Disparada del dólar debilitará crecimiento del PIB | El Nuevo Siglo
Foto archivo
Martes, 24 de Marzo de 2020
Redacción Economía

Con un dólar superando los $4.000 y con la amenaza de seguir hacia arriba, el panorama del crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del país ahora se ha convertido en incierto, dado que ha coincidido con la caída en el precio del crudo y la disminución de los recursos externos.

De acuerdo con un análisis del economista e investigador Leonardo Rojas Rodríguez, la caída del precio del petróleo y la subida del dólar han expuesto las debilidades de la economía colombiana. El investigador señala que “como Colombia exporta bienes de baja tecnología y no tiene poder para fijar precios en el mercado internacional, depende básicamente de las exportaciones y de la entrada de capitales”.

De ahí, una caída de la cantidad demandada y/o en el precio del petróleo o una salida masiva de capitales, tengan fuertes efectos sobre la tasa de cambio, el ritmo de crecimiento económico y el nivel de desempleo.

 

La crisis

En los últimos días se han producido tanto la caída en el precio de nuestra principal exportación, como la salida masiva de capitales de Colombia.

Este segundo factor no es exclusivo de nosotros, sino que afecta a todas las llamadas economías emergentes.

Según la versión, este caos se debe a la pandemia del coronavirus y a la imposibilidad de acuerdos entre los países productores de petróleo.

Si bien, la tendencia a la baja podía estar relacionada con la caída de las expectativas sobre la economía China, desde el año pasado, el mercado financiero internacional venia reflejando el agotamiento de la política del crédito barato. Y a medida que aumenta la incertidumbre sobre el crecimiento en los países desarrollados, también aumenta la salida de capitales de las economías emergentes hacia activos más seguros en esos países.

Tras la crisis de 2008, la Reserva Federal de Estados Unidos adoptó una política monetaria expansiva, aplicando medidas de tasa de interés cero (ZIRP, por sus siglas en inglés). Esta política se mantuvo entre 2008 y 2016, desde entonces, los aumentos en la tasa de interés han sido muy bajos y graduales (al punto que algunos analistas la denominan como “tasa de interés neutral”).

Pero aún, estos aumentos moderados han producido la fuga de capitales de las economías emergentes, como venía sucediendo en Colombia desde 2018 hasta julio de 2019, cuando la Reserva Federal Estadounidense retomó los recortes de la tasa de interés.

 

Abundancia y caos

La bonanza minero-energética y la abundancia de crédito barato no se canalizaron o no se tradujeron en una reconfiguración de la economía colombiana, así como en inversión en el sector industrial y manufacturero.

Todo lo contrario, el abaratamiento de las importaciones golpeó con dureza a la industria y a la agricultura colombianas, además, el boom de nuestra economía se tradujo sobre todo en el aumento significativo de las rentas del sector financiero.

De acuerdo con Bloomberg, la economía colombiana es una de las más vulnerables a las salidas masivas de los flujos de capital que se vienen registrando, junto con Argentina y Chile.

La economía colombiana cuenta con posibilidades para aplicar controles de capitales efectivos para una situación como la que podría avecinarse. Sin embargo, aún no ha hecho uso suficiente de los mismos.

Recientemente, el Banco de la República tomó medidas para aumentar la liquidez y mantener la calma en el mercado. Esta es una respuesta necesaria ante la reducción del financiamiento disponible, pero, sin controles de capitales más fuertes, este tipo de políticas pueden ser poco efectivas.

Asimismo, en materia fiscal, los ingresos del Gobierno nacional se verán seriamente afectados. La caída de los precios del petróleo, la desaceleración económica inevitable, las exenciones tributarias acumuladas y las recientemente aprobadas, se sumarán para agravar el déficit en las finanzas estatales.