Arauca, ¿tierra de nadie? | El Nuevo Siglo
Miércoles, 6 de Septiembre de 2023

 

 

La situación de orden público en Arauca se sigue complicando. Los cruentos combates en los últimos días entre facciones de las disidencias de las Farc (“Estado Mayor Central”) y la guerrilla del Eln, que habrían dejado entre diez y quince muertes, ponen en evidencia que ese departamento está muy lejos de estar bajo el control de la Fuerza Pública y la institucionalidad.

Hay varios agravantes en este escenario crítico. De un lado, se supone que el Eln declaró desde comienzos del mes pasado un cese el fuego con el Estado, en el marco del cual se comprometió a suspender todas las acciones ofensivas contra la Fuerza Pública y la población civil. Si bien las disidencias de las Farc no son una ni otra, es claro que el hecho de que se estén presentando combates entre esas facciones ilegales evidencia que los elenos continúan adelantando acciones de ‘control territorial’, claramente delictivas.

Por otra parte, los enfrentamientos del fin de semana en Arauca ponen de manifiesto que las disidencias, cuyos voceros se reunieron con los delegados gubernamentales el pasado fin de semana para avanzar detalles de la instalación de una mesa de negociación, en donde el primer punto sería acordar un cese el fuego, siguen a la ofensiva violenta en varias regiones, sobre todo en este departamento, en donde desde hace dos años pelean a sangre y fuego con el Eln por el dominio de corredores estratégicos para narcotráfico, contrabando y trasteo de armas.

A todo lo anterior debe sumarse la gravedad de las denuncias de la población y las autoridades en torno a que ambos grupos criminales continúan reclutando a menores de edad, lo que constituye no solo una violación manifiesta al Derecho Internacional Humanitario (que el Eln se comprometió a respetar en el marco de la actual tregua), sino que evidencia la urgencia de incrementar las exigencias del Estado a los grupos armados ilegales con los que mantiene conversaciones de paz.

Aunque ya el Ministerio de Defensa ordenó a las Fuerzas Militares y de Policía que lancen una operación de alto calado en la zona en donde se presentaron los cruentos combates de los últimos días, desde distintos sectores políticos se preguntan cómo es posible que la Fuerza Pública no se hubiera enterado con mayor rapidez de estos enfrentamientos.

Los comandantes de las brigadas y estaciones policiales deben dar las respectivas explicaciones, más aún porque algunos análisis señalan que la reducción de la operatividad de la Fuerza Pública por la tregua con el Eln pudo haber incidido en que ambas facciones ilegales tuvieran margen de acción para mover contingentes y atacarse.

 

“Combates y reclutamiento de menores por Eln y disidencias”