Desde que se conoció en las islas británicas que Colombia sería el rival de Inglaterra en los octavos de final del Mundial, se ha dicho de todo, pero ha prevalecido un denominador común: los ingleses nos dan por muertos, es como si ya tuvieran el partido ganado. No vamos a ser exitistas y a decir que los vapulearemos, porque no. El fútbol es dinámico y en la ecuación siempre está ganar, empatar o perder, pero ello no significa que los ingleses nos vayan sacando sin antes haber dado la pelea.
No me gusta caer en lugares comunes, pero acá vale la pena. Y es que no está muerto quien pelea y Colombia sí que sabe pelear. No en vano llegamos al último partido de la fase de grupos siendo terceros y virtualmente eliminados y terminamos siendo primeros, sacando a los favoritos Senegal y Polonia. Entonces señores ingleses con todo el respeto del mundo, no se den por bien servidos porque su rival es Colombia. Tenemos con qué jugar, no somos de palo y si es necesario la vida se va a dejar en el campo, pero si les queda duda de lo futbolístico, me tomaré el atrevimiento de explicarles por qué aunque ustedes nos crean inferiores, nos deben temer.
Querida Inglaterra, tenemos que ustedes inventaron el fútbol, o al menos eso dicen, los chinos y los italianos también se disputan ese invento. También sabemos que ganaron un Mundial, hecho en Inglaterra y que de resto no han podido ganar nada. Que han tenido jugadores excepcionales pero que siempre terminan decepcionados. Palabras más, palabras menos, los conocemos, sabemos a que nos enfrentamos, pero ustedes no saben a quienes tienen en frente.
Olvidan que Colombia es el país donde todo es imposible, en donde las posibilidades son mínimas, pero nos hemos dado nuestras mañas para hacer lo imposible, posible, para que las posibilidades sean mejores, para voltear la torta y que tengamos chances. No tienen en cuenta que mientras Harry Kane se entrenaba en complejos deportivos de primer nivel en su adolescencia, Yerry Mina tenía que montar en volqueta para llegar a los entrenamientos y caminar kilómetros y kilómetros de vías destapadas para cumplir su sueño. Mientras Dele Alli debutaba a los 15 años en un equipo profesional, a esa edad Juan Guillermo Cuadrado tenía que ver por su familia luego de que los paramilitares mataran a su padre.
Mientras sus jugadores llegaron de manera, digámoslo, más fácil a grandes equipos, a los nuestros les tocó el camino duro y empinado. Kane a los 22 ya es capitán, a esa edad Falcao peleaba con las lesiones en River y con técnicos que no creían en el, que más adelante, se convertiría en el mejor 9 del mundo.
No sé si ven las diferencias, no hablo de que los nuestros se merezcan algo más que los suyos, hablo de los méritos. No somos de palo, hemos luchado contra la corriente para estar aquí, jugadores, técnico y hasta la prensa. Hay quienes en cada nota que escribimos y en cada palabra que decimos nos jugamos una final del mundo, tal y como lo hacen nuestros jugadores.
Señores de Inglaterra no somos un rival que no merezca respeto.
La realidad es que ustedes nos dan por muertos sin antes haber peleado, y créanme que cuando al vernos las caras hoy se van a ver en un lio grande, porque como dice Yerry Mina: “con la comida de mamá no se juega”. Acá de nombre no se gana, mucho menos de historia. Entonces no utilicen más el partido del 98 cuando nos eliminaron del Mundial como excusa, el fútbol es eso, perder o ganar, y ese día nos toco perder.