Nuevo apretón de calificadoras a los bancos colombianos | El Nuevo Siglo
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Domingo, 26 de Abril de 2020
Redacción Economía

Debido al incremento de los riesgos en los activos por el impacto del coronavirus, la calificadora Moody’s bajó la nota a los bancos colombianos, de estable a  negativa. Con ello las calificadoras extienden el apretón a casi toda la economía colombiana. Justifica esta decisión la calificadora al afirmar que “hemos cambiado nuestras perspectivas para que el sistema bancario colombiano sea negativa de estable a medida que el brote de coronavirus y los efectos de los precios más bajos del petróleo se reducen a las expectativas de crecimiento económico, debilitando el entorno operativo de los bancos”.

Sostiene la calificadora que “las medidas para frenar la propagación del coronavirus pesarán la actividad empresarial y el deterioro de las condiciones de funcionamiento erosionará la calidad de los activos de los bancos a medida que se debilite la capacidad de pago de los prestatarios. El capital disminuirá con el aumento de las provisiones por pérdida de préstamos, y la rentabilidad se verá atenuada por el aumento de los costos de crédito y las tasas de interés más bajas. El entorno operativo se está deteriorando”.

Asimismo señala que “la perturbación económica provocada por la crisis del petróleo y el brote de coronavirus, junto con las medidas nacionales anunciadas hasta ahora para contener la propagación del coronavirus, pesarán significativamente en el consumo de los hogares y las perspectivas de inversión a corto plazo. Esperamos una presión importante a la baja sobre el crecimiento económico en 2020, pero anticipamos una recuperación gradual durante la última parte del año y un posible repunte en 2021”.

 

El impacto

No obstante, Moody’s señala que “los efectos de los precios más bajos del petróleo y la depreciación del tipo de cambio añaden presiones significativas sobre el perfil fiscal de Colombia, aumentando la carga de la deuda denominada en dólares. La calidad de los activos se debilitará con las presiones macroeconómicas, a medida que una economía más lenta impulse el desempleo más alto, alimentando morosidad. Unas condiciones operativas más débiles perjudicarán la calidad de los préstamos al consumidor y a las empresas corporativas en un momento en que los bancos se estaban expandiendo a los préstamos al consumo y a las pequeñas y medianas empresas (PYME), que ahora representan más del 30% del total de los préstamos”.

Asegura en su informe de perspectivas, que “los programas de apoyo gubernamental centrados en las transferencias y reembolsos de impuestos a los hogares de bajos ingresos y en las refinanciaciones de seguros y préstamos a las PYME sólo contribuirán parcialmente a mitigar el efecto adverso del brote en los ingresos y el desempleo y, por lo tanto, en la calidad de los activos”.

Otras de las razones que argumenta la firma para cambiar su nota, es que “los riesgos relacionados con las altas concentraciones de un solo prestatario y la exposición a Centroamérica siguen siendo preocupaciones clave para los bancos colombianos y seguirán exponiendo la calidad de los activos a la volatilidad”.

En este punto al referirse a Centroamérica, se debe a que varios bancos colombianos, como el Bogotá y Davivienda, tienen operaciones en algunos países de esa región.

Por otra parte, la calificadora menciona que “el aumento de los costos de crédito y los tipos más bajos debilitará la alta rentabilidad de los bancos. El empeoramiento de la capacidad de pago del prestatario aumentará los costos de crédito al consumo y los beneficios exitosos, y las tasas de interés más bajas comprimirán los amplios márgenes de los bancos. Al mismo tiempo, menores volúmenes de préstamos y una actividad empresarial más débil erosionarán los ingresos y ganancias de las tasas en general. Esperamos que las iniciativas digitales de los bancos apoyen las medidas de control de costos”.