Gobierno y empresarios trabajarán para atajar el pico de inflación | El Nuevo Siglo
LOS PRODUCTOS de la canasta familiar, especialmente los alimentos, mejoraron su comportamiento positivo y se han estabilizado. /Archivo.
Miércoles, 5 de Abril de 2023
Redacción Economía

Luego que el DANE revelara que en marzo de este año el país alcanzó 13,34 % de inflación anual, la más alta en 24 años, el gobierno y los empresarios acordaron impulsar conjuntamente medidas para salirle contener el alto costo de vida que está afectando a las familias colombianas.

En efecto, el presidente Gustavo Petro anunció un acuerdo con la Asociación Nacional de Empresarios (ANDI) y la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC) para diseñar e implementar medidas que permitan reducir los precios de los alimentos en beneficio del bolsillo de los colombianos.

A través de su cuenta en Twitter, el jefe de Estado manifestó que; “la inflación de los alimentos, de los hogares de ingresos bajos y los productos de la agroindustria continúa en descenso. Hemos acordado con los empresarios, la @ANDI_Colombia y la @SAColombia diseñar e implementar medidas para la reducción de los precios de los alimentos”.

Sobre el particular, el presidente de la SAC, Jorge Bedoya, se mostró dispuesto a trabajar de manera conjunta con el Gobierno para ayudar a los consumidores.

“La razón de ser de los productores de alimentos son los consumidores. Desde la @SAColombia estamos listos para trabajar conjuntamente en el diseño de medidas sobre los factores que afectan los costos de producir alimentos en Colombia y que afectan la inflación”, destacó Bedoya en su cuenta de Twitter.

Soluciones

Asimismo, el presidente de la ANDI, Bruce Mac Master, también se refirió a la necesidad de acordar soluciones. Por Twitter dijo: “Situaciones extraordinarias como los incrementos registrados en la inflación requieren esfuerzos de todos. Hemos acordado trabajar conjuntamente para buscar soluciones. Hay temas macro y temas micro que están afectando los precios y la economía, hay que solucionarlos”, escribió el dirigente gremial en la red social”.

De acuerdo con Juan Pablo Espinosa, director de investigaciones económicas del Bancolombia, “el resultado de este mes tiene una lectura mixta ante el positivo momento que ha estado evidenciando el rubro de alimentos que se ve contrarrestado por la persistencia inflacionaria del componente básico. En tal sentido, el efecto de indexación seguiría estando latente en la dinámica de los servicios, en especial en las tarifas de arriendo, que representan aproximadamente una cuarta parte del total del IPC”.

En su análisis sobre el resultado de marzo, dice que; “desde el lado positivo, prevemos que esta tendencia observada en alimentos se seguiría prolongando hasta por lo menos julio del presente año, mes en el cual podría iniciar un fenómeno climático de ‘El Niño’. Al incorporar la menor volatilidad de la tasa de cambio, la reducción del precio de la urea, el nitrógeno y de los alimentos a nivel global, además del retorno de los fletes marítimos a precios de 2019 y la probabilidad de 60 % del inicio de sequías durante 2023, proyectamos que la inflación de alimentos finalizaría el año en por debajo del 9 %”.

Mayores presiones

En contravía, la persistencia del efecto de indexación en el rubro de servicios y las mayores presiones en el de regulados llevaría a que las ganancias en alimentos no se traduzcan por completo a la variación total del IPC. Por el lado de servicios, las tarifas de los arriendos y de los servicios de alojamiento llevarían a que este segmento finalice el año alrededor en el entorno del 9 %. Cree el experto que “los constantes incrementos de la gasolina sería el principal catalizador de altos niveles en el rubro de regulados, donde las tarifas de electricidad también lo harían, al materializarse el fenómeno climático de El Niño”.

Por otro lado, dice el investigador que “en el caso del rubro de bienes, la acumulación de inventarios al cierre de 2022 y en los primeros meses de 2023, la estabilización reciente junto al esperado sesgo de apreciación del dólar en los próximos trimestres, y el debilitamiento del consumo de los hogares limitarían la capacidad de los precios de continuar con su vertiginosa tendencia al alza. Sobre este punto, consideramos que la inflación de bienes culminaría el año en alrededor de 7 %”.

