"El país no está en recesión sino en estanflación": Mejía | El Nuevo Siglo
El director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, dice que "el Gobierno debe dar señales de certidumbre y de claridad”. / ANIF
Viernes, 1 de Marzo de 2024
Gustavo Veloza

Con un periodo de crecimientos negativos en los últimos trimestres del 2023, entre los analistas y mercados financieros se ha hablado mucho de los riesgos de que el país esté a punto de entrar en una recesión.

Esta situación fue marcada en los tres últimos trimestres del año pasado, pero ya en diciembre el crecimiento del producto interno bruto (PIB) marcó un ligero aumento de 0,3% para salir de ese filo de la navaja y cerrar el año en 0,6%.

Sin embargo, para el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, ese riesgo, que es latente, es y diferente a lo que para él está viviendo Colombia, que es sufrir desde hace meses de una estanflación.

En términos académicos y técnicos, una estanflación significa un estancamiento en el crecimiento y una inflación que se mantiene estable, es decir, cuando se presenta un congelamiento del aparato productivo, mientras los precios están por las nubes.

De allí que Mejía insista en su planteamiento macroeconómico, como lo explica a EL NUEVO SIGLO.

Al mismo tiempo, el director del centro de pensamiento expresa sus preocupaciones acerca de la velocidad con que el Banco de la República pueda disminuir las tasas de interés y recalca la importancia de bajarlas más para poder reactivar la demanda y el consumo.

Además, señala que de los proyectos de reformas sociales que presentó el Gobierno al Congreso, la pensional es la que tiene posibilidades de salir más rápido, contra las iniciativas de salud y de pensiones.

Sostiene que en el aspecto del desempleo se pueden reducir más las tasas de interés, sobre todo porque se debe insistir al Gobierno en una mayor inversión.

Los riesgos

EL NUEVO SIGLO: ¿Cree que ya desapareció en el país la amenaza de una recesión?

LUIS FERNANDO MEJÍA: Creo que, en lo relacionado con la recesión, no es una discusión de fondo en este momento. Al final del año anterior, si bien escapamos de una recesión, desde Fedesarrollo dijimos que estamos en una estanflación, que es estancamiento económico con un crecimiento de apenas el 0,6%. Es decir, el problema no es de recesión, sino de estanflación. La inflación cerro el año pasado por encima de 9%. En ese sentido, consideramos que el objetivo fundamental de la política económica en este 2024 es evitar más estanflación. Muy seguramente vamos a tener una inflación más baja, pero en cualquier caso va a estar por encima del objetivo del Banco de la República de mediano plazo, por un lado, y por otro lado, si nuestro pronóstico de crecimiento es 1,5%, que es superior a lo que tuvimos en el 2023, es un crecimiento claramente insuficiente para resolver todas las necesidades que en materia económica y social continúa teniendo el país.

Así que hay mucho por hacer y el principal reto es cómo acelerar el crecimiento económico e, insisto, evitar otro año de estanflación para este 2024.

ENS: ¿Cuál es su percepción sobre el rumbo actual de la economía?

LFM: Lo primero es que hay un balance positivo en términos de la evolución de la inflación. Aunque no tenemos los datos de febrero, las previsiones del mercado son que siga bajando. Por supuesto eso da un espacio para que el Banco de la República pueda acelerar el paso para su reducción de las tasas de interés.

También creo que es positivo lo que hemos visto en términos del crecimiento de la demanda de energía, un crecimiento que para el mes de enero fue cercano al 8%. Lo cual muestra que eventualmente podríamos estar viendo un arranque del año un poco mejor de lo que fue el cierre del 2023 y a la par también creo que son positivas las noticias en materia de desempleo que se acaban de publicar. Se redujo del 10,8% en diciembre del año pasado al 10,4% en enero de este año, lo cual ratifica que eventualmente el 2024 arrancó con una dinámica un poco más favorable en esa materia.

Los nubarrones

ENS: ¿Y cuáles son las malas noticias?

LFM: No todas las noticias son buenas. Se conoció que la tasa de empleo bajó, pero sigue estando en dos dígitos. Y aunque viene reduciéndose, está muy por encima de la meta del Banco de la República, que es entre el 2% y el 4%.

Respecto al crecimiento económico, en los primeros lances indica que la economía tendrá un desempeño mejor que en el 2023, pero no sustancialmente distinto a nuestro cálculo, que es un pronóstico de 1,5% de crecimiento.

ENS: ¿Qué nubarrones hay para el desempeño de la economía a corto plazo?

