El líder de la oposición republicana en la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, reafirmó que su partido no aprobará un aumento del límite de endeudamiento de Estados Unidos sin recorte del gasto público, y el gobierno le acusó nuevamente de tomar de "rehén" la economía.

Cuando pasan las semanas y Estados Unidos se acerca al plazo límite de julio, después del cual podría caer en un inédito default, demócratas y republicanos siguen enfrentados sobre el aumento del tope de deuda que el país necesita para honrar sus compromisos.

En un discurso en la sede de la bolsa de valores de Nueva York, McCarthy acusó al presidente estadounidense, el demócrata Joe Biden, de realizar gastos "imprudentes" y le pidió que acepte una "negociación razonable" del presupuesto.

Los republicanos, con mayoría en la cámara baja, han amenazado reiteradamente con bloquear el aumento del límite de emisión de la deuda del país si los demócratas no aceptan recortes presupuestarios drásticos.

Con condiciones

McCarthy añadió en su discurso que la cámara baja aprobará en las próximas semanas una ley para aumentar ese tope de endeudamiento, pero que incluirá recortes de gastos.

Hace poco más de un mes, Biden advirtió que la disputa por el techo de la deuda representa "la mayor amenaza" para la economía.

La Casa Blanca pidió a los republicanos que no vinculen presupuesto con el proceso de aumento del techo de la deuda, que periódicamente suele enfrentar a los dos partidos en el Congreso.

Al poner como condición para subir el límite de crédito los recortes del gasto, McCarthy "toma de rehén" la economía, y "rompe" con la tradición, según la cual este incremento se realiza por consenso entre demócratas y republicanos, sostuvo este lunes el Ejecutivo.

Ya en febrero, durante su discurso sobre los estados de la Unión, el presidente Biden se había expresado en iguales términos.

McCarthy, un aliado cercano al ex presidente Donald Trump, afirma que las políticas Biden dispararon el gasto público, algo que, según esgrime, provocó fuerte inflación.

"Resolver (la cuestión de) la deuda requiere que trabajemos juntos, encontremos un terreno común (de entendimiento) y reduzcamos el gasto" público federal, enfatizó McCarthy.

"Déjenme ser claro, un default sobre nuestra deuda no es una opción. Pero, tampoco lo es un futuro de impuestos más altos, tasas de interés más altas, más dependencia de China y una economía que no funciona para los trabajadores estadounidenses", sostuvo.

Antes del discurso de McCarthy, el gobierno apeló a comentarios de los ex presidentes republicanos Ronald Reagan y Trump, señalando la importancia de la confianza en la capacidad de pago de Estados Unidos para el posicionamiento internacional del país.

Biden, promulgó leyes por alrededor de un billón de dólares para infraestructura y apoyo a la industria de semiconductores y el desarrollo de energías limpias.

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En enero, Estados Unidos alcanzó su límite de endeudamiento de 31,4 billones de dólares, lo que llevó al Tesoro a tomar medidas.

Así, Estados Unidos corre el riesgo de incumplir sus obligaciones de deuda desde julio si el Legislativo no resuelve elevar el límite de endeudamiento federal, señaló a mediados de febrero la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO).

Por otra parte, a esta discusión se suma la situación del sector financiero por la crisis de varias entidades que han tenido que reestructurarse o integrarse con otras entidades para no desaparecer.

Esta situación ha tenido fuerte repercusión en Europa

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, manifestó que la reciente crisis bancaria no debería implicar una rebaja de tipos de interés por parte de su institución.

“No tenemos que recortar (las tasas). Ya veremos. Porque, realmente tenemos que medir lo que saldrá de estos acontecimientos financieros recientes”, señaló Lagarde en una entrevista con la cadena de noticias CNN.

La jerarca cree fundamental observar en qué medida los bancos están endureciendo o no las condiciones crediticias.