Por lo tanto, con una inflación de cierre de año cerca 8,5 % para los alimentos y básica de 9,15 %, “prevemos que la inflación finalizaría el año en 9 %. Ante los determinantes ya mencionados, esperamos que la Junta Directiva del Banco de la República decida nuevamente incrementar en 25pb la tasa repo en su reunión de finales del presente mes”.

Niveles altos

Por su parte, Laura Katherine Peña, economista de BBVA Research para Colombia, sobre el dato de inflación expresó que; “en marzo la inflación mensual fue de 1,05 % y la anual de 13,34 %, cercana a las expectativas de los analistas del mercado (que de acuerdo a la encuesta de expectativas del Banco de la República fue en promedio 0,99 %) y de la esperada por BBVA Research”.

Sostuvo la investigadora que “la inflación básica se aceleró 56 puntos básicos en la variación anual frente al dato de febrero, ubicándose en 11,42 %. La dinámica al interior de la inflación es una desaceleración en la canasta de alimentos, mientras que la inflación básica continúa acelerándose en la comparación anual. La inflación de alimentos continuó desacelerándose en términos anuales en marzo, descendiendo en 235 puntos y ubicándose en 21,8 %”.



Peña explica que; “en los bienes, el papel protagónico lo siguen tomando los vehículos y los productos de limpieza para el hogar e higiene corporal, asociados a precios externos altos, llevando a una aceleración de la canasta de 70 puntos en términos anuales, llegando a una inflación del 15,1 %. Desde BBVA Research prevemos que la inflación mantenga niveles altos por unos meses más y empiece a descender de forma moderada en el segundo semestre. Así, mantenemos la expectativa de inflación para cierre de 2023 en 9 % y para 2024 en 5 %”.

El impacto

A su vez, la presidenta de la Cámara de Comercio Colombo Americana (AmCham) Colombia, María Claudia Lacouture, mencionó que; “por tercer mes consecutivo, la inflación registra una baja sostenida, con 1,05 % en marzo, sin embargo, es 0,5 puntos porcentuales más alta que la de marzo de 2022, de acuerdo con la información del Dane. A pesar de esto, las familias siguen sintiendo en su presupuesto diario que los precios de los productos básicos siguen altos, en particular los alimentos y servicios públicos que impactan todos los hogares colombianos, sin importar la clase social”.

Indica que; “el sector productivo también sufre la presión inflacionaria y los efectos de la reforma tributaria. Muchas empresas han parado y otras están con problemas debido al costo de los insumos y al elevado costo de la energía y los combustibles que, inevitablemente, se trasladan al consumidor final. Y a esto se debe sumar la incertidumbre de las reformas que cursan en el Congreso, en especial la reforma laboral que, como está planteada, podrá significar nuevos costos y más dificultades productivas y más inflación”.

Puntualiza la dirigente gremial que; “la reforma laboral debería propiciar condiciones para crear empleo formal y estable, contribuir al equilibrio económico, para que el tejido empresarial continúe en condiciones de aportar a las finanzas del Estado y haya empleo. Las empresas son la unión de personas que juntas buscan el desarrollo, su viabilidad y funcionamiento representan ingresos para los hogares con un nivel de consumo adecuado que mantenga el ritmo de la economía”.

El rumbo del IPC

El DANE reportó que el índice de precios al consumidor (IPC) presentó en marzo de 2023 una variación mensual de 1,05 %. La inflación mensual de alimentos fue de 0,91 %, tal que la variación anual de este componente alcanzó el 21,8 %, un mínimo desde mayo del año pasado. De hecho, fue la primera vez desde junio de 2021 que el avance mensual se ubicó por debajo del promedio histórico del periodo 2000 a 2021 para un marzo, como consecuencia de una destacada desaceleración de los precios de procesados en relación a los perecederos.

Desde los procesados, se destaca la moderación en los incrementos mensuales del precio del arroz, la carne de res, cerdo y mar, la leche, el pan y los quesos, además de las caídas en las cotizaciones de la carne de pollo y del azúcar. En relación a los perecederos, las fuertes caídas entre marzo y febrero del precio del tomate, la yuca, la cebolla, las papas y la zanahoria se vieron contrarrestada por la aceleración en los incrementos del precio de las frutas frescas, los huevos y las hortalizas, además del continuo avance en la cotización de los plátanos, las moras y la arracacha.