LFM: Bueno, hay algunas señales de que desde luego hay que recuperar la economía colombiana. Primero, son muy negativos los ruidos que se hacen y parte de esto tiene que ver naturalmente con algunos medidas o anuncios regulatorios que ha hecho el Gobierno nacional y que han generado ruido en sectores estratégicos, tanto en la infraestructura como en la vivienda y también en el sector minero-energético para este año.

El segundo factor tiene que ver con la capacidad, o en este caso la ausencia de capacidad de ejecución por parte del Gobierno nacional. Recordemos que el año pasado no fue bueno en materia de ejecución del presupuesto general de la Nación, que apenas tuvo una ejecución cercana al 71%. Es que esto es muy importante para la economía, si no se ejecuta bien, si no se hace de manera rápida y eficiente, naturalmente el Gobierno no estará contribuyendo para el crecimiento de la economía.

En tercer lugar, naturalmente hay unos choques eventualmente por el lado especialmente el fenómeno de El Niño. Tuvimos un arranque en el año bastante caliente, muy importantes son los niveles de los embalses que hacen los aportes técnicos para la generación de energía en estos días; además, podrían incidir en afectaciones a la rentabilidad, que podrían generar choques en precios.

El empleo

ENS: ¿Cómo aprecia la situación del empleo? Vemos que la desocupación se ha estancado un poco, ¿es así?

LFM: En el primer mes del año, si lo comparamos con diciembre, sigue un ligero incremento. Pero a mí me gusta admirar y analizar las cifras desestacionalizadas, porque esas son las que permiten justamente apreciar un comportamiento del desempleo en un ciclo económico, es decir, en el corto plazo.

Es que venimos de tener al cierre del año anterior cuatro meses consecutivos de aumentos en la tasa, habíamos tenido un mínimo que se alcanzó en agosto. Pero luego fue subiendo y cerramos el año con una tasa de empleo de liquidez como de 8%. Arranca el año 2024 con una buena noticia, con una tasa de 10,4%, que muestra que al menos la tendencia de deterioro, con cuatro meses consecutivos al alza, por fin parece que se quiebra y eso es positivo por supuesto. Eventualmente muestra que enero fue un buen arranque en este año, pero por otro lado, la preocupación de fondo es más estructural y es que a pesar de esa ligera recuperación, el desempleo continúa en dos dígitos, lo cual obviamente es un problema muy grave para los hogares.

Las reformas

ENS: De las reformas sociales que ya están haciendo curso en el Congreso y que está impulsando el Gobierno, ¿cuáles cree que de pronto podrían avanzar o cuáles no?

LFM: Yo le contestaría esa pregunta desde un panorama político, es decir, sobre la probabilidad política de que el Gobierno logre generar una coalición y los votos necesarios.

Consideramos que la pensional puede avanzar, pues aportaría positivamente a la economía colombiana y al bienestar de la población en general, indudablemente es bastante adecuado el aumento de la cobertura. Por otro lado, también la reducción de los subsidios en el régimen jurídico, pero por supuesto requiere algunos ajustes bien importantes que esperamos se puedan materializar durante esta discusión en el Congreso de la República.

Ya la reforma laboral y la reforma de salud creemos que van a encontrar más resistencia en el Congreso, sobre todo para resolver los problemas que claramente existen en esos dos sectores y que se han venido identificando en los últimos años.

ENS: Con las intenciones del Gobierno, de acelerar más esas reformas, ¿cuál es la que tiene más posibilidades de salir adelante?

LFM: La propuesta de la reforma pensional es la que ha generado cierto consenso sobre las virtudes que trae. Por supuesto hay preocupación sobre algunos elementos y en particular destacaría el tema del umbral, que consideramos, al igual que otros analistas, que es muy alto el de los tres salarios mínimos que ha planteado el Gobierno nacional.

ENS

Al final de cuentas está también esa es garantía que demanda la Constitución desde el punto de vista del acceso a una pensión. Pero, por otro lado, la reforma de salud y la reforma laboral han tenido una muy marcada oposición. Desde el punto de vista de la sociedad civil, como los gremios y en general desde las organizaciones, esas reformas han generado preocupación sobre los efectos negativos que podrían acarrear desde el punto de vista de bienestar en los próximos años.

Los intereses

ENS: Desde distintos mercados están pidiendo que bajen más las tasas de interés y por lo menos que bajen más rápidamente. ¿Cree que esa es una política ideal o una medida ideal?

