los directivos se dan el lujo de ‘reclutar’ a las figuras que van despuntando en otros elencos teutones e irlos compenetrando con el estilo del club y hacer recambio sin que se resienta la estructura en la que la idea es siempre jugar bien al fútbol.
Otro factor que juega a favor de los bávaros, club en el que brillaron los colombianos Adolfo ‘Tren’ Valencia y James Rodríguez, es su sólida organización, por una cultura deportiva programada para el triunfo.
A nivel local es evidente que ninguno de los otros oncenos tiene la capacidad económica del Bayern y que por lo mismo, terminan cediendo a las ofertas que desde allí les hacen para llevarse a sus jugadores que empiezan a brillar, factor que les permite recaudar fondos pero a la vez los debilita en materia deportiva.
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Por muchos años se sustentó el éxito del Bayern en factores como la fragilidad de sus oponentes en la Bundesliga y en parte se les dio la razón porque a nivel internacional no obtenía los resultados para los que era armado.
Sin embargo, con el correr de los días, se fue desvirtuando esa afirmación porque a los trofeos locales le ha ido sumando títulos internacionales, luego de dejar en el camino a encopetados rivales de la Premier League, la Serie A, la Ligue 1 o LaLiga.
Otro punto a favor de la dirigencia es que apuesta a seguro. No hace contrataciones que vayan más allá de su presupuesto, pero siempre consigue los jugadores que se adaptan justo a lo que buscan en lo deportivo.
Mezcla perfecta
El Bayern luce como la mezcla más perfecta de los dos modelos de organización para un equipo de fútbol. Es al mismo tiempo un club multideportivo, con 291.000 socios y una sociedad anónima, cuyo paquete accionario pertenece en un 75% al club, mientras que el resto corresponde en partes iguales (8,33%) a sus principales auspiciantes: la marca de ropa deportiva Adidas, la automotriz Audi y la compañía financiera Allianz, que además patrocina el estadio de Múnich.
Otro de los secretos de los bávaros es su organización. El club es dirigido por exfutbolistas: como presidente estuvo hasta hace poco Uli Hoeness, lo reemplazó Karl-Heinz Rummenigge y su sucesor es el exarquero Oliver Kahn. Además de su experiencia como jugadores, prolongan una cultura corporativa del triunfo.
Épocas de gloria
Su primera gran época, recuerda la Bundesliga, fue, sin duda, la década del setenta. Jugadores míticos como Sepp Maier, Franz Beckenbauer y Gerd Müller condujeron al club a una serie de títulos locales e internacionales que incluyó tres conquistas seguidas en la Copa de Europa entre 1974 y 1976. Aquella plantilla fue la base de la selección alemana campeona en el mundial de 1974. Esta tendencia se ha vuelto tradición, ya que la selección alemana usualmente cuenta con un gran aporte de jugadores del Bayern.
A pesar de mantener una firme hegemonía local en los ochenta y noventa, Los Bávaros se tomaron su tiempo para volver al primer plano europeo, lo que ocurrió en el siglo XXI mediante la conquista de la UEFA Champions League en 2001. Su última conquista continental, en 2013, es producto de una victoria sobre el Borussia Dortmund en la primera final de Champions League disputada exclusivamente por equipos alemanes.
A lo largo de los años, varios equipos como el Borussia Mönchengladbach en los setenta y el Hamburgo en los ochenta han desafiado la hegemonía del Bayern en la Bundesliga. Sin embargo, el Borussia Dortmund ha logrado establecerse como el rival por excelencia de Los Bávaros debido a la mítica época de Jürgen Klopp al mando de Los Negriamarillos. Hoy en día el partido entre ambos está catalogado como el clásico del fútbol alemán.
Otro conjunto que le hace algún contrapeso es el RB Leipzig, el mismo que brilló en la pasada Champions.
Desde la creación de la Bundesliga en 1963, el club bávaro obtuvo 28 veces el título. Los rivales que más se le acercan son los dos Borussia, el de Dortmund y el de Mönchengladbach, con cinco títulos cada uno. Desde 2012-2013 no se le escapó ningún campeonato y va camino a una nueva corona que se sumará a la Champions y al título en el Mundial de Clubes frente a Tigres de México.
Y, lo cierto es que mientras se mantenga el poderío económico, el manejo cauteloso de las finanzas, pero sin llegar a extremos que impidan sumar figuras y se inculque la filosofía ganadora a los jugadores que van sumando, el Bayern Múnich seguirá sumando títulos y haciéndose cada vez más fuerte.
Pocos clubes en el mundo tienen una visión tan clara, de parte de sus directivos, de lo que se quiere y cómo lograrlo.
Tener a exjugadores que sienten el amor por la camiseta que defendieron los lleva a contagiar a quienes los acompañan bien sea en la parte administrativa, técnica o como jugadores.
Por ahora sus triunfos los basa en jugadores que ya están de salida, como el portero Manuel Nuer, defensas como Jerome Boaten, Muller o Robert Levandoyski, pero tras de ellos ya viene la renovación y a los jóvenes que ya tiene en su plantel sigue sumando otros llegados desde clubes que no pueden pagarles lo que les ofrece el Bayern.
El elenco bávaro es ejemplo en cuando a organización para el mundo y su trabajo se ve reflejado en la conquista de los títulos en la Bundesliga. No obstante, estos no serían tan rutilantes si a ellos no sumara los de Champions y Mundial de Clubes, estos últimos son los que lo hacen ver como el mejor club del mundo.
Y, mientras mantenga su organización y ese recambio de jugadores, seguramente continuará siendo el dueño de la Bundesliga, animador principal en cuanto torneo intervenga y base de la selección alemana.