Apuesta por Pekerman | El Nuevo Siglo
Sábado, 7 de Enero de 2012

 

* Mirar adelante y dejar lo pasado atrás

* Hay tiempo para recomponer la ruta

 

 

La confirmación de que el experimentado técnico argentino José Néstor Pekerman asumirá las riendas de la Selección Colombia en la categoría Mayores sigue causando polémica entre el periodismo deportivo, la afición e incluso aquellas personas que no son muy asiduas a la actividad futbolística pero saben que el combinado nacional que compite por lograr una casilla en Brasil 2014 siempre concita las pasiones y expectativas de todo el país.

Sin embargo, hay dos formas de abordar la noticia. Una es seguir ahondando en si el perfil del entrenador gaucho, que tiene tres títulos mundiales en la categoría juvenil y condujo a la Selección argentina Mayores en el torneo de Alemania, es el más adecuado para hacerse cargo del equipo colombiano. Si se toma esta vía, entonces es necesario polemizar sobre la desventaja que implica el hecho de que Pekerman no conozca el medio futbolístico colombiano reciente, que lleve desde 2008 sin estar al frente de un cuadro profesional o si su elección resultó siendo una última opción después de que fracasó la búsqueda de timoneles de mayor nivel y presentes en torneos mundialistas de la máxima categoría como el Tata Martino. También se tendría que abordar de nuevo la discusión alrededor de la accidentada salida de Hernán Darío Gómez por un penoso asunto personal, la rápida e improvisada designación en su reemplazo de Leonel Álvarez y la forma poco elegante en que éste terminó siendo despedido después de que sólo sumara un punto de seis posibles en el estadio Metropolitano de Barranquilla. Y por último, la controversia tendría que cobijar también el desgastado debate sobre si lo mejor no hubiera sido reenganchar a Gómez o darle la oportunidad a otro técnico nacional como Juan Carlos Osorio, sin duda un estudioso y efectivo entrenador, como quedó demostrado en su reciente paso por el Once Caldas...

Esas y muchas otras discusiones podrían darse alrededor del accidentado escenario que rodeó la escogencia y larga negociación con Pekerman. Sin embargo, hay una segunda forma de abordar la noticia de su confirmación al frente del combinado colombiano: apostar por el futuro y dejar lo pasado como lo que es, hechos circunstanciales que por más que se polemice sobre ellos no se pueden cambiar.

La sana lógica indica que la segunda ruta es la más adecuada. El argentino es el nuevo técnico de la Selección Mayor y lo importante ahora es darle todo el margen de acción necesario para que se empape rápidamente del perfil de sus jugadores, su particular estilo de juego, su mentalidad y, sobre todo, que se gane la confianza y respeto de sus dirigidos. Con cuatro puntos de nueve posibles en la eliminatoria mundialista, es urgente sumar en los complicados duelos de junio, a domicilio, frente a Perú y Ecuador. Sin desconocer las dificultades para reunir el grupo de titulares, pues la mayoría juegan en el exterior, hay tiempo para que el seleccionador pueda arrancar su proceso. El partido amistoso frente a México a finales de febrero será apenas una primera oportunidad de poner a prueba el módulo táctico del timonel gaucho y no debe tomarse en modo alguno como un juego determinante.

Con Pekerman se apuesta a largo plazo y sería ilógico ahora que la prensa deportiva vea en cada noventa minutos de juego una especie de guillotina o salvavidas para la permanencia del técnico. La meta es una sola: ir a Brasil. Hay cuatro cupos y medio en juego, con la ventaja de que los cariocas, por ser anfitriones, no están en la eliminatoria. El arranque, claro, no ha sido el mejor y el nivel entre los distintos combinados es más parejo que antaño, pero Colombia tiene jugadores, experimentados y jóvenes, con la suficiente calidad para pelear por ir al torneo orbital, después de tres fracasos en línea. Hay que mirar adelante, meterle ganas a este nuevo proceso, rodear al entrenador y a sus jugadores. Lo pasado, pasado. Lo importante es lo que viene y no hay tiempo para dudas.