Aunque  la construcción del aeropuerto de Aerocafé fue incluida en el Plan de Desarrollo del Gobierno de Gustavo Petro, su construcción sigue en el limbo.

El gobierno no está convencido de la importancia de la obra. La semana pasada, en una visita que hizo el ministro de Transporte William Camargo a la obra, dejó descontentos a dirigentes de Caldas y contratistas ante las dudas que expresó.

En el mismo el funcionario advirtió que al contratista a quien se le adjudique finalmente la obra para su finalización será “con problemas”.

También fue crítico con la falta de avances en la obra que se ha registrado en años anteriores: “Lo de los años anteriores (2010 y 2011) no lo estamos contando. A hoy, ¿cuánto hemos invertido allí? ¿Los invito a que se pregunten cuánta plata se ha gastado y cuántas pistas se han hecho?”.

“Estaré muy atento acompañando y sugiriendo, con ustedes y con la Aerocivil, para buscar la mejor salida y esperando que lo que está hacia atrás se pueda resolver. Insisto mucho en el traslado de riesgos en las etapas siguientes”, dice un tercer audio del ministro Camargo.

Esta postura del Gobierno Petro no es de ahora. En marzo pasado, el anterior ministro de Transporte, ministro de Transporte, Guillermo Reyes González, dijo en el Congreso Nacional de Municipios en Cartagena, se refirió a casos de corrupción en el Patrimonio Autónomo y en la Aeronáutica Civil frente a este aeropuerto. Estos señalamientos generaron reacción en algunos gremios y entre la bancada de congresistas del departamento.

Desde la Cámara de Comercio de Manizales por Caldas expresaron su inconformidad por las declaraciones del ministro y le solicitaron cumplir con el compromiso de la culminación de la terminal aérea sin más excusas ni distracciones.

“No es aceptable su comportamiento con una región que hace ingentes esfuerzos por mantenerse vigente a pesar de la desidia gubernamental para crear y mantener las condiciones competitivas”, indicaron en un comunicado firmado por Juan Felipe Vanegas Marín, presidente de la junta directiva y Lina María Ramírez Londoño, presidenta ejecutiva.

Desde la entidad recordaron que esta es una obra en marcha y que necesita ser terminada por dos razones: la primera porque se necesita por millones de habitantes de la región y la segunda porque no concluirla representaría un detrimento patrimonial público de grandes dimensiones.

Aerocafé quedó incluido en el Plan Nacional de Desarrollo del presidente, Gustavo Petro, como proyecto priorizado dentro de las líneas de inversión estratégica nacional. Exactamente como “programa de mejoramiento, construcción y expansión de la infraestructura aeroportuaria cargo de la Nación con especial énfasis en Tolú, San Andrés y Providencia, Nuquí, Bahía Solano, Pasto, Pitalito, Guapi, Arauca, Leticia, La Guajira, Mitú, Aguachica, Montelíbano, Tumaco, Ipiales, San José del Guaviare y Aerocafé en Palestina (Caldas)”.

Sin embargo, la obra si ha tenido complicaciones en el manejo de recursos. El 3 de octubre pasado, la Contraloría General profirió un fallo con responsabilidad fiscal por $82.329 millones contra los constructores, interventores y supervisores de estas obras que se contrataron en 2009.

De acuerdo con la Contraloría, los terraplenes 8 y 10 del Aeropuerto del Café son inestables, de ahí que no serán utilizados para conformar la pista de la etapa 1 del proyecto.

Sin embargo, este no es el único problema de una obra que promete ser un eje para la competitividad y conectividad del departamento de Caldas, pero que lleva cuatro décadas sin despegar. Un tribunal de arbitramento; una denuncia penal contra el alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín, miembro de la Asociación Aeropuerto del Café; la terminación unilateral del contrato con la firma española Obrascón Huarte Laín (OHL) y la antesala de nuevos y millonarios pleitos están en la lista.

