Durante este año, muchas familias han tenido que apretarse el cinturón para poder estirar su presupuesto y llegar sin problemas al final del mes. Sin embargo, para el presidente de Raddar, Camilo Herrera, esta situación es normal ante la coyuntura de la economía, con alta inflación y altas tasas de interés.
El experto señala que ya con la caída de la inflación en los últimos meses se está abriendo una oportunidad a las familias para reactivar sus compras. Sin embargo, señala que tal vez una de las cosas que no dejan las familias, así estén cortos de dinero, es el entretenimiento. Esto explica en parte que las familias siguen viajando en los puentes festivos y comiendo por fuera de la casa o acudiendo a conciertos o sitios de diversión.
Los ajustes
EL NUEVO SIGLO: ¿Qué es lo primero que deja de consumir una familia cuando disminuye su capacidad de compra por los ingresos?
CAMILO HERRERA: Sobre eso hay muchas opciones de lo que están haciendo las familias, pero es mejor no generalizar. Si una familia no tiene un gran acceso a crédito y no está endeudada, pues no está viendo en este momento unos grandes ajustes de gasto. De una u otra manera ese hogar sigue comprando, haciendo sus gastos frecuentes. Pero lo que ha pegado muy duro es el aumento del precio de los alimentos, los servicios públicos y el aumento de la gasolina en caso de que tenga carro o moto. Pero si es una familia que está endeudada, ha tenido que hacer un esfuerzo de ajuste en el gasto mucho más grande. Realmente los que más han recibido el golpe han sido las familias que tenían deuda previa, porque el valor de la deuda se les aumentó con la subida de las tasas de interés. Es decir, el servicio de deuda mensual creció y eso le quita capacidad de compra hasta ciertas cosas. Pero el rubro que más está saliendo sacrificado de alguna manera es el mundo de vestuario y electrodomésticos, porque el tema de entretenimiento los hogares no lo sacrifican.
ENS: ¿Es decir, las familias no dejan el entretenimiento así disminuyan sus ingresos?
ENS: Fácilmente el entretenimiento va más allá y es un gasto vital para muchos hogares. Es una forma de disipar un poco las necesidades que se tienen en las familias.
La diversión
ENS: Uno ve en cada puente festivo la salida masiva de gente, de familias, prácticamente como si no sintieran el aumento en el costo de vida. ¿Cómo hace la gente para gastar con todo tan costoso?
CH: La gente lo que primero hace es intentar divertirse y eso no es negociable. Entonces el gasto en diversión, el gasto en entretenimiento, es una cosa que los hogares van a intentar mantener porque ahí hay beneficios más allá del gasto extra. Las familias prefieren dejar de comer que divertirse. La gente está dispuesta a gastar un dinero que le queda, un disponible para hacer esas compras en función de que si no están endeudados lo pueden hacer o hay algún nivel de endeudamiento pequeño. La gente gasta en entretenimiento, mire cómo van a conciertos, entonces los hogares sí están dispuestos a pagar por entretenimiento, sobre todo en un momento como este en que, insisto, emocionalmente la situación no es la mejor. Dentro del hogar, una de las prioridades es el entretenimiento.
ENS: ¿Cómo va el consumo este año, el gasto de los hogares?
CH: La información que tenemos es que el gasto de los hogares se sigue ajustando frente al año pasado, pero lo que conocemos de julio es que sigue siendo negativo y cae frente a julio del año 2022 y con eso acumularía 9 meses de caída, aunque ese descenso ya es menor, es decir, cercano a -1,4 %, lo cual es una noticia medianamente buena.
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Los créditos
ENS: ¿Pero a qué se debe esa caída en el comportamiento de las familias?
CH: La caída se da mayormente porque en el año 2021 y sobre todo en el año 2022, los hogares gastaron mucho más de lo que debían gastar. Y esto se debió a un aumento en la colocación de créditos de consumo, al uso de la tarjeta de crédito y al uso de una cantidad de mecanismos financieros que permitieron que la gente pudiera comprar antes de que los precios subieran más y antes de que las tasas de interés subieran. Entonces cuando las tasas de interés suben ya a finales del año 2022 y durante el 2023, los hogares dejan de endeudarse. Ahora lo que las familias hacen es pagar deudas. Esto es lo que ha llevado a que tengan una menor capacidad de compra a lo largo de este año.
ENS: ¿Se nota que las familias se están apretando el cinturón, dejando de usar la tarjeta de crédito para sus compras?
CH: Todas las canastas de gasto de los hogares están cayendo, pero la que más está cayendo es la de vehículos, con una disminución cercana al 25 %. Pero cae mucho la comida en el hogar. La gente está comprando menos mercado para comer en casa, actitud que había crecido mucho durante 2020 debido a que la pandemia hizo que nos quedáramos en la casa y los mercados se volvieron más grandes. Pues ahora la gente está volviendo a comer en la calle, en los restaurantes, en el colegio, en la universidad. Y hay una caída importante en comidas en la casa. Las comidas por fuera del hogar están creciendo. Otro rubro que viene creciendo es el turismo, hay un turismo hacia ciudades cercanas, municipios cercanos. En el resto de categorías lo que vemos es un ajuste fuerte, sobre todo en lo que son electrodomésticos y vestuarios, que son los que más han recibido el golpe después de los excesos de gasto que hubo en el 2022.
La gasolina
ENS: ¿Ya se refleja en el bolsillo de las familias el impacto de las alzas de la gasolina, la gente está gastando menos en eso?
CH: No, aún no se refleja mucho esa situación. Pero eso ha causado una sensación de pérdida de capacidad de compra. Al ver que los precios suben, seguramente también están regulando sus desplazamientos, están evitando usar el carro y la moto y cosas de ese estilo. Pero lo que sí causa es un malestar muy grande en las personas, porque a la gente básicamente no le gusta pagar productos caros y menos la gasolina.
ENS: ¿Va a mejorar el consumo de las familias de aquí a diciembre?
CH: Con la información que tenemos hoy, si no hay cambios grandes en el mercado, lo más seguro es que los últimos tres meses del año veremos crecimiento del gasto y tengamos una Navidad relativamente buena. Claro, puede pasar cualquier cosa, puede que llegue el fenómeno de El Niño y encarezca los alimentos y complique la ecuación. Pero parece que en el último trimestre el gasto de los hogares va a tener una dinámica interesante.
La inflación y los precios
ENS: Ya se está presentando un comportamiento a la baja de la inflación como se presentó en julio. ¿En esas cifras ya se nota que hay una reactivación del consumo de las familias?
CH: La reducción de la inflación no significa que los precios bajen. Lo que pasa es que los precios suben menos rápido. La inflación es una velocidad, no es una magnitud. Por ejemplo, ya la papa no está subiendo de precio, no lo hace al 30 %, pero si lo hace al 15 %, pero igual está subiendo. Entonces los hogares aún sienten eso. Hay categorías que han bajado de precio y eso ha permitido que los hogares tengan más capacidad de compra en esas categorías. Entonces bajan de precio las frutas, las verduras, las hortalizas en algo; en los cárnicos no mucho, pero lo que muy rara vez baja de precio aún son los servicios; también están el arriendo, los servicios públicos, el cine, el almuerzo ejecutivo, eso rara vez baja de precio. Entonces los hogares están viendo claramente que en algunos productos, sobre todo en el mercado diario, hay precios que bajan, pero en el grueso de la canasta, que son los servicios, los precios no han bajado, entonces los hogares aún no reciben un ajuste fuerte.