Mientras que en el 2023 el comportamiento del dólar en Colombia generó inquietud en el mercado cambiario por su tendencia de sube y baja, en el 2024 durante el primer trimestre, la divisa se ha mantenido estable por la fortaleza del peso.
Desde el 1 de enero cuando registró el menor precio con $3.822,05, la fluctuación de la Tasa Representativa del Mercado en el país ha sido en promedio de $153, con un pico en alto el 6 de febrero con $3.975,74.
Este comportamiento en el que se refleja cierta estabilidad, ha tranquilizado a los mercados, luego de la alta volatilidad del año pasado.
Los analistas que participaron en la Encuesta de Opinión Financiera de Fedesarrollo, consideran que la tasa de cambio se ubicará entre $3.900 y $3.841, con $3.890 como respuesta mediana a finales de marzo. Sin embargo, ayer la divisa presentó una disminución de $34 para promediar un valor de $3.867 en el mercado financiero.
No se debe descuidar que esta semana, por los festivos, los analistas no creen que presente cambios importantes de cara al cierre de mes.
Para Sergio Olarte, economista jefe de Scotiabank Colpatria, estos días se espera que sigan jugando un papel importante en dos temas: la movilización de dinero para pagar impuestos y las decisiones de la semana anterior sobre política monetaria.
Sin volatilidad
A su vez, David Ballén, director de Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa SCB, proyecta que esta será una semana de calma y poca volatilidad, considerando también la cantidad de días festivos. Jeisson Andrés Balaguera, director ejecutivo de Values AAA, banca de Inversión, estima que el dólar seguirá por encima de los $3.900, pero no muy alejado de este rango.
En el mercado interbancario, se presentó un punto de inflexión cuando, el pasado 19 de marzo, el dólar llegó al mínimo más bajo registrado en un día hábil en lo corrido de este 2024. Si bien es un precio medianamente alto, en comparación con el año pasado, esta divisa ha mantenido una cierta tendencia a la baja durante el último año.
A pesar del contexto internacional en donde el dólar se fortalece, la apreciación del peso colombiano ha destacado y despertado la curiosidad de los colombianos. Mientras que, monedas fuertes como el yen toca importantes máximos de los últimos meses, el peso parece mantenerse estable.
Uno de los factores que más suelen alterar el precio del dólar en Colombia es la valorización que tiene esta divisa estadounidense en el marcado internacional.
Sobre ello, los expertos han destacado que el dólar se ha fortalecido, especialmente por las expectativas en torno a las tasas de interés de la Reserva Federal. A pesar de que su inflación aumentó, los datos económicos de crecimiento en Estados Unidos fueron positivos, lo que ha aportado en la apreciación del dólar.
Si bien esto se podría traducir en un aumento del precio de negociación del dólar en el país, se ha visto un comportamiento contrario. Esta apreciación del peso colombiano sobre el dólar, de acuerdo con expertos económicos, se relaciona con el comportamiento del petróleo en los últimos meses.
El petróleo
Andrés Langebaek, director de Estadios Económicos en Grupo Bolívar, subraya que el petróleo es muy importante en la economía colombiana, pues es el principal producto de exportación. Por esta razón, el aumento de su precio favorece a la apreciación del peso colombiano, lo que se refleja en el valor de negociación del dólar en el país.
De acuerdo con Langebaek, “lo que ha ocurrido es que el petróleo ha subido de US$81 dólares a US$86 con una subida de US$5 dólares, que ha llevado a que las monedas de países petroleros se aprecien y ese es el caso de Colombia”.
Si bien, en este año el dólar no ha estado por encima de los $4.000, esto no sería necesariamente algo negativo, de acuerdo con analistas financieros. Por el contrario, podría ser señal de un avance económico en el país.
Otro factor que ha incidido en que el precio del dólar haya bajado de más de $5.000 pesos a finales del 2022, a $3.822 a comienzos de enero de este año, se relaciona con la debilidad en la demanda por importaciones que tiene Colombia. Según explica Langebaek, este, a su vez, tiene que ver con el bajo crecimiento económico del país en el último año.
De acuerdo con el analista económico, este bajo crecimiento tuvo también una menor demanda por importaciones de diferentes tipos: importaciones de bienes de consumo, de materias primas y de bienes de capital. “En la medida en que la demanda por importaciones bajó, la demanda de dólares por esos importadores también se redujo”, explicó Langebaek, quien agregó que esto también ha influido en que el dólar esté teniendo una reducción relativamente constante.
Mejor moneda
Luego de posicionarse el peso como la moneda con mejor desempeño frente al dólar durante 2023, para este año y en lo corrido del primer trimestre, según los investigadores de Bancolombia, se ha generado menor incertidumbre y buenas cifras del balance externo del país. Estos dos elementos han dado al peso fortaleza y la volatilidad del mercado se ha reducido a registros menores.
Señalan que, en estos primeros tres meses, esta dinámica obedecería a la solidez de los indicadores macroeconómicos de EE. UU., el cambio de expectativas del mercado frente al inicio del proceso de normalización de la política monetaria en ese país y el diferencial de tasas de interés favorable para Colombia.
En este contexto, el principal fundamental a nivel internacional ha sido el cambio en las expectativas sobre la tasa de interés de política monetaria de la Reserva Federal. Hoy, el mercado prevé que el primer recorte será en junio, luego de un fuerte ajuste de las expectativas, ya que en las primeras semanas del año se descontaba una probabilidad de su mercado laboral y la resiliencia de su actividad económica, elementos que permitirían un aterrizaje suave.
Ahora bien, el incremento del diferencial de tasas entre Colombia y los pares de la región que iniciaron antes el proceso de recorte de tasas (Chile, Brasil, Perú), ha favorecido al peso. “Consideramos que este factor ha explicado cómo la moneda se ha mantenido cerca del nivel promedio de monedas pares, mientras la percepción de riesgo país se mantiene distanciada. Sin embargo, conforme avance el año, el efecto se desvanecerá, de la mano del avance del Emisor en el proceso de recortes y se normalice el diferencial, lo que presionaría a una devaluación del peso”, señalan.
La influencia del petróleo
Por su parte, el desempeño de los precios del petróleo, que se han visto afectados por las tensiones geopolíticas en Medio Oriente, Ucrania y el mar Rojo, también ha impactado a la tasa de cambio, teniendo en cuenta que este se mantiene como el principal producto de exportación. Sin embargo, se espera una tendencia bajista.
Debido a la menor relevancia que ha tenido la tradicional relación entre el dólar y el precio del crudo en los últimos años, la corrección de las cuentas externas ha determinado en el comportamiento reciente de la tasa de cambio.
En concreto, la reciente reducción del déficit de cuenta corriente, jalonada por el ajuste del déficit comercial y las menores salidas de utilidades empresariales, ha reducido la dependencia de la tasa de cambio a los flujos financieros, mientras la sólida entrada de inversión directa y los favorables términos de intercambio (precio de exportaciones contra el precio de importaciones) han incidido en la apreciación del peso.
Así pues, aunque el bajo nivel de déficit de cuenta corriente podría explicar un peso que se mantenga fuerte, la incertidumbre local, las crecientes preocupaciones en materia fiscal y la baja inversión fija, llevarían a que predomine una tendencia de depreciación del peso en la segunda mitad del año.