En declaraciones a los medios, los diputados Camilo Gaviria, de la coalición ‘Todos pa’ delante’ y Jorge Hernán Aguirre del Partido Liberal, sobre el futuro de la obra, criticaron el futuro de Aerocafé. Gaviria indicó que “esta es la crónica de una muerte anunciada, nosotros lo advertimos desde el principio de cómo hicieron este proyecto por obra pública cuando varios ministros del gobierno Santos le dijeron que buscaban la forma de hacer esto por concesión y además hicieron un contrato con OHL de $144.000 millones para la parte de movimientos, tierras y drenaje, y que esa primera parte de la pista lo hicieron en tres fases”.

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Asimismo, comentó que “lo más aberrante de todo son las mentiras del gobernador Luis Carlos Velásquez año tras año, él dijo que había cierre financiero, que los estudios y la plata estaban (…) pero la plata nunca ha estado. Ahora el ministro entrante confirma las hipótesis nuestras”.

Por su parte, el diputado del Partido Liberal Jorge Hernán Aguirre resaltó que “ese es un proyecto que ha sido históricamente avalado en los Planes de Desarrollo, también podríamos decir que el grueso de las decisiones sobre contratación ha sido desde el orden nacional, entonces mucho de lo que hoy ocurre debió haberse hecho desde el Gobierno Nacional e inclusive con el ejercicio de control político desde los congresistas”.

Agregando que “esta región que tanto le ha dado al país se merece un aeropuerto regional, un aeropuerto internacional con el que tanto hemos soñado, este es un proyecto que no puede vernos como una generación fracasada a nosotros como Eje Cafetero”.

Desde el año 1977 se está hablando del entonces llamado ‘Aeropuerto de Palestina’, aprovechando la meseta entre La Felisa y Chinchiná en Caldas. Este proyecto se concibió con el objetivo de mejorar la infraestructura aeronáutica de la región y servir de apoyo al Aeropuerto La Nubia de Manizales.

Sin embargo, no fue sino hasta 2002 que InfiCaldas e InfiManizales suscribieron una alianza con el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo por más de US$290.640. En 2005, se comenzaron a construir los primeros terraplenes.

Sin embargo, en 2010 fueron detectadas irregularidades en la construcción por varias deformaciones en las obras. Luego, entre 2016 y 2018, a pesar de que la construcción no avanzaba, se llevaron a cabo una serie de análisis de obras, mesas técnicas y nuevos convenios financieros.

En 2021, Obrascón Huarte Laín OHLA S.A. ganó la convocatoria pública por $141.108 millones para ejecutar la obra en un plazo de 816 días. No obstante, la existencia de nuevos incumplimientos no solo volvió a retrasar el proyecto, sino que le conllevaron multas por más de $30.000 millones.

Más tarde, el gobierno de Iván Duque suspendió el contrato y nuevamente el proyecto del Aeropuerto del Café quedó sin futuro.

Actualmente el proyecto cuenta con el permiso de construcción y ha sido declarado de importancia estratégica nacional mediante el documento Conpes 4026. Además, se han realizado estudios y diseños en la fase III de la etapa uno del proyecto, con presupuestos actualizados para el año 2023, lo que lo hace viable para el departamento.

 Por otro lado, la Secretaría de Infraestructura del departamento está llevando a cabo la construcción de la vía de acceso al terminal aéreo por la Autopista del Café desde el 10 de abril de 2023, con un plazo de ejecución de 18 meses.

La gestión de la Asociación

La Asociación Aeropuerto del Café rindió informe de gestión ante la Asamblea Departamental de Caldas, donde se dieron a conocer las actualizaciones del presupuesto, cronogramas, estudios, diseños y especificaciones técnicas del proyecto. Todo esto con el fin de estructurar la licitación para la terminación de las obras que iniciaron en el año 2021.

“De parte de la gran mayoría de la Asamblea Departamental estamos dispuestos a seguir respaldando, desde nuestro ejercicio, la aprobación de los presupuestos y control político al proyecto Aerocafé. Se trajo una muy buena noticia y es que en el Plan Nacional de Desarrollo queda incorporado, pero necesitamos que las obras avancen, para eso requerimos la voluntad expresa del Gobierno central y sus entidades”, manifestó el presidente de la Asamblea Departamental de Caldas, Andrés Chaparro Echeverry.