La decisión del Gobierno de incrementar los aranceles hasta en 40% a las importaciones de textiles causó sorpresa en algunos sectores, que advirtieron va a provocar el efecto contrario de incrementar la producción nacional.
El exministro de Hacienda José Manuel Restrepo criticó el decreto que establecería un arancel del 40% para la importación de textiles.
De acuerdo con el exjefe de esta cartera, es "pésima y desproporcionada" y aseguró que esta nueva medida "aumentará aún más la inflación y generará más contrabando".
"Pésima y desproporcionada decisión. Sumado a alta devaluación, encarece insumos y bienes finales del sector, (¡ropa!). Aumenta inflación. Genera más contrabando y retaliaciones comerciales que afectan nuestras exportaciones agroindustriales. La competitividad no se decreta, se trabaja", aseguró el ministro.
El presidente Gustavo Petro aseguró que esta medida busca proteger el comercio local e incentivar los textiles nacionales, por encima de los importados.
"Este arancel a la importación de confecciones permitirá que pueda dispararse la industria de confecciones de Colombia. Mejor aún, si frenamos el gran contrabando, que es la otra cara de la moneda de la exportación de cocaína ilegal", dijo Petro.
El documento que se conoció especifica que se trata del “arancel del cuarenta por ciento (40%) ad valorem a las importaciones de cualquier origen de nación más favorecida (NMF), para los productos clasificados en los capítulos 61 y 62 del Arancel de Aduanas Nacional”.
Impacto
El economista Jorge Restrepo explicó que aumentar las importaciones de los textiles y de la materia prima de la confección haría que también aumente el contrabando por lo que, de igual manera, esto terminaría impactando drásticamente la producción local.
Señala que “pese a que el decreto que propone el presidente Petro tenga como propósito defender a la industria nacional frente a los productos importados, esta intención puede también llevar a un efecto contrario en el que se puedan ocasionar daños a los consumidores”.
Para Restrepo la mejor alternativa que privilegie los productos nacionales debería estar basada en sugerir estos impuestos a aquellos mercados que estén fuera de los tratados de libre comercio, y que representen una competencia desleal debido a los reducidos costos con los que se distribuyen. Mas no a todos los textiles en general.
Dicha medida afectaría también al sector del comercio, puesto que muchos pequeños y medianos comercios de textiles tienen buenos márgenes de ganancia gracias a las masivas importaciones de estos bienes a bajo costo.
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El comercio
Por su parte, el presidente de Fenalco, Jaime Alberto Cabal, manifestó su preocupación por el borrador de decreto.
“Una medida como esta en medio de un escenario inflacionario y con un dólar por encima de los $5.000 impactará negativamente el bolsillo de los colombianos y generará mayor desempleo e informalidad. Esta situación terminará premiando al contrabando”, afirmó el vocero de los comerciantes.
Según el gremio, el impacto en el precio final a los consumidores, teniendo en cuenta además que hay un encarecimiento en las importaciones por cuenta de la devaluación del peso frente al dólar, será en promedio de un 30% más, lo que finalmente aumentaría la rentabilidad del contrabando, ya que se incrementaría el diferencial de un producto legalmente importado, en comparación con el ilegal.
Bajo este panorama el desestímulo a la compra de prendas de vestir, el cuarto rubro de la canasta familiar, traerá como consecuencia menos áreas en establecimientos comerciales dedicadas a este segmento y, por consiguiente, menos estímulos a la expansión y generación de nuevas plazas de trabajo en este sector.
Cabe resaltar que en Colombia no hay capacidad de producción para sustituir las confecciones importadas, porque sus niveles de inversión en los últimos 10 años han sido muy bajos.
Además, paradójicamente, si se le restan recursos al comercio, para pagar más impuestos a la DIAN, se afectarán y disminuirán las compras de productos nacionales.
“Aumentar los aranceles al 40%, máximo consolidado en la OMC, no parece ser la estrategia adecuada para que Colombia se vuelva una potencia regional en las confecciones, por lo que sugerimos convocar a unas mesas de trabajo con los comerciantes representados por Fenalco, con el objetivo de proponer fórmulas más equitativas y trazar unas rutas diferentes a las ya ensayadas anteriormente, que han demostrado ser ineficaces”, sostuvo Cabal Sanclemente.