LA DISCUSIÓN entre Helicol y Ecopetrol no para. Ayer la petrolera decidió terminar el contrato de servicio de transporte aéreo en helicóptero al personal de la estatal.

En este caso, Helicol aseguró que “la terminación abrupta del contrato por parte de Ecopetrol podría representar para la petrolera una pérdida superior a los 200.000 millones de pesos, debido a los ahorros que se estaban generando con la participación de un segundo operador en la contratación de helicoportados”.

La empresa, además, confirmó que, a través de una comunicación enviada a Ecopetrol, le reiteró que desde su parte “venía cumpliendo con todas las condiciones del contrato” y que adjuntó la evidencia en video que desvirtúan los argumentos presentados en la carta de terminación anticipada por parte de la estatal petrolera.

En cuanto a la denuncia acerca de que hubo un conflicto de intereses por parte de Harold Ramírez, coordinador aéreo de Cenit y exempleado de Helistar, la competencia directa de Helicol, se agregó que Ramírez, fue quien designó un inspector externo que, a la vez, fue la persona que dirigió una auditoría que derivó en la terminación del contrato sobre el que se ha generado toda la polémica.

Cabe recordar que estas acusaciones han sido negadas por el mismo presidente de Ecopetrol, Ricardo Roa, quien, en su más reciente declaración, aseguró que la decisión de terminar el contrato, que estaba planificado para cinco años, se resume en supuestos incumplimientos de Helicol y que será esa empresa la que deberá responder en ese sentido.

Según Ecopetrol lo que ocurrió fue que Helicol no estuvo lista para prestar el servicio en los plazos que indicaba el contrato, aunque la compañía de transporte aseguró que no solo estaba lista, sino que recibió constante retroalimentación de funcionarios de Ecopetrol durante el proceso de auditoría. También insistió en que hay conflicto de intereses en la evaluación del contrato.

Según Roa, se surtieron todas las etapas, que el proceso se manejó con transparencia y que aquí no hay ninguna irregularidad, a diferencia de lo que está señalando Helicol. De momento se desconoce cuándo Helicol interpondrá las demandas, ante qué instancias las formulará y cuáles serán sus pretensiones económicas, por lo que considera una terminación irregular de un contrato.