LFM: Yo creo que es absolutamente necesario. De hecho, no me cabe duda de que el Banco la República acelerará el paso en la reducción de las tasas de interés. Es muy probable que en la próxima reunión pueda llegarse a un acuerdo para reducir la tasa de intervención alrededor de 75 puntos básicos y muy seguramente continuar las reducciones.

No en vano, en nuestras expectativas para este año prevemos que la tasa de interés del Banco de la República se reducirá en cerca de 5 puntos porcentuales. Eso es muy importante porque por supuesto bajará el costo del crédito para los hogares y las empresas, son decisiones que permitirán reactivar el crecimiento del consumo de los hogares y de la inversión privada, lo que va a ser clave. Sin embargo, vale la pena advertir que la reducción de tasas de interés es una comisión necesaria mas no suficiente para la reactivación del crecimiento. Para realmente lograr una reactivación de crecimiento es necesario no solo que el banco reduzca las tasas, sino que también el Gobierno pueda acelerar la ejecución de su presupuesto y dar tranquilidad desde el punto de vista de la certidumbre y las reglas de juego para que la inversión privada haga su tarea.

 

Certidumbre y señales claras

Para el director de Fedesarrollo, el dato sobre el crecimiento para 2023, que se ubicó muy por debajo de lo esperado con 0,6%, es un campanazo de alerta muy importante para el Gobierno, que lo debe llevar a reflexionar y dar señales contundentes de certidumbre y tranquilidad frente a lo que está pasando particularmente con los sectores de la construcción, la industria y el comercio.

“Es una cifra que no es buena y que está por debajo de las expectativas. La de Fedesarrollo era de 1% y un 0,6% está muy por debajo de lo que esperábamos todos los analistas en general. Además, muestra el tamaño de la desaceleración de la actividad productiva durante 2023 y en particular en sectores como el de la construcción, el comercio y la industria, que son fundamentales no solo para el crecimiento económico, sino para la generación de empleo”.

Sobre lo que pasó con el sector de la construcción, que es uno de los que se rajaron en 2023, el director de Fedesarrollo explicó que los dos subsectores que lo componen, es decir, el de obras civiles o públicas y las edificaciones, tuvieron contracciones casi durante todos los trimestres del año anterior.

Para el caso de las obras civiles se vienen registrando niveles muy bajos de actividad económica desde que se acabó la pandemia. Las obras, no solo del Gobierno nacional, sino también de los gobiernos territoriales, según el analista, hoy son la mitad de lo que eran en 2019.

 

Expectativas del Banco de la República

En enero de 2024 la inflación continuó disminuyendo, al ubicarse en el 8,35% anual, por debajo de lo esperado por el equipo técnico. Ello significó un nuevo e importante avance en el proceso de convergencia de la inflación hacia la meta. Se destaca en este resultado la contribución de la canasta de alimentos, cuya inflación disminuyó desde el 5% en diciembre al 3% en enero. También se resalta el favorable comportamiento de las medidas de inflación básica, que son un buen indicador de la menor presión de demanda sobre los precios.

Para 2024 se proyecta una ampliación de los déficits total y primario del Gobierno nacional central (GNC), a niveles del 5,3% y el 0,9% del PIB, respectivamente. Los ingresos tributarios de la nación aumentarían del 16,6% del PIB en 2023 al 17,3% en 2024, alcanzando un máximo histórico. Esto se lograría como resultado de los mayores ingresos de la reforma tributaria aprobada en 2022, el control de la evasión y elusión fiscal de la DIAN y los procesos de arbitramento en litigios. Con respecto a estos últimos, el Comité Autónomo de la Regla Fiscal (CARF) advirtió sobre los riesgos y la incertidumbre a los que están sujetos. Por su parte, los gastos totales aumentarían 1,4 puntos del PIB, hasta un nivel del 24,4% del PIB en 2024. El mayor déficit previsto se reflejaría en un aumento de la deuda neta del GNC, la cual alcanzaría el 57,0% del PIB al cierre de 2024.

En 2024 la economía colombiana continuaría mostrando tasas bajas de crecimiento, pero siguiendo una senda de recuperación gradual que debería ser compatible con la estabilidad macroeconómica de largo plazo y con un crecimiento a partir de 2025 cercano al potencial. Los pronósticos del equipo técnico del Banco de la República apuntan a un crecimiento nuevamente modesto para 2024, el cual se daría en un contexto de una disminución gradual de las tasas de interés externas, una postura de la política monetaria que, a pesar de un previsible relajamiento, se mantendría en terreno contractivo.