AUNQUE EL aumento de los subsidios ha sido una de las medidas con las que el actual gobierno ha fortalecido el asistencialismo en la población, para el 2023 todavía 16.708.153 personas estaban en condición de pobreza monetaria, de acuerdo con las cifras del DANE.

Gracias al crecimiento de la economía en 2022, de 7,5%, y tras dos años en que el país fue golpeado por la pandemia con un desplome del PIB de -6,8% y un índice de pobreza de 42,5%, que significó un aumento de 6,8% frente a la cifra de 2019 (35,7%), en 2023 salieron de esa condición 1.623.788 personas.

Sin embargo, varios de los principales analistas económicos le dijeron a EL NUEVO SIGLO, que, si se quiere frenar la pobreza, esto solo será con más empresas y generando más empleo.

De acuerdo con el informe de la entidad de estadística, en 2023 el 33% de los colombianos estaba en condición de pobreza monetaria, lo cual representa una disminución de 3,6 puntos porcentuales frente a 2022, cuando fue del 36,6%.

Menos ingresos

Un hogar es considerado que está en línea pobreza extrema si no cuenta con los ingresos mensuales suficientes para adquirir la canasta básica del mercado. Aun así, si el individuo cubre este rubro, pero no alcanza a cubrir gastos como arriendo, transporte, salud o vestuario, continúa haciendo parte de los ciudadanos que están en pobreza en el país, como lo señala a los medios, Carlos Fonseca, miembro del Comité de Expertos de Pobreza del DANE.

Respecto al coeficiente Gini que mide la desigualdad en ingresos, en 2023 si un ciudadano recibió menos de $218.846 estuvo en la categoría de pobreza monetaria extrema, lo que significa que si a un hogar conformado por 4 personas le entraron ingresos mensuales de menos de $875.384 mensuales estaría dentro de esta categoría.

La desigualdad

La presidenta de Aliadas y de la Cámara Colombo Americana, María Claudia Lacouture, dijo respecto a una pregunta de EL NUEVO SIGLO, de si ¿la economía está creciendo lo suficiente para poder reducir la pobreza con más empleo y generando más ingresos?, que “Colombia enfrenta un desafío de crecimiento ya que los pronósticos de diferentes analistas que calculan que en 2024 esté alrededor del 1,7% son insuficientes frente a las necesidades del país”.

Sostuvo que “la leve reducción de la pobreza monetaria y extrema en Colombia, según el DANE, aunque es una noticia positiva, no oculta que la desigualdad persiste, especialmente entre mujeres y jóvenes adultos. Esto subraya la necesidad de fomentar el desarrollo empresarial como una estrategia a largo plazo para combatir la pobreza. El empleo, esencial para esta transformación, no se genera espontáneamente, sino que requiere una demanda activa y estrategias que incentiven la producción. Es crucial enfocarse en reducir las brechas de empleo para mujeres y jóvenes adultos de 26 a 35 años”.

Asegura la dirigente gremial que “este indicador debe ser un llamado a mejorar el sistema laboral predominantemente informal y promover empleos formales y sostenibles, complementados por subsidios focalizados. Además, es necesario alcanzar un consenso en torno a la reforma laboral para crear estímulos que impulsen, no que limiten, el desarrollo empresarial y la generación de empleo formal, mejorando así las condiciones de vida y garantizando la seguridad financiera en la vejez”.

Mejorar inversión

Por su parte, el exministro y analista, Francisco José Lloreda, dijo a este Medio, que “la pobreza se combate con riqueza, no con asistencialismo, con la generación de empleo formal digno y bien pagado, posible con más empresas, no importa su tamaño, creciendo. Para lo cual, es fundamental el clima de inversión; un gobierno que crea en la fuerza de la economía de mercado liderada por la iniciativa privada”.

Indicó que “mientras el Gobierno sea hostil a la iniciativa privada y busque asfixiarla con más impuestos, el empleo no crecerá al ritmo que se necesita, tampoco la economía. Agotará las arcas dando subsidios, pero no sacará a millones que están en la trampa de la pobreza”.

El exministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, se refirió en este Periódico a los resultados de la pobreza monetaria, al señalar que “es 2023 cuando aún llevábamos viento en popa con los crecimientos del 2021 y del 2022. quiere decir que eso tuvo un impacto en el resultado. Por el otro lado, creo que con los crecimientos que ya se dieron en 2023 y que se han dado en 2024, pues el escenario va a ser mucho más desafiante para la próxima medición que es la del 2024, realmente esa medición va a ser muy compleja porque el desempleo se ha deteriorado y porque el crecimiento está muy bajo”.

Reactivar economía

Asegura Restrepo que “me parece muy positivo que se reduzca la pobreza, pero con un desafío y es garantizar que ese resultado sea sostenible en los datos de 2023 que solamente los veremos en 2024, ahí es donde va a estar el desafío más importante”. Considera el analista, que “creo que la única solución para que no se nos deteriore este resultado y este avance importante es reactivar la economía, para lo cual no podemos esperar ocho meses a una reforma tributaria o a modificaciones de inversiones forzosas o cosas de ese estilo, hay que actuar ya y pronto y sobre todo generando la confianza al sector empresarial. Creo que uno de los caminos para hacerlo es pensar en retirar algunas de las reformas, sobre todo la reforma laboral que le está generando mucho ruido del sector productivo colombiano”.

A su vez, el presidente de Fedegan, José Félix Lafaurie, dijo a este Diario que “creo que la disminución de la pobreza es insuficiente e incluso en el sector agropecuario donde hubo un buen comportamiento en el último trimestre y entre los rubros que más crecieron fue la leche fresca con 7,1%. Sin embargo, lo que uno observa es que esa leche está siendo comprada a mucho menos valor y en algunos casos no está siendo absorbida por la industria. ¿Eso qué significa? Que más de 350.000 pequeños productores claramente no van a tener un mejor ingreso, sino por el contrario, van a tener un ingreso disminuido y esos 350.000 productores son pequeños propietarios de 3, 4, 8 vacas que es donde está la pobreza rural y en algunos casos termina por tener un alto impacto en indigencia. Por consiguiente, si al sector agropecuario no le está yendo bien, pues muy seguramente no vamos a tener una reducción de pobreza en el país y tampoco empleo”.

Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC, dijo a este Medio, que “evidentemente la economía no está teniendo el comportamiento que se requiere para reducir aún más la pobreza. Hay que generar más empleo formal y reducir esa tasa de informalidad laboral de prácticamente el 50% que es una verdadera vergüenza”.

Subsidios perversos

Consultado por este Periódico, el analista y experto de la Universidad del Rosario, Henry Amorocho, dijo que “no deja de ser una cifra que genera contradicción. Porque el año pasado el Producto Interno Bruto cierra con 0,6% de crecimiento. Entonces la pregunta natural es ¿cómo si el PIB en 2023 fue más bajo que en 2022, la pobreza monetaria antes que aumentar disminuye? Eso tiene razón a que en Colombia todavía subsisten antes y después de la pandemia subsidios que llevan un largo historial en la vida fiscal del país y lo que hacen año tras año es contribuir a un nivel de gasto bastante alto que generan un panorama deficitario”.

Indica el analista que “así las cosas el crecimiento económico este año va a estar muy cercano al 1,7% Entonces es posible que la pobreza monetaria siga disminuyendo. Efectivamente si vamos a estar en un 1,1% por encima en materia de crecimiento que el año anterior, la condición de pobreza debe bajar”.

Amorocho puntualiza que “para reducir el nivel de gasto va a tocar revisar los subsidios y sobre todo los subsidios perversos que permanecen todavía como el del ACPM que debe desaparecer para que ahí sí se tenga un nivel de crecimiento que se vea por la producción de bienes y servicios y por la venta de bienes y servicios se vea con un resultado consistente una reducción de la pobreza monetaria por vía de la producción y no por una vía tan grande de subsidios que en este momento son culpables del déficit fiscal del 5,6% del PIB”.