A pesar del alto costo de vida por cuenta de la inflación, el balance de consumo en lo corrido del año es positivo con un crecimiento real del 8 % al cierre de agosto. Sin embargo, los resultados desde finales de julio y agosto reflejan una ralentización en los niveles de compras.

Este comportamiento se debe, por una parte, a un marco de comparación más alto a partir del segundo semestre de 2021. Por otra parte, las presiones inflacionarias son una gran limitante para el consumo; por ejemplo, los crecimientos nominales en julio y agosto son a doble dígito, aunque los crecimientos reales registraron valores cercanos al 1 %, así lo afirmó la Dirección de Investigaciones Económicas, Sectoriales y de Mercado de Bancolombia

De acuerdo con la entidad, durante agosto se realizaron compras con tarjetas Bancolombia en 426.867 establecimientos de comercio, una cifra superior en un 27 % con respecto al mismo mes de 2021 e inferior en un 6 % frente a julio de 2022. Este resultado va en línea con el proceso de ajuste a la baja del consumo mencionado anteriormente.

Además, durante agosto los domicilios y mensajería fueron la categoría con el mejor desempeño, seguida de seguros y servicios financieros, con crecimientos a triple dígito. De acuerdo con el 'pocket share', en lo corrido del tercer trimestre  de 2022 cerca del 43 % de las compras están relacionadas con hipermercados, productos para el hogar y la adquisición de bienes en supermercados y tiendas de barrio.

Regiones

De otro lado, se evidencio que en los últimos meses las regiones con mejor desempeño del consumo, con un crecimiento anual del 7 %, fueron Bogotá y Cundinamarca. En contraste, las demás regiones completaron cerca de dos meses consecutivos con variaciones negativas, donde Caribe, Centro y Occidente fueron las de peores registros, con disminuciones superiores al 10 %.

Asimismo el balance del consumo a nivel de las principales ciudades del país ha sido mixto. Por un lado, Medellín y Bogotá superan los niveles de consumo promedio observados durante 2021, mientras que Cali y Barranquilla vienen reportando en la mayoría de los meses una dinámica de consumo inferior. La información a nivel de ciudades intermedias refleja un proceso de ralentización en agosto, particularmente en Pasto, Neiva, Santa Marta y Valledupar, con niveles inferiores a los observados en 2021.

Le puede interesar: Culminan emisión de Títulos de Deuda Pública por este año

Sectores

De acuerdo con Bancolombia, los resultados a nivel de categorías de comercio muestran con claridad el proceso de recuperación y vuelta a la normalidad de las diferentes actividades. Por ejemplo, desde el segundo semestre de 2021 y en lo corrido de 2022 algunos segmentos, como viajes y entretenimiento, presentan un balance positivo, teniendo en cuenta que fueron una de las actividades más afectadas durante gran parte de la emergencia sanitaria.

Entre tanto, categorías como tecnología, vestuario y accesorios presentan un proceso de desaceleración durante los últimos meses, que se puede explicar por una disminución en la demanda por esta clase de bienes debido a cuestiones como incrementos en los precios y ajustes al alza en las tasas de interés. Finalmente, puede existir una concentración de las compras en marzo y junio, por los días sin IVA.

Preferencias de pago

De acuerdo con el Banco de la República, en las compras realizadas por los colombianos el 78,4 % prefiere el pago en efectivo, seguido por las transferencias electrónicas con un con un 12,6 %. Al tiempo que el 7,9 % utiliza tarjetas débito y 1,2 % usa una tarjeta de crédito.

Además, entendiendo que el pago en efectivo sigue siendo el preferido entre las personas medidas por el Emisor, Barranquilla fue la de mayor preferencia, con el 85,4 %, seguida de Medellín, con el 81,1 %.

Mientras que para Cali el porcentaje se reduce al 74,6 %. Bogotá denota, entre las ciudades más importantes, la de menor preferencia en el uso del efectivo: 67,5 %. Del lado de las transferencias electrónicas, la capital tiene la mayor preferencia, con el 17,5 %; seguida por Medellín, en donde el porcentaje llega a ser del 13,1 %.

De acuerdo con el Emisor, mientras “que la tenencia de cuentas de ahorro en la población de menores ingresos (hasta un salario mínimo) es de 36,8 %, en la de mayores ingresos (más de cuatro salarios mínimos) se ubica alrededor del 93 %.