Reacciones tras revisar TLC con EU | El Nuevo Siglo
Foto archivo AFP
Lunes, 7 de Mayo de 2018
Redacción Economía
Las nuevas situaciones del comercio internacional con vientos de proteccionismo de EU han hecho pensar a algunos empresarios y dirigentes gremiales, en la conveniencia de replantear el modelo de tratados de libre comercio que tiene suscritos Colombia. 

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Luego de que el presidente de la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (ANDI), Bruce Mac Master, dijera que con los aranceles impuestos por EU a las compras de acero y aluminio desde Colombia podría llevar a denunciar el Tratado de Libre Comercio con ese país, diversas opiniones se levantaron al respecto.

Colombia tiene vigentes hoy quince acuerdos, según la información que entrega el Ministerio de Comercio Industria y Turismo: México, Triángulo Norte, CAN, Caricom, Mercosur, Chile, Efta, Canadá, EU, Venezuela, Cuba, Unión Europea, Alianza del Pacífico, Corea del Sur y Costa Rica. Hay dos firmados: Panamá e Israel. Y cuatro en negociación: Japón, Australia, Singapur y Nueva Zelanda. Pendiente está Turquía.

 

La hora de revisar

 

El analista económico Eduardo Sarmiento Palacio aseguró que la realidad apremiante del país hace pensar sin fanatismos y de manera consecuente que llegó la hora de revisar los tratados de libre comercio, porque tal y como fueron acordados destruirán el aparato productivo y sacará miles de personas de sus puestos de trabajo; es decir, que Colombia pasará de una clase empobrecida a una que ve cerca el sendero de la miseria.

En su reciente libro, “Lecturas sobre producción, capital y salario. Bases para una nueva teoría”, el experto muestra cómo la producción, el capital y el salario están en un conflicto abierto, lo que demuestra sin mucho esfuerzo que el modelo neoliberal fracasó, porque esa hipótesis que existió para montar el alicaído modelo fue defendida por el Banco de la República; y sirvió igualmente para gestar el ingreso al libre comercio y la caída en los aranceles al arroz y de otros productos, con lo cual la economía de hoy está dando los peores resultados de la historia porque el país está creciendo al 1%, muy cerca de cero.

Para completar el caos económico, sostiene Sarmiento, el déficit en cuenta corriente llega al 4% del PIB, el cual se agrandará con la caída última de los precios del petróleo y como si fuera poco, el déficit fiscal está en niveles del 4,43%.

“Con este escenario de déficit en cuenta corriente y fiscal más un crecimiento bajo, las cosas no dan para estar tranquilos y si a eso se suma que el comercio cayó en 2% y la industria se desplomó en 7% en 2017, pues ahí están las respuestas del fiasco que tuvo la economía colombiana que quiso operar con una teoría diseñada para los países desarrollados y que no funcionó, aspecto que obliga a cambiar de modelo porque de no hacerse, el país llegará a una situación de difícil retorno porque en este momento está totalmente a la deriva”, comentó el analista.

 

Hacer bien la tarea

 

A su turno el exministro de Comercio, Carlos Ronderos, señaló que para sacar provecho a los TLC, hace falta adelantar una tarea sanitaria mucho más fuerte y más ambiciosa para tener acceso real a los mercados con los que se negoció un acuerdo.

Explicó que esos temas comerciales no se reducen única y exclusivamente a la baja de aranceles o a la desgravación arancelaria, sino que de manera implícita obliga a los países a cumplir con unas normas técnicas y fitosanitarias que no son negociables en el caso de que no se honren.

“Aquí no se puede decir que a Colombia le están poniendo talanqueras. Simplemente cada país tiene sus normas fitosanitarias y nosotros tenemos que estar en esa disciplina porque no hacerlo resulta peligrosísimo. Y para no ir tan lejos, basta con mirar lo que aconteció en el territorio colombiano con el brote de fiebre aftosa que entró por un contrabando de ganado que tenía como origen Venezuela, asunto que puso en riesgo todo el hato nacional. Y lo mismo puede pasar en materia sanitaria o fitosanitaria con otras proteínas, con frutas y otra clase de alimentos que demandan máxima inocuidad”, expuso Ronderos.

Recalcó que por todo ese tipo de riesgos, las normas fitosanitarias no son negociables y más allá de exponer inquietudes o incomodidades, lo que se debe hacer es cumplirlas.

No hacer la tarea, explicó, conllevará a tener acceso en el papel, pero no acceso real y eso quiere decir que si el país no se pone a tono con las normas internacionales sanitarias, no podrá exportar y habrá perdido una gran oportunidad de ganar terreno que sí están abarcando otros países de la región que entendieron cómo era el asunto.

Ronderos aclaró que las normas también están trazadas para otro tipo de bienes como vehículos, en vista de que si no cumplen con la norma ambiental no tendrán acceso a los mercados más exigentes. El asunto es elemental, hacer bien la tarea, ajustar en donde se tenga que ajustar y exportar sin ningún tipo de problema, pero dejó claro que la solución está en manos del Gobierno y de los empresarios colombianos que deben desarrollar producto bajo esquemas de buenas prácticas, cumpliendo con las exigencias de los nuevos socios que son más que legítimas.

 

Con EU es precario el TLC

 

El gerente general de la Federación Nacional de Cerealistas (Fenalce), Henry Vanegas, aseguró que el balance cerealista luego de casi seis años de implementación del TLC con EU es bastante precario, el cual deja un mal sabor toda vez que se han cometido diversos abusos a la sombra del convenio comercial.

Según Vanegas, en primer lugar fue negociada una posición arancelaria para importar a Colombia maíz amarillo duro y éste no está entrando con el agravante de que sí está ingresando otro tipo de maíz, que tiene como pretexto un acuerdo comercial que según Fenalce, se cumple a medias; pero con la lamentable desventaja para Colombia, país que debe soportar los abusos americanos totalmente visibles con el rompimiento de las reglas de juego, las cuales pasan por debajo de la cerca.

Otro lío que denuncia Fenalce es que no hay quien controle lo negociado porque los contingentes en toneladas a cero arancel pueden sobrepasar lo pactado, porque lamentablemente la aduana no tiene sistematizados todos sus puertos, lo cual abre una puerta para que sigan entrando productos como si no se hubiese cumplido el contingente; el asunto, denuncia, es tan grave que pasan hasta dos meses y las mercancías siguen llegando.