Al pronosticar que este año la inflación llegaría este año al menos a 5,5%, el gerente del Banco de la República, Leonardo Villar, reconoció que por cuarto año consecutivo no se cumplirán con las metas previstas por el máximo rector en Colombia de las expectativas en el IPC.
El Índice de Precios al Consumidor (IPC) de julio, según el informe del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane), se situó en 6,86 %, lo que muestra una desaceleración en comparación con el 11,78 % registrado en 2023. Además, en lo que va del año, es decir, de enero a julio, el índice se ubicó en 4,32 %, frente al 6,68 % registrado en el mismo período del año anterior.
Villar fue enfático en que para 2025, la mayor parte de los analistas del mercado y las proyecciones implícitas en las diferencias entre las tasas de los TES a tasa fija y aquellos indexados a la UVR, una vez ajustadas por primas de liquidez y de volatilidad, coinciden en pronosticar que la inflación seguirá convergiendo hacia la meta de 3 % y se ubicará dentro del rango de +/- 1 punto porcentual alrededor de esa meta.
Sin embargo, esas expectativas coinciden en que la inflación sería algo superior a esa meta y en que será difícil estar allí hacia mediados de 2025, que fue el momento en que la Junta del Banco anunció desde noviembre del año pasado que esperábamos estar dentro de dicho rango.
Resistencia
“Desafortunadamente, la economía colombiana se destaca por ser una de las que mantiene la inflación más alta entre las economías que siguen una estrategia de política de inflación objetivo”, dijo Villar.
En su última exposición en el foro sobre el mercado de capitales, el directivo sostuvo que "la reducción de la inflación es una de las más fuertes que hemos observado en los más de 100 años de existencia del Banco de la República para un lapso de menos de año y medio".
Del mismo modo, Villar aseguró que no cumplir con el objetivo propuesto incide en la reducción de tasas de interés, ya que hay una relación directa entre esta variable y la inflación.
Asimismo, fue enfático en señalar que la única forma en la que se puede disminuir esta tarifa es “que la tasa de inflación sea baja y estable, lo cual se traduce para efectos prácticos en que esa tasa llegue a la meta del 3% con la que se ha comprometido la junta”, explicó.
La perspectiva también bajó para el fin de 2025: antes se esperaba que terminara en 3,94 % y ahora se prevé que finalice en 3,87 %.
Lejos de la meta
De acuerdo con las proyecciones presentadas, al cierre de 2024 el IPC será de 5,5%, lejos de la meta que es 3%, y que significará que por cuarto año consecutivo el banco central no cumpla con el objetivo trazado. Solo para agosto se pronostica que el indicador cerrará en 0,23 %, en un rango entre el 0,10 % y 0,44 %.
Villar dijo que Colombia sigue siendo uno de los países con la inflación más alta, a pesar de la fuerte política monetaria restrictiva. No obstante, manifestó que la nación tiene una fuerte resistencia histórica, sobre todo por el ritmo de crecimiento económico.
En ese sentido, uno de los factores que más ha frenado la caída de la inflación son los combustibles, y que no fue un movimiento acertado, teniendo en cuenta que las referencias se congelaron para evitar que se subiera el IPC, algo que finalmente terminó ocurriendo.
“En 2021 y en 2022 se tomó una decisión importante, que de golpe era comprensible en ese momento, pero a la vista de lo que ha sucedido hoy en día, podemos decir que fue una decisión compleja porque no aumentamos el precio de los combustibles para no presionar la inflación y finalmente se subió, y en cambio generó un déficit fiscal, por eso es indispensable ajustar esas tarifas”, declaró el gerente general.