La dinámica de crecimiento de toda la economía y el desempeño sectorial en 2024 continuarán presentando un reto para las finanzas públicas, sobre todo, cuando se espera un recaudo tributario de $290 billones que sería un 10,3% superior al del año pasado.
Sin embargo, un análisis de Anif indica que el menor dinamismo de la economía como prevén los mercados, afectaría los ingresos de las finanzas para el país.
En investigaciones sobre esta situación, el centro de pensamiento indica que el bajón de la economía en 2023 con 0,6%, explica que el recaudo que se alcanzó el año pasado de $263 billones, se quedó corto en $11 billones frente a lo proyectado por el mismo Gobierno en el Marco Fiscal de Mediano Plazo.
Al riesgo de menor recaudo hay que sumarle el faltante fiscal que muy probablemente ocurrirá en la medida que los ingresos asociados al arbitramento de litigios por $10 billones programados para este año no se materialicen.
En el registro de recaudo para enero de este año, de acuerdo con la Dian, entraron a las finanzas $30,6 billones.
Las cifras
Los datos de este mes muestran que la desaceleración de los impuestos internos, que comprenden renta, IVA, GMF y el impuesto de timbre, entre otros, continúa con una tasa de crecimiento real de 4,8% del trimestre móvil, mientras los externos se contraen 33,6% en términos anuales
Sostienen los investigadores de Anif: “Frente a este inmenso reto fiscal y presiones de gasto en sectores tan álgidos como el de salud, el Gobierno debería trabajar en una estrategia de priorización de gasto y plantear un recorte en el presupuesto de tal suerte que los programas más relevantes queden atendidos, y las cifras de gasto no solo sean consistentes con la regla fiscal, sino logren anclar el déficit público a un nivel inferior de 5.3% del PIB para este año”.
Explica el reporte conocido por este diario, que “la desaceleración en el recaudo tributario también está asociada a la divergencia sectorial de los últimos trimestres, donde sectores que tienen tasas de tributación más altas, o mayor formalidad y por tanto contribuyen de manera importante en materia impositiva, están teniendo un peor desempeño. En otras palabras, los ingresos del Gobierno estarían afectados no solo por un menor crecimiento económico, sino también por la composición de dicho crecimiento”.
Los sectores que durante el período 2020-2022 aportaron más al recaudo tributario, como Minas y Canteras, Industria, Comercio tuvieron un pobre desempeño en 2023 y, de acuerdo con las cifras preliminares de 2024, continuarán con un bajo dinamismo durante este año.
Sectores
De igual manera, señalan que el valor agregado del sector de Minas y Canteras tuvo una caída en términos nominales de 27,1% anual durante el cuarto trimestre de 2023, cuando en el mismo período de 2022 exhibía un crecimiento de 32,4%. Esta caída se explica en buena parte por la reducción en los precios de petróleo con un perfil de producción relativamente constante que no alcanzó a contrarrestar el efecto precio.
Por su parte, la industria se contrajo en términos nominales 1,31% en 4T2023 cuando crecía a un ritmo de 15,9% en el cuarto trimestre de 2022.
Muchos de los sectores más relevantes en materia de recaudo fueron los de peor desempeño hacia finales del 2023.
Sin duda, el rebote económico postpandemia estuvo acompañado por un especial dinamismo en algunos de los sectores que tienen mayor carga tributaria.
Esto explica en parte el buen desempeño del recaudo de renta durante los últimos años y algo de los ingresos fiscales en 2023, porque si bien mediante las retenciones hay un efecto contemporáneo entre actividad y recaudo, en materia de renta hay cierto rezago en las cifras fiscales. No obstante, ya en 2023 se observó una clara desaceleración de los sectores en los cuales recae buena parte de la carga tributaria, al punto que el valor agregado ponderado por recaudo muestra tasas negativas desde el segundo trimestre del año pasado.