Crecimiento en el primer trimestre llegaría a 3,6 % | El Nuevo Siglo
LOS servicios de energía se incrementaron durante el primer trimestre y empujaron el crecimiento de la economía. /AFP.
Domingo, 9 de Abril de 2023
Redacción Economía

Mejorando sus expectativas, el crecimiento económico de Colombia podría alcanzar el 3,6 %, que es 1,6 % más que el logrado en el trimestre entre diciembre de 2022 y febrero de este año con 2 %.

De acuerdo al indicador NowCast del Bancolombia, con ese resultado, la actividad mantiene su ritmo de expansión por encima de sus capacidades potenciales “y es una mejora notable frente al registro del reporte anterior, y supera con creces la expectativa promedio de los analistas”.

Considera la entidad financiera que; “en los primeros tres meses de 2023 se evidenció un mejor desempeño relativo en los sectores agropecuario y energía (servicios públicos). Por el contrario, continúa el menor impulso en comercio, construcción e industria, mientras que recreación, comunicaciones y administración pública acentúan su ritmo de desaceleración. Por último, la minería es el único sector en terreno contractivo”.

Bancolombia indica en su reporte que; “la serie ajustada por efectos estacionales de nuestro indicador muestra que la economía registró un retroceso secuencial de 2 % en febrero y un avance 0,4 % en marzo. Lo anterior es consecuente con el fuerte incremento observado para el primer mes del año. En términos interanuales, la variación puntual de marzo es de 2,6 %, 0,7 % menos que la estimación del mes previo”.

Por su parte, Fedesarrollo dice que la mediana del pronóstico de crecimiento del cuarto trimestre de 2022 se ubicó en 4,3 %, pero para el primer trimestre de 2023, los analistas estiman un crecimiento de 2,5 %”.

Los ingresos

De acuerdo con la firma Credicorp Capital, en el rumbo del crecimiento, el mercado mantiene sus ojos sobre las reformas más sensibles presentadas por el Gobierno de Gustavo Petro. Con esto en mente, la firma espera una desaceleración considerable de la economía, impulsada por un menor crecimiento del consumo privado (0,5 %), afectado por la caída del ingreso real, mayores tasas de interés y la Reforma Tributaria, así como por una ralentización de la inversión privada debido a la elevada incertidumbre política”.

En un reciente documento, los investigadores pronostican que la inversión pública soportará el crecimiento económico en 2023, principalmente a nivel subnacional, teniendo en cuenta que se trata del último año de gobernadores y alcaldes antes de nuevas elecciones. Además, el Gobierno Central planea aumentar los gastos primarios en 2 % del PIB frente al 2022. Así, la Compañía espera que el PIB crezca un 1 % en 2023 y un 2,4 % en 2024, sin embargo considera que el balance de riesgos se inclina a la baja debido al difícil contexto externo y la incertidumbre política interna que podría afectar aún más la confianza empresarial”.

Incertidumbre

A su turno, los analistas del Banco Itaú creen que la economía colombiana “está en medio de una elevada incertidumbre generada por la ambiciosa agenda del gobierno de reformas estructurales. La última propuesta de revisión del sistema de salud, un esperado plan de reforma pensional destinado a reforzar el sistema público de pensiones y los esfuerzos de la reforma laboral se combinarán probablemente, para mantener altos riesgos de percepción”.

Mientras tanto, es probable que la reciente dinámica optimista de la inversión sea transitoria, dados las elevadas tasas de interés, la desaceleración de la demanda interna y la elevada incertidumbre política.

Por otro lado, los investigadores del BBVA, consideran que la actividad económica sigue caracterizada por una desaceleración importante. A pesar de esto, el equipo técnico aumentó su previsión de crecimiento de 2023 de 0,2 % a 0,8 %, en parte explicado por el menor crecimiento de 2022 respecto al estimado por el Banco de la República.

En el último informe de política monetaria emitido por el Banco Central, se afirma que, “si bien habrá un crecimiento positivo en 2023, los dos últimos trimestres podrían representar una recesión técnica en la medida en que el PIB se contraerá en ambos periodos”.

A esto se le suma un panorama en el que los precios van a seguir al alza y un desempleo que ya en diciembre comenzó a mostrar una desaceleración en contraste con el dato de noviembre del año pasado.

El emisor

Por otra parte, el gerente del Emisor, Leonardo Villar, señaló que el equipo técnico del Banco proyecta un crecimiento de 0,2 % para este año. Esto implica una fuerte desaceleración con respecto al desempeño extraordinario de 2022, cuando Colombia mostró un dinamismo superior al de la mayor parte de las economías del mundo.



Por esta misma razón, debe destacarse que incluso con un crecimiento muy bajo, vamos a mantener un nivel de actividad alto y muy superior al que se proyectaba para 2023 en 2021 o incluso antes de la pandemia.

Desde otra perspectiva, la Fundación para la Educación Superior y el Desarrollo (Fedesarrollo) presentó los resultados de su más reciente sondeo de Encuesta de Opinión Financiera, el cual no pinta un panorama favorable para el país en los próximos meses, en los que según los analistas consultados, el costo de vida y la subida de tasas de interés seguirán apretando la economía de los hogares y mantendrán vigente el fantasma de la desaceleración económica que amenaza con impactar con fuerza la formalidad laboral.

Indica el centro de pensamiento que, ya han pasado ocho meses desde que el presidente inició su Gobierno y, hasta el día de hoy, hay factores que preocupan bastante, tanto al ciudadano de a pie, como a los mismos empresarios. Ejemplo de ello, es la desaceleración de la economía, pues cayó el consumo en los hogares, pocos colombianos quieren endeudarse por las altas tasas de interés, el comercio no repunta y, por ejemplo, este año se desplomaron 20,2 % las matrículas de carros nuevos.

La inversión y el consumo

Pese a que la economía creció 7,5 % el año pasado, desde 11,0 % en 2021, en el último trimestre de 2022, la actividad aumentó 2,9 % interanual, impulsada por la inversión, pero contrarrestada por la moderación del consumo privado, la caída del consumo público y el menor crecimiento de las exportaciones. Por otro lado, y según Fedesarrollo, la confianza de los consumidores se adentra en territorio pesimista con -28,6 %, la peor lectura desde mayo de 2021 y muy por debajo del -13,5 % registrado un año antes. Mientras tanto, es probable que la reciente dinámica optimista de la inversión sea transitoria, dados las elevadas tasas de interés, la desaceleración de la demanda interna y la elevada incertidumbre política.

En otro orden de ideas, el déficit de cuenta corriente se redujo, aunque sigue siendo elevado. El déficit de cuenta corriente pasó de 5,6 % del PIB en 2021 a 6,2 % del PIB en 2022, el nivel más alto desde 2015. En el último trimestre de 2022 se registró un déficit de US$5.000 millones, una reducción de US$900 millones con respecto al cuarto trimestre del 2021. El aumento del déficit de renta de factores (causado por los mayores beneficios de la inversión extranjera en Colombia) se vio compensado por la reducción del déficit comercial y el aumento del superávit de transferencias.

Asimismo, la inversión extranjera directa mejoró el año pasado. La inversión directa neta se duplicó con creces en 2022, a US$13.300 millones (para una cobertura de 62 % del déficit de cuenta corriente, una mejora desde el 34 % en 2021).