LA PRESENCIA en los últimos días de lluvias intensas en varias regiones, podría paliar en algo la situación de los embalses desde donde se genera energía. Sin embargo, la presidente de Acolgen, Natalia Gutiérrez, analiza las urgentes necesidades de abastecimiento de energía eléctrica que tiene al país al borde de los racionamientos.
En declaraciones a EL NUEVO SIGLO, dijo referente a por qué el Gobierno no hizo caso a las advertencias que hace casi un año hizo el gremio sobre la situación energética del país, que “en varias oportunidades le repetimos al Gobierno que anticiparse a estas coyunturas es la mejor estrategia para solventar una crisis como la actual”.
Señaló Gutiérrez, que “venimos insistiendo, desde hace más de un año, en la importancia de trabajar de manera articulada entre los sectores público y privado, por ejemplo, para sacar adelante los proyectos que no han podido entrar en operación por razones ajenas a las empresas, lo cual hubiera sido fundamental para la crisis por la que estamos atravesando. Pero, aun así, el sistema ha funcionado y tanto las térmicas como las hidráulicas han cumplido a cabalidad todos sus compromisos de entrega de energía. Lo que hoy vemos es una estrechez de energía que debió haber entrado al sistema para esta época y no entró”.
Semanas retadoras
Ante esta situación, la dirigente gremial dice que “tenemos unas semanas retadoras por delante, pues, aunque regresen las lluvias, todavía necesitamos recuperar los embalses. Entendiendo esto, reitero que el trabajo coordinado siempre será clave, por lo que consideramos clave tener mesas de trabajo conjuntas, como se lo propusimos al presidente Petro en nuestro congreso anual en mayo de 2023, en las que se evalúen medidas relacionadas con la coyuntura, para enfrentar juntos esta situación, y otros temas como que las empresas comercializadoras puedan comprar mayor cantidad de la energía que necesitan para sus usuarios en contratos de largo plazo, con el propósito de mitigar el impacto de las variaciones de los precios de bolsa”.
El Niño no se acaba
De si el país está al borde de un apagón, señaló que “no nos corresponde determinar esta situación; es más, no le hacemos un seguimiento a la operación de nuestras empresas por respeto a la libre competencia, pero como siempre lo decimos, el riesgo siempre existe porque dependemos de situaciones climáticas que se pueden juntar con situaciones operativas no previstas como fallas de líneas o plantas de generación. Lo que sí puedo decir es que el fenómeno de El Niño no se ha acabado y que el nivel de los embalses continúa con una tendencia a la baja. Es clave resaltar que nadie puede predecir qué tan fuerte ni qué tan largo puede ser un periodo de sequía, por lo que nunca se debe bajar la guardia”.
Respecto a la planeación para las líneas de transmisión de energía, manifestó que “necesitamos una planeación anticipada. El mercado ha cambiado, ya que anteriormente los proyectos de generación de energía tomaban más tiempo en ser construidos que las líneas que los conectaban, pero ahora esto es al revés. A razón de lo anterior, creemos que uno de los temas que debemos trabajar en este sector es el de fortalecer las capacidades de evaluación y de convocatorias de la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) para que el mercado de generación cuente con las garantías necesarias sobre la entrada de líneas para evitar repetir la historia de La Guajira, donde por cuenta de demoras en las líneas (además de otras razones), tenemos al menos 3,5 GW atrapados”.
La transformación
De si esta crisis podría atrasar la política de transformación energética que emprendió el Gobierno, la presidenta de Acolgen, manifestó que “considero que no hay una crisis estructural del sector y, justamente, lo que está demostrando es que tiene un gran diseño de mercado, que las plantas térmicas están funcionando y respondiendo al periodo de sequía y que las centrales hidroeléctricas hicieron buena gestión del agua desde el año pasado en el que cuidaron el recurso justo para esta época. Lo que tenemos hoy es un problema por el retraso en la puesta en operación de proyectos de generación de energía, la cual está generando una escasez de energía en el mercado que, sumada a la sequía, ha generado un alza en las tarifas de energía. En el año 2021 ingresó al sistema solo el 7% de la energía esperada, en el 2022, el 28% y en el año 2023 entró el 17%”.
