Los mercados bursátiles mundiales cayeron con fuerza, debido a la preocupación por una posible e inminente invasión rusa de Ucrania.
Los retrocesos eran contundentes en Europa en los primeros intercambios, con pérdidas de 3,68% en Milán, de 3,51% en París, de 3,28% en Fráncfort, 2,7% en Madrid y de 1,91% en Londres. En Rusia el índice RTS se hundía un 4,29%.
Los mercados asiáticos ya marcaron previamente la tendencia con Tokio, que cerró en baja de 2,23%, mientras que las bolsas chinas retrocedieron de forma más moderada (Hong Kong -1,41%, Shanghai -0,98%).
Ya desde el viernes las preocupaciones geopolíticas hicieron caer en números rojos a Wall Street.
El domingo, Estados Unidos reafirmó que los rusos pueden atacar Ucrania "en cualquier momento". Este fin de semana fueron intensos los contactos diplomáticos entre dirigentes occidentales y rusos para reducir tensiones.
"El mercado integra en las cotizaciones el peligro de una guerra", observó Jochen Stanzl, analista de CMC Markets. "(...) Muchos inversores se sienten obligados a vender sus acciones debido a un alza de los riesgos geopolíticos", agregó.
Europa
Las principales bolsas europeas tuvieron un comportamiento negativo ante las crecientes tensiones geopolíticas.
El índice FTSE 100 de la Bolsa de Londres cerró con una caída del 1,7%; el CAC 40 de París, perdiendo 2,3% y el índice Dax de Fráncfort marcaba -2% al final de la sesión.
En Madrid, el Ibex 35 también terminó en rojo (-2,69%), así como el índice FTSE Mib de Milán, que cerraba con una bajada del 2,04%.
Inflación en EE.UU.
De otra parte, la fuerte inflación en Estados Unidos pone en juego la credibilidad de la Reserva Federal (FED, banco central), que debe subir sus tasas de interés para combatir la inflación sin perturbar los mercados financieros, indicó uno de sus responsables.
"Nuestra credibilidad está aquí en juego", subrayó a la cadena CNBC James Bullard, presidente de la sucursal de Saint Louis de la FED, tras registrarse un aumento del índice de los precios al consumo de 7,5% en 12 meses a enero, la mayor inflación en cuatro décadas.
Bullard, con voto en el comité de política monetaria de la FED, dijo que el ente debe "ir fuerte" y elevar la tasa de referencia a uno por ciento para julio.
La semana pasada, Bullard causó fuertes reacciones en los mercados tras realizar comentarios sobre la necesidad de remover los estímulos a la economía creados durante la pandemia.
En su reunión de fines de enero, la FED manifestó su intención de subir las tasas de referencia -en cero desde marzo de 2020 para combatir la pandemia- a partir de marzo, tras mejoras en el mercado laboral pero en un contexto de inflación alta que podría durar.
Por otra parte, un índice de Deutsche Bank sobre la volatilidad de las divisas del G10 subió al 7.5%, el punto más alto desde febrero de 2021, mientras que el indicador de BofA sobre la volatilidad del mercado de bonos cerró el viernes en un máximo de varios años de 94 puntos.
Aparte de la amenaza de una guerra que dificulte el suministro de petróleo y golpee el crecimiento económico, la política de los bancos centrales ha sido una fuente añadida de volatilidad.
La inflación, en máximos históricos o de varios años, está alentando las especulaciones de que la Reserva Federal de Estados Unidos podría optar por un ciclo agresivo de subidas de tasas, y que el Banco Central Europeo también podría subir los tipos de interés este año.
Asimismo, el UBS Global Wealth Management señaló que las oscilaciones del mercado habían aumentado desde principios de año, mientras que la preocupación por el covid-19 había disminuido.
“La volatilidad sigue siendo elevada como consecuencia de las repetidas sorpresas al alza en los datos de inflación de Estados Unidos y la creciente preocupación en Europa del Este”, dijo.