El Centro de Estudios Regionales en Energía (CREE), proyectó que el precio del gas difícilmente estará por debajo de los 10 USD, y se estima que este insumo podría representar hasta el 45% del costo total de la factura, lo que se traduce en un incremento del 28% para los usuarios.
El impacto del precio del gas en las facturas de los colombianos es un tema controversial, especialmente en un contexto donde se discute la posibilidad de importar gas de Venezuela. Sin embargo, existen incertidumbres sobre la infraestructura necesaria, así como sobre el precio y la cantidad de gas que se podría recibir. Tomás González señaló que, aunque se espera que la infraestructura esté lista, no hay claridad sobre si el gas llegará con sanciones o en qué condiciones.
El dirigente de la institución indicó que “el panorama no es que no haya gas, lo que no hay es gas barato. Este es el que se está acabando y el gas más caro es el que viene, con el que vamos a tener que convivir y ver cómo manejamos este tema”.
Según manifestó González, para enfrentar el desafío del aumento en los precios del gas, es crucial que el sistema tarifario presente señales claras de inversión. Los inversionistas deben tener la confianza de que podrán recuperar sus costos de manera eficiente. Además, es necesario promover la competencia en el mercado y enfocar los esfuerzos en políticas sociales que beneficien a los sectores más vulnerables.
Por otra parte, explicó que uno de los problemas más destacados en el sector energético colombiano es la focalización de los subsidios. Actualmente, se estima que el 25% de los usuarios de energía eléctrica y el 45% de los usuarios de gas que reciben subsidios pertenecen al 30% de mayores ingresos.
Esta ineficiencia en la distribución de subsidios no solo repercute en la equidad del sistema, sino que también limita la capacidad del gGobierno para apoyar a aquellos que realmente lo necesitan.