Las repercusiones de la ayuda del FMI a Argentina y del PIB de Estados Unidos, hicieron que las monedas de los países emergentes, entre ellos Colombia, se depreciaran en el mercado cambiario.
Ayer la divisa en mercado colombiano en el inicio de las operaciones superó los $3.000 y abrió en $3.005 con un precio máximo de $3.016. La cotización mínima ha sido de $2.986 con un precio promedio de $3.002.
Argentina acordó en junio un auxilio financiero por US$50.000 millones a tres años con el organismo internacional para apuntalar su frágil economía en medio de una corrida cambiaria que comenzó en abril y que, tras una breve pausa, cobró nuevo impulso.
Asimismo, en Estados Unidos se anunció que la economía creció 4,2% en el segundo trimestre de este año, con lo que el dólar ganó en fortaleza frente a las monedas de los países emergentes.
El comportamiento del dólar en Colombia retomó su senda alcista que se vio entre la primera y segunda semana de agosto, cuando la divisa volvió a superar los $3.000 hasta llegar a $3.055.
Ante esta situación, el Gobierno y el Banco de la República manifestaron que este precio no debe ser una preocupación para el mercado colombiano, pues en las proyecciones macroeconómicas del país, se maneja en un promedio de $3.000 y esa es la proyección que se tiene para todo el año 2018.
Al respecto, el ministro de Comercio, José Manuel Restrepo, señaló que este aumento no debe ser una preocupación para el país. "Vamos a estar con una tensión permanente de eventuales cambios en la tasa de cambio, pero yo no creo que el efecto será dramático para un país como el nuestro", dijo.
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El Banco de la República había manifestado en los últimos días que este aumento tampoco debe ser alarmante, pues un dólar en un promedio de $3.000 es el que se maneja en las proyecciones del emisor, el Gobierno y la mayoría del mercado.
El valor más alto de los últimos años se dio el 12 de febrero de 2016 cuando llegó a $3.434,00 sin embargo, el mayor dolor de cabeza en algunos sectores, en el mercado y en la gente en general, fue cuando de un promedio máximo de $1.952 en 2013 se disparó en 2014 hasta llegar a $2.446, en ese entonces se redujo gradualmente hasta $2.000 en septiembre y después se estabilizó en este promedio por el resto de año.
En declaraciones a varios medios, el gerente del Banco de la República, Juan José Echevarría, dijo que no ve indicios hacia una revaluación del peso frente al dólar en el futuro cercano. Señaló que “si hubiera devaluación y fuera del 15% o 20% no sería exagerada”.
Sin embargo advirtió que “solo si hubiera una devaluación muy fuerte en el futuro, que no la veo, podría haber presiones inflacionarias en Colombia”. Dijo que espera una tasa de cambio estable, aunque podría ajustarse al alza entre “10% y 15%, lo cual no sería malo” y, por el contrario ayudaría al sector exportador. Consideró que “es difícil saber cuál es el nivel futuro del dólar, pero los $3.000 es una cifra óptima para la economía local”.
Leonardo Villar, director de Fedesarrollo, aseguró que es positivo que la tasa de cambio del país fluctúe y califica este comportamiento como “uno de nuestros bienes más preciados” y agregó que está bien que la tasa de cambio se mueva, en la medida en que exista confianza en que se cumplirá la meta de inflación.
El presidente de la Bolsa de Valores, Juan Pablo Córdoba, aseguró que “el mercado está demasiado nervioso, debería tranquilizarse y si las cosas empiezan a salir bien como esperamos que salgan, la tendencia debería ser más bien hacia una apreciación no muy grande de la tasa de cambio”.
Por el momento, la tasa de cambio seguirá mucho más dependiente de las tensiones internacionales que del desempeño de la misma economía nacional.