MIENTRAS LAS políticas de transición energética del país están en pleno desarrollo hacia combustibles no convencionales, el carbón colombiano sigue registrando un panorama positivo.
De acuerdo con Fenalcarbón, en 2024 Colombia exportó más 64 millones de toneladas (MT) de carbones y coque, por más de US $7.000 millones, los cuales representan el 14% de las exportaciones del país y, aunque los valores decrecieron en 22%, los volúmenes exportados crecieron el 7,5%. Esto, en un mercado que en 2024 registró un récord en la demanda global de carbón superando los 8.770 millones de toneladas.
Señala el gremio que Colombia continúa en el top 5 de países exportadores de carbón térmico, con 58,9 millones de toneladas (MT) exportadas, un incremento del 8% respecto a 2023, después de Indonesia, Australia y Rusia. Los principales destinos del carbón térmico colombiano fueron Corea del Sur, Turquía y China. Las principales empresas exportadoras son Drummond, con el 52% y Cerrejón con el 34%. Las exportaciones globales de carbón térmico fueron 1.050 MT y el 74% de las importaciones son de China, India, Japón, Corea del Sur y Taiwán.
Demanda mundial
Carlos Cante, presidente de Fenalcarbón, dice que “la demanda mundial de carbón térmico no disminuye por efecto de la relocalización de los mercados. La menor demanda registrada en Europa ha sido ampliamente compensada por los países asiáticos. La tendencia registrada en el consumo de carbón estuvo acompañada de unos precios a la baja, luego de los altos precios tras la incertidumbre generada por diferentes eventos geopolíticos como la invasión de Rusia a Ucrania y los subsiguientes reacomodos de flujos comerciales de productos energéticos”.
Señala que “para 2025, las proyecciones de consumo térmico se mantienen, pero el mercado reaccionará a las decisiones políticas de las principales economías. En materia política, las restricciones comerciales de Estados Unidos, China, India y Rusia, tendrán efectos sobre la reconfiguración de los flujos comerciales del mercado”.
Por su parte, las exportaciones mundiales de carbón metalúrgico alcanzaron las 334 MT en 2024, presentando un aumento del 2,77% frente a 2023. Los principales exportadores fueron Australia, Mongolia, Rusia, Estados Unidos y Canadá.
Colombia exporta volúmenes cercanos a las 1,7 MT, evidenciando un descenso interanual de 14,3%, en un año marcado por huelgas de transportadores y una caída de los precios que influyó en una menor producción. Los mayores exportadores de metalúrgicos fueron Trafigura, Bulk Trading, Camco y Coquecol. En cuanto a los destinos, el 45% de las exportaciones fueron a China, 14% a Corea del Sur, 12% a Brasil, 6% a Japón y 6% a India.
En su informe, Fenalcarbón indicó que por segundo año consecutivo el carbón alcanza niveles récord, siendo la primera fuente de energía respecto al portafolio disponible a nivel mundial y, a diferencia de lo ocurrido entre los años 2022 y 2023, esta demanda se da en medio de una estabilización de precios en torno a los US $120 la tonelada para los carbones térmicos que lo hicieron aún más competitivo y, aunque las fuentes no convencionales han tenido un notable crecimiento, las mismas siguen sin ser completamente almacenables ni capaces de ofrecer energía en firme.
Importancia
“A pesar de los acuerdos internacionales, la regulación, la inversión pública y privada, el progreso técnico y los cambios de comportamiento, el consumo mundial de combustibles fósiles aumentó un 55% entre 1997 y 2023. En el mismo período, la proporción de combustibles fósiles en el consumo energético global ha pasado del 86% al 82%”, aseguran.
El gremio, indicó que “esto es evidencia de que los discursos sin fundamentos sobre transición energética han tenido que modificarse y adaptarse a la realidad, y ningún mandatario serio y responsable quisiera limitar a sus ciudadanos el acceso a energía. Sin embargo, en Colombia, un país con representativas reservas de carbones con calidades altamente apreciadas y demandadas por el resto del mundo, lentamente se estrangula su industria carbonera mediante medidas de gobierno que le restan competitividad tanto en el mercado interno como en el internacional”.
Fenalcarbón apunta que “los empresarios carboneros del país sienten que están en crisis y, a diferencia de las afrontadas en el pasado a causa del mercado, esta tiene como fundamento el ser expuestos como los enemigos de su propio país, desalentando la moral de quienes por años han promovido la industria del carbón y el coque. A pesar de ello, es una industria que no se rinde, que no ha suspendido las operaciones y que se enfoca en seguir adelante, fortaleciendo la fe del carbonero, y trabajando por el compromiso que tienen con el país, con los trabajadores y sus familias, con las comunidades y todos los encadenamientos productivos que dependen de este sector, porque gracias al carbón, Colombia y su industria no se apagan”.