Pese a que los empresarios representados por Bruce Mac Master, cabeza de la ANDI, fueron invitados a la Casa de Nariño por el presidente Gustavo Petro para que presentaran sus inquietudes sobre la reforma laboral, el panorama en cuanto a los cambios del proyecto que presentará el Gobierno al Congreso despierta preocupación.

A la salida de la reunión, Mac Master dijo que “respecto a la reforma laboral, manifestamos que se debe tener cuidado que por normas fuertes se vaya a generar mayor desempleo. En términos de actividad económica y productividad, expresamos que nuestro principal objetivo hoy en día debe ser la generación de empleo y la reducción de la informalidad".

Mac Master también aclaró que hasta ahora solo se tiene un borrador que será presentado a una subcomisión de la Comisión de Concertación de Políticas Laborales, su discusión aún no ha terminado y se podrían presentar cambios.

"Ojalá cada decisión que se tome sea muy cuidadosa, para entender si se tiene un efecto o no sobre la generación de empleo, esa es la metodología que se debe seguir", aseveró.

Precisamente este lunes el borrador del proyecto de la reforma laboral, que propone modificar 77 artículos del Código Sustantivo del Trabajo, las leyes 50 de 1990 y la 789 de 2002, así como otras normas laborales, será presentado a la Comisión Permanente de Concertación de Políticas Salariales y Laborales, la cual discutirá los puntos clave de la construcción del texto de la reforma para los trabajadores y el empresariado.

La comisión está conformada por las organizaciones sindicales, el sector empresarial y el Gobierno, y es la misma que fija el salario mínimo cada año.

Modificaciones

Cabe recordar que, según la jefa de la cartera de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, la propuesta de reforma laboral será una ley ordinaria y modificará parcialmente el Código Sustantivo del Trabajo, teniendo como base el artículo 53 de la Constitución.

De esta manera, la reforma laboral está compuesta por tres partes: la primera son los principios constitucionales de igualdad de oportunidades para cualquier trabajador del sector público o privado, cualquiera que sea su situación contractual, que tenga una remuneración mínima y estabilidad del empleo.

La segunda parte, integrada por el derecho individual al trabajo, busca proteger al trabajador. Y la tercera contiene el derecho laboral colectivo del trabajo y consta de las garantías para la asociación sindical, negociación colectiva y huelga.

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Al pasado

Fabián Hernández, integrante del Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario, dijo que “lo que más me gusta es el intento de mirar un poquito más allá de la realidad del operario y ver el futuro de las relaciones laborales a través de plataformas digitales. O sea, salirnos de ese Código de 1950 y empezar a mirar las nuevas formas de trabajo, teletrabajo, trabajo en casa, trabajo con Uber, con Rapid, y cómo hacemos que estas personas, ahí sí participando de la seguridad social, tengan una vida un poco más digna”.

Lo que menos le gusta del proyecto a este académico “es que sigamos intentando hacer unas reformas que por un lado empezamos a verlas en futuro, y estamos regulando hacia el pasado”.

Agregó el docente que “veo que el proyecto es un intento de regresar a normas anteriores, por un lado, que ya habían sido modificadas en 1990 y en el año 2003, y por el otro un poco de aplicar jurisprudencia de la Corte Suprema y Constitucional a las normas que están vigentes, que hacen que sea un poco más severo el cumplimiento de las normas laborales”.

Ante este proyecto, los empresarios tienen preocupaciones, porque el contenido del borrador prácticamente complica la generación de empleo.

Ajustes a nóminas

De otro lado, en una encuesta realizada por Fenalco se destacan como graves las consecuencias que, para las empresas y el empleo, generaría la reforma laboral del Gobierno.

Tanto es así que el 55 % de los empresarios haría ajustes relacionados con la reducción de nóminas y disminución de personal, mientras que el 27 % evitaría al máximo la contratación de nuevo personal y un 71 % descartaría, reduciría o disminuiría sus inversiones.

Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, consideró que ante el ambicioso y profundo proyecto de reforma laboral no habrá tiempo suficiente para ser discutido y concertado en la Comisión de Concertación Laboral. “Sí para concertar el incremento del salario mínimo, que es un solo punto, tradicionalmente las deliberaciones se toman dos o tres semanas, no será posible que tan solo en una semana se discuta y haya concertación de un proyecto de más de 80 artículos, con temas tan trascendentales para el país”, sostuvo el dirigente.

Con base en lo anterior, Cabal planteó la necesidad de posponer la radicación del proyecto, prevista para el 16 de marzo por parte del Gobierno Nacional, para el segundo semestre.

El vocero de los comerciantes reafirmó que el proyecto de reforma laboral está más orientado a beneficiar y favorecer a los que hoy gozan de trabajo formal y no a los 3’413.000 desempleados del país que buscan oportunidades y a los 12’573.000 informales.

Sobrecostos

Según los datos de la encuesta, se confirma que, en caso de aprobarse estas iniciativas, las empresas tendrían que asumir unos sobrecostos que podrían superar el 20 %, más si se tiene en cuenta la jornada laboral, a la que cada año, a partir de 2023, se le restará una hora hasta llegar a los 42 semanales. Con el incremento del salario mínimo del 16 %, los costos laborales de este año, frente al año 2022, serían superiores entre el 35 y el 40 %.

En este mismo sentido, la presidenta del gremio de los microempresarios (Acopi), Rosmery Quintero, expuso a los medios de información sus preocupaciones sobre el borrador de la reforma laboral y apuntó que una de ellas es la de asimilar el contrato de aprendizaje al contrato laboral, lo que, según Quintero, les restaría oportunidad a los jóvenes.

Asimismo, apuntó que otra problemática es la de tomar como regla general el contrato a término indefinido. “Las condiciones para poder desvincular a una persona que no está cumpliendo con el perfil que se requiere van a ser mucho más complejas”, afirmó.

En ese mismo sentido advirtió sobre los efectos que tendría el cambio de los horarios de la jornada laboral.

Finalmente, remató diciendo que “esta reforma tiene que mirar las condiciones mundiales, las condiciones del país y hacer un análisis si verdaderamente con esto vamos a generar empleo, o si, por el contrario, sumada a muchas otras reformas, se está generando incertidumbre y eso lleva al sector empresarial a retirar capital. Vale la pena hacer un análisis que vaya en equilibrio con la realidad y oportunidades de empleo que necesita la población colombiana”, indicó.

La fuerza laboral

En el trimestre octubre-diciembre de 2022, el 36,3 % del total de la población en edad de trabajar se encontraba fuera de la fuerza laboral. Desagregada por sexo, para los hombres esta proporción fue 23,4 % y para las mujeres fue 48,1 %.

En el trimestre octubre-diciembre de 2022, la población fuera de la fuerza laboral dedicada a oficios del hogar se ubicó en 55,9 %, seguida de la población que se dedicó a estudiar, 22,8 %. Por su parte, la población fuera de la fuerza laboral que se dedicó a otra actividad se ubicó en 21,3 %. Por sexo, el mayor porcentaje de hombres fuera de la fuerza laboral se dedicaron a realizar otra actividad, 41,5 %; seguido por los que se encontraban estudiando, 36,6%. Por su parte, las mujeres fuera de la fuerza laboral en su mayoría se dedicaron a oficios del hogar, 71,2 %; seguidas por las que se dedicaron a estudiar, 16,6%

En el trimestre octubre-diciembre de 2022, el 34,3 % del total de la población en edad de trabajar se encontraba fuera de la fuerza laboral. Desagregada por sexo, para los hombres esta proporción fue 24,5 % y para las mujeres 42,8 %.