LA ESTADOUNIDENSE Claudia Goldin fue galardonada este lunes con el Premio Nobel de Economía, por sus estudios que han ayudado a entender la evolución del rol de las mujeres en el mercado laboral.
Esta profesora de Harvard, de 77 años, es la tercera mujer en lograr este premio. Fue distinguida por "haber hecho avanzar nuestra comprensión de los resultados de las mujeres en el mercado laboral", anunció el jurado en Estocolmo.
"Las investigaciones de Claudia Goldin nos han dado una visión nueva y a menudo sorprendente del rol histórico y contemporáneo de las mujeres en el mercado de trabajo", añadió.
"Es un premio muy importante, no solo para mí, pero para muchas personas que trabajan sobre este tema y que intentan comprender por qué quedan desigualdades tan grandes" pese a las "importantes evoluciones", declaró Goldin en una conversación telefónica a AFP.
Explicó en una rueda de prensa organizada por la Universidad de Harvard que había trabajado muy duro para cambiar la representación que las mujeres tienen de la economía.
Goldin contó cómo recibe a los estudiantes en el campus. Desde su llegada, los hombres piensan en "finanzas" y "les encanta". En cambio, las mujeres también lo creen, pero "no quieren" estudiar este tema.
- El trabajo administrativo
Goldin apunta como origen de la discriminación salarial la utilización creciente de los mecanismos de promoción con la expansión del trabajo administrativo, en contraste con los mecanismos de pago por unidad de trabajo realizada que predominaban entre las mujeres empleadas en las manufacturas a principios del siglo XX. Goldin argumenta que el desarrollo de los departamentos y las políticas de personal crearon las condiciones institucionales que permitieron la persistencia de la discriminación.
- La profesión y la familia
Su investigación comprueba cómo han variado las aspiraciones de las mujeres a lo largo del siglo XX. A principios del siglo tenían que elegir entre trabajo como medio de subsistencia o familia; a partir de los años 20 eligieron anteponer el trabajo; en los años 40 esa relación se invirtió, y en los 60 se introdujo el concepto de carrera, que se situó por delante de la familia, hasta llegar al momento actual, a partir de los años 80 en que las mujeres quieren compaginar carrera y familia.
- La educación
En Understanding the gender gap también observa que, aunque hoy seguimos conviviendo con las diferencias de género, estas se han reducido a lo largo del tiempo. “Los factores cruciales que las han reducido –asegura Goldin‒ tienen que ver con lo que está ocurriendo en el entorno de los individuos, más que con los propios individuos. Me refiero a los cambios económicos y tecnológicos, como el aumento de los ingresos. Sobre todo, la reducción de las diferencias se debe a cambios educativos que dan a las mujeres el empoderamiento necesario para desarrollar sus carreras profesionales”.
- Herencia social
“Hemos heredado del pasado diferencias sociales y culturales”, explica la profesora Goldin al desgranar las causas de la brecha salarial. Una de las principales es un tipo de organización del trabajo que hace que los empleados que trabajan más horas sean más valiosos para sus empresas. “Si una pareja tiene hijos que requieren cuidados, uno de los miembros de la pareja se suele responsabilizar de atender sus necesidades en casa, mientras que el otro está más pendiente de las necesidades del trabajo. Por lo general, de manera desproporcionada las mujeres han asumido el papel de atender las necesidades del hogar, y los hombres han estado más volcados en el trabajo”.
- La maternidad y el trabajo
Otra de las razones por la brecha de género es el tema de la maternidad y el cuidado de los niños. “En muchos estudios no vemos grandes diferencias salariales cuando las mujeres no tienen niños o no asumen la responsabilidad de ocuparse de las obligaciones del hogar”, asegura. Así, la brecha salarial cambia a lo largo de la vida del trabajador. Es pequeña cuando termina la educación y empieza la carrera profesional, pero se incrementa con la edad. El punto clave es que aumenta cuando las mujeres se casan y empiezan a tener hijos.
- El tema salarial
En Estados Unidos, justo después de licenciarse, las mujeres ganan 92 céntimos por cada dólar que ganan los hombres. Cuando alcanzan los 40 años, ganan solo 73 céntimos por cada dólar que ganan los hombres, según datos ofrecidos por la propia Goldin. “El cambio fundamental tiene que ver con los hombres más que con las mujeres”, en palabras de Goldin.
A su modo de ver, si los padres de familia son capaces de exigir un mayor salario por su disponibilidad laboral, le estarán trasladando a sus empresas que valoran mucho a su familia. “Y si las empresas se dan cuenta de que tienen que pagar a sus empleados mucho más para contar con su total disponibilidad, suelen reaccionar”, destaca. La catedrática de Harvard pone el ejemplo del sector de la sanidad en Estados Unidos, en el que los médicos han exigido poder tener horarios más flexibles y se han creado “grupos de trabajadores con perfiles similares que permiten sustituciones cuando uno de ellos tiene que atender sus obligaciones familiares. Así se puede evitar que la organización o la empresa tenga que pagar mucho más a un individuo por atender a sus hijos”.
- Cambio cultural
Goldin defiende que es necesario un cambio cultural tanto en las empresas como en los hogares: “Se espera y se asume que las mujeres deben disfrutar una baja por maternidad, pero no se espera lo mismo de los hombres. Es necesario que esta actitud cambie para que deje de pensarse que el hombre que disfruta de una baja por paternidad no es un buen trabajador”. De nuevo, la solución que propone es que se establezcan grupos de trabajadores que puedan apoyarse. Si se asume que todos los individuos del grupo pueden disfrutar de sus bajas y se pueden cubrir los unos a los otros en esos periodos, no se produce un gran impacto en la empresa”. Es fundamental que los hombres también asuman la responsabilidad de estar pendientes de lo que ocurre en sus hogares, y sean los primeros que digan a sus jefes que no están dispuestos a trabajar horas extra el domingo y perderse el partido de fútbol de su hija”.
- El empleo
La ganadora del Premio Nobel destacó que "la economía concierne a las personas, a la igualdad, al trabajo de las mujeres, a la salud, al desarrollo económico y al bienestar". A escala mundial, alrededor del 50% de las mujeres participan en el mercado laboral, frente a un 80% de los hombres. Ellas ganan menos" y tienen menos opciones de llegar a lo más alto de la escala profesional", comentó Randi Hjalmarsson, miembro del comité Nobel.
"Claudia Goldin indagó en archivos y recabó más de 200 años de datos relativos a Estados Unidos, lo que le permitió mostrar cómo y por qué evolucionaron con el tiempo las diferencias de ingresos y tasa de empleo entre hombres y mujeres", abundó Hjalmarsson.
"Los niveles educativos de las mujeres aumentaron enormemente, pero en muchos lugares sus salarios y sus rangos (jerárquicos) no progresaron", detalló Goldin a AFP.