El incremento del desempleo en septiembre de este año con el 10,2%, con la afectación directa a casi 2,8 millones de personas, tiene no solo preocupado al Gobierno sino también a los empresarios que ven como los altos costos salariales impiden incrementar el número de puestos.
Ante esta situación, la presidenta del gremio de las pequeñas y medianas empresas (Acopi), Rosmery Quintero, aseguró que los altos costos salariales y la incertidumbre económica son algunas de las principales razones.
De acuerdo con Quintero, en la más reciente encuesta de ese gremio se evidenció que el 65% de los pequeños empresarios no tiene expectativa de nuevas vinculaciones en el corto plazo. “El desempleo sigue preocupando en nuestro segmento en un gran porcentaje, ya que más del 65% de los pequeños empresarios no tiene expectativa de nueva vinculación en el corto plazo”, dijo.
La dirigente gremial aseguró que entre los elementos que se deben cambiar para la generación de empleo en el país, está superar rápidamente este nivel de incertidumbre que tiene el país por la ley de Financiamiento, además de “otra cantidad de proyectos de ley populistas que cursan en el Congreso”.
Reforma laboral
Para la representante de las pequeñas y medianas empresas, la reforma laboral debe tener como base la generación de empleo de calidad. “A pesar que se habla de una reforma laboral, creo que lo más importante es hacer un análisis profundo para que esta se presente el otro año y tenga una propuesta de generación de empleo de calidad”, destacó.
La dirigente añadió que el panorama de contratación laboral en el país es muy difícil porque los empresarios se abstienen de realizar nuevas contrataciones.
“En la última encuesta que nosotros realizamos de desempeño empresarial, el 36% de nuestros empresarios manifestaron que no están considerando contratar nuevo personal para sus empresas y la mayor razón prima sobre los costos no salariales, sumado a la gran incertidumbre que hoy tenemos con tantos proyectos de ley que van a incidir en materia laboral", indicó.
Estrategia
Por otra parte varias organizaciones señalan que un nuevo panorama laboral hace de la rotación un factor relevante que puede afectar los costos laborales de las empresas, el desarrollo interno de los colaboradores y su necesidad de ser compensados por este, además de la alta competencia que existe en el mercado obliga a las organizaciones hacer de su estrategia salarial un factor determinante para garantizar sus objetivos.
La manera más adecuada para diseñar una política de compensación es analizar los factores estratégicos y críticos de la organización, pues los buenos modelos de compensación atraen y fidelizan a los empleados, generan ahorros a las empresas, estabilidad y mayor compromiso de los colaboradores.
Indican que el reto de las empresas está en incrementar la productividad y competitividad de su equipo de trabajo al garantizar la sostenibilidad y cumplimiento de la escala salarial definida para cada cargo, la cual está alineada con el alcance de los objetivos organizacionales por parte de cada colaborador.
En el aspecto laboral en Colombia se ha dado un avance considerable en el proceso de transición demográfica con respecto al 2005. El envejecimiento de la población es notable, pues la pirámide poblacional del último Censo 2018 muestra que la proporción de la población entre 0 y 24 años se ha reducido y la población adulta y anciana actualmente tiene un mayor peso que hace 13 años. El menor ancho de la base de la pirámide de 2018 relativo a 2005 está relacionado con el descenso de la tasa de natalidad, mientras que el aumento en la proporción de adultos frente al anterior censo se relaciona con una menor tasa de mortalidad.
Así mismo, el país tiene una estructura poblacional en la cual la proporción de personas en edad de trabajar es mayor que la proporción de población dependiente como niños y adultos mayores, etapa que se conoce como bono demográfico. Este hecho se puede evidenciar en el índice de dependencia demográfica, el cual se redujo de forma significativa, en 9,9 puntos para el índice calculado con la población de 60 años y más, y 12,3 puntos para el índice calculado con la población de 65 años y más en el periodo intercensal. Este indicador “sirve para medir la carga económica que tienen en promedio quienes están en edad productiva”.