Aseveró que “hoy nuestra mayor preocupación no es el actual periodo de sequía, sino el que sigue, pues esta demora en la entrada de proyectos sumada a las proyecciones de consumo que nos ha presentado la Upme en su informe más reciente, muestra que podríamos no tener suficiente energía firme para atender a todos los colombianos en algunos escenarios desde el año 2027”.
Respecto a la situación de las subastas de energía para atender las necesidades del mercado, sostuvo que “es una de las opciones que debe evaluar el Gobierno, en cabeza de su ente técnico, la CREG. A hoy estamos esperando la información sobre cuántos de los proyectos que resultaron asignados en la subasta de febrero (cargo por confiabilidad) efectivamente colocaron las garantías para iniciar su desarrollo. Esta es una información vital para el mercado y estamos a la espera de que XM la publique para que así podamos tener mayor claridad con respecto al futuro (cada vez más cercano) en materia de balances de energía eléctrica”.
Las tarifas
Sobre si cree que van a subir las tarifas de energía y con ello el servicio de luz para los usuarios. Gutiérrez, consideró que “Acolgen, al ser un gremio, no evalúa ni predice comportamiento de precios, por lo que no podríamos asegurar si suben o bajas las tarifas. Lo que sí podemos decir es que necesitamos incrementar la oferta de energía eléctrica para que, por un lado, podamos garantizar el abastecimiento y, por el otro, aumentemos la competencia en beneficio de los usuarios”.
Del mismo modo, dijo que “Lo que ocurre con la energía negociada en la bolsa es que mientras la térmica esté generando para cubrir la hidráulica y se genere con combustibles costosos, el precio de bolsa estará alto. Ahora bien, el impacto que tiene la energía negociada en bolsa en la tarifa es de 7%. Sin embargo, por ejemplo, la coyuntura de precios de la Costa es un tema que hay que abordar porque es una suma de la Opción Tarifaria con los cobros de restricciones y pérdidas, la cual debe ser atendida por la CREG, con todos los agentes, de manera técnica”.
Sobre la capacidad actual de las generadoras para el suministro de energía en todo el país, puntualizó que “la capacidad instalada del país ronda los 20 GW, la cual es una cifra importante, pero que se queda corta frente a lo que esperábamos tener, pues según los datos de hace un par de años, el mercado para esta fecha debería tener instalados más de 23 GW de energía. Esos 3 GW son casi que la totalidad de los proyectos eólicos de La Guajira que, de encontrarse en operación, seguramente tendrían un efecto de alivio tanto por temas de abastecimiento como por temas de precios, tal y como lo mencioné en la pregunta anterior”.
La garantía de las generadoras
La presidenta de Acolgen dijo respecto a por qué cree que no se le ha reconocido al sector generador su papel en el desarrollo energético del país, que “no creo que sea un tema de reconocimiento. Es conocido que el sector de generación de energía ha sido fundamental para el desarrollo de Colombia y en los últimos 30 años ha permitido que todos los colombianos contemos con energía eléctrica para estudiar, trabajar y progresar”.
Por lo tanto, para respaldar lo anterior, las cifras hablan por sí solas: en materia de cobertura de servicio pasamos de atender a 76 de cada 100 colombianos (años 90) a 95 de cada 100 (año 2024); adicionalmente, en ese rango de tiempo se ha superado la cifra de $140 billones en inversiones, dejando aportes fiscales anuales superiores a los $7 billones (esto significa liberar y aportar recursos de la Nación para educación y salud, por ejemplo)”.
Mencionó la dirigente que “en términos de equidad, hoy los usuarios destinan una porción menor de sus ingresos al pago de este servicio (sí, incluso en la coyuntura de precios), pues en los años 90 se destinaba un 14% de los ingresos mientras hoy la cifra ronda el 6% en promedio. Este sector funciona tan bien porque trabaja de manera eficiente y confiable. Lo que hoy en día estamos viviendo es una coyuntura de precios por los atrasos que se han presentado en la entrada en operación de proyectos de generación de energía eléctrica”.