Colombia adorna con flores a EE. UU. mientras sus cultivadores temen aranceles | El Nuevo Siglo
LA FLORICULTURA representa una importante fuente de ingresos para mujeres campesinas principalmente en la sabana de Bogotá. /Foto: ASOCOLFLORES
Viernes, 7 de Febrero de 2025
Redacción Economía

LOS ENORMES invernaderos de los campos en las afueras de Bogotá trabajan a toda marcha. El mayor exportador de flores de América se alista para San Valentín bajo el temor de posibles aranceles de Estados Unidos en represalia por las tensiones diplomáticas con Colombia.

Su angustia tiene fundamento: el presidente Gustavo Petro, y su par estadounidense, Donald Trump chocaron el 26 de enero por diferencias sobre la política de deportación de migrantes del republicano y desataron una crisis que llegó a poner en jaque sus acuerdos comerciales.

“Lo sucedido entre los presidentes de Estados Unidos y Colombia ha causado gran preocupación entre todos los productores”, lamentó en entrevista con la AFP Augusto Solano, presidente de Asocolflores, una asociación que representa al sector.

Durante la crisis diplomática que duró algunas horas, Trump anunció aranceles de hasta el 50% para los productos colombianos y Petro respondió con la misma moneda. Luego los mandatarios llegaron a un acuerdo y echaron para atrás la medida. Pero las tensiones siguen y Colombia insiste en exigir mejor trato a los migrantes, como no esposarlos cuando son deportados.

Para la floricultura, que en Colombia genera casi 200.000 empleos directos e indirectos de acuerdo con Asocolflores, una ruptura entre los países sería una sentencia a la bancarrota.

Y el mercado es difícil de reemplazar, el 80% de las flores que exporta el país andino van a parar a Estados Unidos. En 2024 las ventas al exterior de este sector representaron unos 2.300 millones de dólares.

La producción de Colombia representa el 16% de la oferta mundial de flores cortadas, solo superada por Países Bajos.

“Es muy difícil para el mercado y la industria reemplazar a Estados Unidos como destino para las exportaciones”, comenta Jaime Pinzón, director ejecutivo de la asociación Caproflor.

La Casa Blanca anunció en su momento que las sanciones estaban suspendidas “a menos que Colombia no cumpla” con los acuerdos de recibir a los migrantes deportados.

Ese pacto es frágil. Petro advirtió recientemente que seguirá rechazando la entrada de aviones estadounidenses con colombianos esposados y llegó a acusar a Trump de defender una “tesis fascita” al “criminalizar” la migración irregular.

Los floricultores temen que ante estas tensiones se reactiven los aranceles.

“A largo plazo y a mediano (...), pues digamos que los riesgos para la industria floricultura son inmensos”, señala Pinzón.

“La industria desaparecería si se impusiera un arancel de este tipo”, respalda Solano. (AFP)