SI SE dan todas las previsiones de los mercados y analistas económicos, la economía colombiana continuaría en el tercer trimestre con el leve aterrizaje que ha mostrado durante este año.
Así, estiman que el Producto Interno Bruto, que será dado a conocer hoy por el DANE, estaría en un rango entre 0,4% y 0,7% el más optimista.
Tanto entidades privadas como públicas, confían que, entre junio y septiembre, el mayor golpe al crecimiento viene dado por las tasas de interés, la inflación y el incremento en los precios de las materias primas.
Por ejemplo, el equipo técnico del Banco de la República, espera que el crecimiento anual del PIB sea de 0,4% en el tercer trimestre y la perspectiva para el año completo se revisó al alza, de 0,9% a 1,2%.
Señalan los directivos que “aunque la economía ha continuado su desaceleración del alto crecimiento observado en 2021 y 2022, el nivel de actividad económica se mantiene en los niveles de su tendencia de largo plazo y la tasa de desempleo está en niveles históricamente bajos”.
El Emisor
El Emisor detalló que el staff del Banco “resaltó que, aunque se continúa observando una desaceleración en la actividad, esta se materializa desde niveles altos de producción y en particular en torno a la senda de PIB potencial o tendencial. Al tiempo, se resalta que la tasa de desempleo se mantiene en niveles históricamente bajos”.
Señala el Emisor que, aunque estas tasas de crecimiento significan una desaceleración sustancial con respecto a los años anteriores, el nivel de la actividad económica se mantiene elevado y el desempleo ha está disminuyendo, en un contexto de elevadas tasas de participación laboral.
A su vez, el desempeño sectorial ha sido desigual, con estancamiento o retroceso en sectores primarios y secundarios y crecimiento en el sector terciario. Por el lado de la demanda, se observan caídas en la inversión y el consumo de bienes durables y semidurables, que contrastan con el crecimiento en el consumo de servicios.
Impacto
Por su parte, el centro de pensamiento ANIF, considera que “el comportamiento del consumo minorista y algunas de las actividades del ISE son muestra del efecto que ha tenido el ajuste monetario sobre los hogares. Dado lo anterior, esperamos que el recorte de tasas por parte del Banco Central empiece este año. Con todo, esperamos que el producto se expanda entre 1% y 1.5% en 2023. En ANIF mantenemos un constante monitoreo de las condiciones macroeconómicas para, de ser necesario, actualizar nuestras proyecciones y estimamos para el tercer trimestre en 0,5%”.
En otro orden, el Gobierno nacional confía en que el crecimiento de la economía colombiana para 2023 supere el 1,8%, muy por encima de las proyecciones de los organismos internacionales, aunque confía que entre junio y septiembre el PIB llegue al 0,7%.
Según el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se espera que la cifra de crecimiento del tercer trimestre para Colombia tenga un repunte significativo, que permita la recuperación del aparato productivo y económico del país al cierre del año.
“Nosotros esperamos que ese crecimiento del tercer trimestre sea más alto que el del segundo, para que terminemos el año, según el fondo monetario internacional en 1,3%, según el Banco Mundial en un 1,5%, nosotros pensamos que puede ser hasta un 1,8%”, señaló el ministro de Hacienda.
El jefe de la cartera económica dijo que es por esta razón que se están tomando decisiones en materia de inversión de recursos en obras públicas, construcción de vivienda e infraestructura educativa y de salud.
El Gobierno nacional confía que, en los dos últimos meses del año, especialmente en diciembre, la economía colombiana tenga un repunte significativo, que contribuya a la recuperación de todos los sectores productivos, de negocios y servicios.
Proyecciones
Por otro lado, el equipo de investigaciones del Bancolombia en su análisis para el tercer trimestre, sostiene que “anticipamos que la economía colombiana habría mantenido un bajo ritmo de crecimiento, al expandirse solo 0,4% anual durante el tercer trimestre del año. A pesar de lo anterior, la evolución en el margen (trimestral) habría sido positiva: el PIB se habría expandido entre 0,4% y 0,6% frente al nivel evidenciado en el segundo trimestre”.
Indican que “es decir, la economía habría evitado la que suele ser una señal contundente de recesión técnica: dos trimestres consecutivos de caída secuencial. Desde el punto de vista del gasto, el modesto resultado sería motivado por un bajo desempeño del consumo privado y la inversión, mientras el consumo público habría hecho de contrapeso positivo. Entre tanto, desde la oferta, los sectores productores y comercializadores de bienes habrían exhibido los resultados más modestos”.
Consideran los expertos del banco, que “esta estimación, que contempla la evolución más reciente de los principales indicadores líderes oficiales, apunta a una tasa ligeramente inferior a lo adelantado por nuestro NowCast Bancolombia, tal que se agudizan las señales de continuación de la fase débil del ciclo económico del país”.
Ahora bien, a pesar del bajo crecimiento anual, la evolución secuencial (tercer trimestre frente al segundo de este año) habría sido positiva.
“En medio del margen de error típico de las diferentes metodologías de desestacionalización y las usuales revisiones que sufren estos datos con cada nuevo dato, calculamos que el avance trimestral del PIB habría dejado atrás el retroceso secuencial (-1%) que se observó en el segundo trimestre y, además, evitaría una contundente señal de que la economía de Colombia pudiese estar atravesando por un periodo de recesión técnica ante el entorno de elevadas tasas de interés de política monetaria”, aseguran los economistas.
Consideran que “precisamente las altas tasas de interés serían el principal factor detrás del bajo desempeño económico. La tasa de política monetaria está en su máximo nivel nominal desde finales de 1999, mientras que la real (la que descuenta las expectativas de inflación) se mantiene en niveles récord. Con esto, se configura la postura monetaria más contractiva que ha tenido que enfrentar la economía en lo corrido del siglo XXI, como consecuencia de una coyuntura inflacionaria no vista en las últimas décadas”.
Por lo anterior, la demanda interna atraviesa un proceso de fuerte ajuste, principalmente, a partir del menor consumo por parte de los hogares. La persistencia en la inflación y la mayor dificultad para apalancar las compras vía crédito, dados los altos tipos de interés, fundamentan la debilidad en el consumo de los hogares, tal como lo ha venido adelantando el indicador de consumo en tiempo real.
Por el contrario, el gasto público sería el principal dinamizador del PIB, en contraposición del modesto desempeño del sector privado. La evolución sectorial y los recientes datos del mercado laboral demuestran cómo el Gobierno viene siendo el protagonista en la generación de empleo en los últimos meses y que, a pesar de los rezagos en ejecución presupuestal de algunos rubros, ha venido avanzando en sus objetivos de política pública y mayor gasto.
Baja la inversión
Ahora bien, la inversión mantendría una evolución desafiante como resultado de las altas tasas de interés. Los recientes resultados de la construcción −núcleo duro de la inversión en el país− adelantan que este rubro continuaría evidenciando un desempeño muy inferior a su referencia prepandémica.
“De igual forma, el acelerado proceso de disminución en la importación de maquinaria y equipo, que había ganado relevancia a lo largo del 2022, también es una ilustración de la baja dinámica que prevemos se mantendrá en la formación de capital. Además, el trámite de las reformas ha continuado generando incertidumbre para la toma decisiones de inversión en algunos sectores”, aseguran los analistas del Bancolombia.