En su cuarta sesión del año y por octava ocasión consecutiva, la Junta Directiva del Banco de la República decidió mantener la tasa de intervención inalterada en 1,75%. En línea con el promedio de analistas, la decisión final contó con la aprobación de todos los miembros de la Junta.

La determinación tuvo como consideración el dinamismo en la actividad productiva. En particular, se destacó que el crecimiento de la economía durante el primer trimestre estuvo por encima de lo previsto y el dinamismo se mantuvo durante abril, tal cual y como se evidenció en la publicación del ISE.

Sin embargo, destacaron que los problemas recientes de orden público sumados a las restricciones resultado de la tercera ola de contagios de covid-19 podrían incidir negativamente sobre el desempeño del segundo trimestre. Ante este panorama, la autoridad resaltó que el equipo técnico elevó nuevamente su estimación de crecimiento para 2021 desde 6% a 6,5%.

En lo que respecta a los precios, la autoridad resaltó que, pese a las presiones alcistas recientes en la inflación de alimentos por los bloqueos, las expectativas de inflación se han mantenido ancladas en el rango de tolerancia. Allí es de destacar que el gerente del Banco, Leonardo Villar, mencionó que la Junta evaluó tanto el resultado de la encuesta más reciente realizada a analistas, que prevé una inflación de 3,65% al cierre de 2021, como la inflación implícita en el mercado de deuda pública.

Es así como la inflación forward de 1 año en 1 año, métrica a la que la Junta le hace seguimiento, revela una variación cercana al 3,7%.

El Emisor consideró que, dada la situación fiscal y endeudamiento, de no lograrse el ajuste requerido se podría comprometer el espacio de política monetaria para seguir apoyando la economía.

A esto se le sumaría la posibilidad de que se adelante el cicló de normalización de política monetaria en EE.UU., lo que tornaría las condiciones financieras menos favorables y podría conducir a un incremento en el costo de financiamiento.