Si el gobierno no acelera el consumo público, la economía colombiana no podrá recuperarse en poco tiempo. Así lo prevén los mercados financieros.
Un informe del Bancolombia, indica que este rubro sería el principal motor de la economía este año. Los analistas sostienen que “esperamos que el consumo público crezca cerca de 1,2%, en lo que implicaría una ligera aceleración frente a los registros de los dos años previos”.
Señala el informe que “este crecimiento del consumo público no sería mayor en la medida en que consideramos que habrá algunas restricciones en los ingresos y la liquidez del Gobierno, lo que llevará a que las métricas de eficiencia de ejecución presupuestal se puedan mantener por debajo del promedio histórico”.
En efecto, la ejecución del presupuesto, uno de las críticas al Gobierno Nacional en 2023, vuelve a la luz de la opinión pública a medida que se va concluyendo el primer trimestre de este año.
Víctor Muñoz, exsecretario general de la Presidencia de la República, denunció a través de su cuenta de X los bajos niveles de ejecución para el pasado 8 de marzo de 2024.
Según los datos que recopiló Muñoz del portal de transparencia del Ministerio de Hacienda, la ejecución presupuestal por sector, funcionamiento e inversión de 14 sectores del Gobierno no pasa de 5%.
Entre los sectores afectados están cultura (4,97%); hacienda (4,90%), vivienda (4,76%), empleo (4,71%), información estadística (2,95%) e inclusión social y reconciliación (2,73%).
Por otro lado, en la cabeza del listado están minas y energía (36,55%), salud y protección social (19,99%), educación (17,47%) y relaciones internacionales (17,20%).
Incertidumbre
Por otra parte, los investigadores del Bancolombia señalan que “consideramos que la incertidumbre en torno a los cambios por las potenciales reformas a las ‘reglas de juego’ de algunos sectores económicos (salud, minero, servicios públicos, educación), al esquema laboral y al sistema pensional (con un posible impacto significativo en el mercado de capitales) mantendrán afectada la toma de decisiones de algunos agentes, en una dinámica que ya viene siendo evidente en la evolución de la inversión”.
Aseguran que “este factor, de persistir en el mediano plazo, representaría un limitante a la capacidad del país de volver a evidenciar registros de crecimiento económico consistentemente superiores al 3% anual, ya que una baja formación de capital fijo persistente suele tener un impacto negativo en el crecimiento potencial de la economía”.
Con todo, el 2024 sería un año de paulatina recuperación, en donde la economía iría ‘de menos a más’ y se configurará un escenario macroeconómico más constructivo que permitirá regresar a registros de crecimiento del PIB superiores al 2% desde 2025.
Consumo
Señala el reporte que por su parte el consumo privado, seguiría perdiendo tracción, mientras la inversión fija cae a un ritmo menos acentuado. A pesar de la continuación del proceso de recortes de tasas de interés, la postura de política monetaria se mantendrá contractiva durante todo el año, lo que continuará presionando los presupuestos de los hogares y seguirá afectando la demanda por bienes durables.
Entre tanto, la inversión fija seguirá retrocediendo, debido a factores antes mencionados como la baja confianza y las aún elevadas tasas de interés. Sin embargo, el ritmo de retroceso se atenuará ante la expectativa de una mejora en la ejecución de proyectos de infraestructura, y las menores tasas de interés del 2S24 que irán destrabando algunos proyectos productivos del sector privado.
Finalmente, la balanza comercial mantendrá su tendencia de ajuste debido a la baja demanda interna, aunque en magnitudes menores a las evidenciadas en 2023.
Desde los sectores productivos, se prevé que, entre las actividades primarias, el agro atravesará un 2024 afectado por los fenómenos climáticos, mientras la minería se golpeará por la reducción de los precios y la incertidumbre regulatoria.