Prevén drástica alza de inflación por paros y bloqueos | El Nuevo Siglo
LOS PRECIOS de los alimentos son los que más van a presionar que en mayo la inflación haya subido considerablemente, según los mercados./ENS
Diana Rubiano El Nuevo Siglo
Jueves, 3 de Junio de 2021
Redacción Economía

Debido a que mayo registró bloqueos y restricciones por culpa del paro nacional, la inflación durante este mes podría duplicarse como ya lo prevén los mercados financieros. De acuerdo con los investigadores, “esperamos que el índice de precios al consumidor -IPC- de mayo, que se dará a conocer mañana, presente una variación mensual de 0,75%. Este pronóstico está por encima del promedio de las estimaciones de los analistas consultados por el Banco de la República (0,50%)”.

En un informe del Bancolombia, se indica que “nuestra estimación se sustenta, en primer lugar, en un avance de la inflación de alimentos, que calculamos en 3% mensual. Esta cifra es medio punto porcentual superior a la que planteamos hace algunas semanas. Esta expectativa está asociada a las dificultades en el transporte y la distribución de muchos de estos bienes en varias regiones del país, lo que impulsó sus cotizaciones, particularmente en las primeras semanas de mayo”.

Señalan los expertos que de materializarse este escenario, la inflación de 12 meses pasaría de 1,95% en abril a 3,04% en mayo. Este avance estaría explicado en buena medida por el efecto de una baja base de comparación, generada por la moderación de los precios al inicio de la pandemia. La segunda causa será la aceleración de la categoría de alimentos, que pasaría de 3,99% a 7,06%. “Asimismo, contemplamos un repunte de 75 puntos básicos en la inflación anual sin alimentos, que llegaría así a su nivel más alto desde abril de 2020”, sostienen.

Expectativas

Explican en su análisis que “con esta expectativa, e incorporando los riesgos alcistas que se han materializado en los últimos meses, en la actualidad prevemos que el escenario de inflación más probable para el cierre de 2021 es de 3,5%. Vale la pena advertir que la historia muestra que el impacto en precios generado por disrupciones de oferta como los paros y las manifestaciones tiende a disiparse rápidamente”.

Ante este hecho, explican que “en efecto, hemos calculado que el componente irregular de la inflación que suelen originar los paros en Colombia es corregido casi en su totalidad durante el mes siguiente, y al cabo de tres meses ha desaparecido por completo. Al asumir una normalización rápida luego de este choque, en diciembre la inflación llegaría 3,5%. Sin embargo, si la disipación del choque de oferta se diera de forma más paulatina, al cierre de 2021 la variación del IPC podría ser incluso más alta”.


Le puede interesar: Hasta $6,1 billones habría perdido Colombia por paros


Tal escenario sería factible si el estado de descontento social y la negociación entre las autoridades y el comité del paro se llegaran a extender por un tiempo más prolongado. En tales circunstancias, el registro del IPC al final del año aumentaría hasta 3,7%.

Los incrementos más pronunciados se habrían presentado en Popayán, Cali y Buenaventura. Estas ciudades de la región Pacífica han vivido las mayores alteraciones en el orden público y problemas en la movilización de mercancías. Entre tanto, en Bogotá (3,2%), cuyo peso en el índice asciende a 41%, el aumento del costo de los alimentos se habría situado cerca del total nacional. Para la capital del país la variación en esta categoría estaría jalonada por productos como la carne de res y aves, los huevos y el plátano. Frente a ellos, creemos que los problemas de movilización no habrían sido los únicos determinantes detrás de este movimiento.

Intereses

Sostienen los economistas que “teniendo en cuenta el comportamiento esperado de los precios durante el resto del año, creemos que la Junta del Emisor tendrá que evaluar antes de lo esperado alzas en su tasa de referencia. A la luz de los criterios convencionales, a los choques de oferta como los que han ocurrido recientemente la autoridad monetaria solo debería responder si producen un desanclaje de las expectativas de inflación, especialmente en horizontes amplios".

Sin embargo, aún si las expectativas inflacionarias de mediano plazo no se deterioran, hay otras consideraciones que pueden sustentar un cambio en la orientación de la política monetaria. La más importante de ellas es que la vulnerabilidad de la economía se ha acentuado, tanto por la incertidumbre alrededor del rumbo de las finanzas públicas en el corto y el mediano plazo, como por la ampliación en el déficit en cuenta corriente en los primeros meses del año.