Quiero ser campeón mundial de ajedrez: Nicolás Ramírez | El Nuevo Siglo
CUANDO ESTÁ frente al tablero, Nicolás Ramírez Villegas no deja ver al rival sus emociones
/Cortesía
Domingo, 22 de Agosto de 2021
Redacción Deportes

Como cualquier niño de 8 años, Nicolás Ramírez Villegas, juega al fútbol, tiene muñecos del Hombre Araña y va al colegio. Admira a James, Falcao, Messi, y aprendió a tocar el piano, pero su gran amor es por el ajedrez.

Con gran seguridad, a pesar de su corta edad, afirma que quiere ser campeón mundial del ‘juego ciencia’ para que “en el mundo se hable bien de Colombia, mi país, al que amo y al que represento con orgullo”.

Sus movimientos lo han llevado a ganar torneos, el más reciente, el Open de Miami, en donde derrotó a rivales de China, Estados Unidos, India, México y a un lituano.

Octavio, su padre, recordó que “lo felicitaron mucho, le pidieron autógrafos, y hablaron muy bien de él, por su talento y destreza”.

A lo largo de sus cuatro años de carrera ya ha ganado torneos nacionales en diferentes categorías y ahora este en La Florida, Estados Unidos, en donde tiene pendientes otros compromisos.

Cuentan sus progenitores, Octavio y Mónica, que “Nicolás juega al ajedrez por gusto, se divierte, lo disfruta, termina una partida y quiere seguir jugando”.

Sus inicios

Actualmente Nicolás y sus padres se encuentran en Miami, ciudad en la que nació y en la que fue registrado en el consulado colombiano. Eso fue en marzo de 2013, cuando sus padres disfrutaban de unas vacaciones.

Un mes después retornaron a Cali y a los tres años Octavio empezó a jugar con él ajedrez. “Le enseñé y lo hacíamos por diversión, por pasar el rato y lo disfrutábamos”, recuerda el padre del pequeño genio y gran promesa del ‘deporte ciencia’.

Cuando descubrió el gusto de su hijo por este deporte y sus habilidades para jugarlo, empezó a llevarlo a la Biblioteca Departamental. “Jugaba con adultos y les ganaba a algunos. En una oportunidad, Giovanni Londoño, ajedrecista de recorrido en el país y miembro del equipo de las Fuerzas Armadas, me dijo que el niño era un genio para el ajedrez y me recomendó llevarlo a la Liga Vallecaucana. Desde septiembre de 2018 ha desarrollado un alto potencial”, señaló Octavio.

Posteriormente empezó a jugar torneos y a ganarlos. Para foguearse, juega con adultos y ha ido incursionando en campeonatos internacionales. “Le van muy bien” dice Octavo.

Además, tiene sus entrenadores, Víctor Sanabria y ahora Danni Pacheco, quienes lo trabajan 8 o 9 horas a la semana para no saturarlo y más cuando está en el colegio o en los torneos.

Normal

Alegre, cordial y como dicen las abuelas, “muy despierto”, Nicolás saluda con el tradicional “hola, ¿Cómo estás? ¿Cómo está tu familia?” Y se despide con “fue un gusto hablar con usted”.

Sus padres dicen que es un “niño normal. Juega con peluches, los carritos de colección, los legos los arma muy fácil, practica el fútbol, ve televisión, se distrae con los videojuegos”.

“Le encanta leer, sobre todo la Biblia, tuvo clases de piano, sino que no queremos saturarlo. Además estudia, entonces es mejor no saturarlo”.



A los torneos generalmente lo acompaña Octavio, pero cuando Mónica tiene tiempo, también va. “Ella no siempre puede porque trabaja con una empresa de cosméticos. Ahora desde casa, pero tiene sus obligaciones y debe cumplirlas”, dice Octavio.

“Él hace las actividades que normalmente realizan todos los niños de su edad. Le gusta jugar al fútbol, compartir con sus primos, jugar al escondite, ver televisión. Es feliz cuando lo llevamos a un centro comercial o a la piscina”, añade.

Le encanta comer espagueti, pollo, frutas, fríjoles y lentejas y aunque “admira a James Rodríguez, Falcao García y Lionel Messi, sus ídolos son los genios del ajedrez, entre ellos la leyenda Bobby Fischer, a cuyo club irá en octubre para participar en un torneo prejuvenil”.

Pero su sueño no es solo ser un Gran Maestro Internacional de ajedrez y convertirse en campeón para que en Colombia se sientan orgullosos y en el mundo hablen bien del país que ama, Colombia”, sino que le gustaría ser químico “para inventar medicamentos que ayuden a las personas”.

“Una vez a la semana lo llevan al cine a ver películas de niños. También a piscina, el río, lugares verdes como San Antonio, la estatua de Belalcazar, y “le gusta toda lo que sea naturaleza”.

“Él es un intelectual y les dice a las personas que en Colombia hay gente inteligente y positiva, echada para adelante para lograr sus metas”, indica Octavio, padre de Nicolás.

Además, recuerda que “para ir al mundial, fuimos la esposa del Alcalde y ella le dijo ‘escoja el colegio que quiera’, pero Nicolás prefirió el ajedrez. Nosotros lo apoyamos”.

A hoy, Nicolás acumula tres títulos en Colombia, seis podios nacionales, dos veces campeón departamental y ganó la semana pasada su primer torneo internacional. Ha triunfado en 17 torneos de ajedrez y participado en no menos de 50 campeonatos presenciales.

“Sus cualidades en el juego son su mentalidad ganadora. Sale siempre a ganar, sin importar el rival que le toque. Nico controla muy bien sus emociones nadie sabe si está preocupado o contento durante el juego es un témpano de hielo, maneja muy bien la presión, tiene nervios de acero como Superman. Tiene una gran capacidad de resistencia. Puede jugar horas a un gran nivel. Nico entiende que es un juego, que gane o pierda hay que divertirse y vivir el momento, tiene el don del juego del ajedrez”.

Actualmente cursa cuarto grado de primaria en el colegio Liceo Los Cisnes, “el cual nos ha apoyado grandemente en este proceso”.

¿Qué pasó con el piano? “estuvo en clases, algo aprendió pero siempre prima el gusto por el ajedrez. También pinta, le gusta escuchar historias, comprar cosas cada vez que gana un torneo, yo le doy un dinero, se compra sus juegos y juguetes favoritos”, dice su padre.

Agrega que “Nicolás es un niño tierno y cariñoso. Por otro lado, hay un joven maduro con una meta muy clara: desde los cuatro años dice 'quiero ser campeón del mundo de ajedrez'”.

De la misma manera, Nicolás, a su corta edad, quiere contar su historia, que sirva de motivación a los niños y adultos para que luchen por sus sueños e ilusiones.

“Somos una familia humilde económicamente que representa a Colombia en una serie de torneos de ajedrez y en la Florida ya saben que hay un hermoso pelirrojo que juega con el alma y el corazón por dejar el nombre de su tierra muy en alto. Y como se siente orgulloso de su país, quiere exhibir la bandera tricolor en todo lugar donde esté”.

Por lo pronto, sigue jugando y soñando con emular a sus grandes ídolos, Gari Kaspárov, Anatoli Karpov y aunque no lo vio jugar, Bobby Fischer.