El impulso minero | El Nuevo Siglo
Viernes, 25 de Julio de 2014

*La estrategia global

*Factores positivos y negativos

Entre  los factores positivos que se destacan del primer mandato del gobierno de Juan Manuel Santos está el de comprometerse con aspectos concretos de la economía sobre los cuales dar un impulso al desarrollo, entre los que resplandece la locomotora minera. Apenas a unos días del segundo mandato de Santos se presentan diversos problemas que han afectado el impulso o la velocidad de la locomotora minera. Algunos obstáculos son de origen exógeno, en cuanto el negocio petrolero es internacional y los precios no los fija Colombia, sino el mercado, según las oscilaciones de la oferta y la demanda, como de ciertos factores y expectativas de negocios, de especulación, maniobras de la OPEP o de las potencias y asuntos coyunturales o modalidades de negociación, fletes y otros asuntos importantes. Los factores endógenos influyen  como la permisología, las demoras en los trámites, el descubrimiento de nuevos pozos y modalidades de contratación; la voladura de oleoductos, los atentados, el boleteo a los contratistas, secuestros  y los ataques a los vehículos que trasportan el crudo. Hasta la corrupción tiene que ver en esas evaluaciones de riesgo. Apenas hace un par de días en el Putumayo, en la vía entre Puerto Asís y Orito, se obligó a los transportadores a derramar 4.400 galones de crudo, un cobarde  delito contra la humanidad por la contaminación en los ríos y el peligro mortal al que condenan a los pobladores de la región. Esas noticias y los factores relacionados con los impuestos y la seguridad, influyen de manera decisiva en los inversionistas del sector. La estrategia de las Farc de practicar una política criminal de tal envergadura, pareciera pretender presionar al Gobierno y los negociadores de paz.

Y, claro, la seguridad jurídica, el orden y la protección a las inversiones en las zonas de explotación del crudo son asuntos que sopesan los inversionistas del sector que suelen ser empresarios o ejecutivos expertos y bien informados. Por lo que de una manera u otra esa realidad dentro de la competencia económica influye para estimular la inversión. Lo mismo que, tal como lo hemos señalado repetidas veces, pesan en la toma de decisión las expectativas a futuro, como las que generan los Estados Unidos con su meta de autoabastecerse en lo energético de carbón y petróleo para abaratar costos y fomentar su industria, lo que tiene impacto mundial. Hasta el Rey de Arabia Saudita ha protestado por el efecto negativo para ellos que augura  la política petrolera estadounidense en los precios del crudo en el mercado internacional y, de bajar los precios en su país, que ha sido un aliado fiel de Washington, que en una nación de libre empresa sigue su ruta.

El asunto petrolero es de los más complejos y es preciso intentar verlo de manera global y local, puesto que en nuestro país se repite en algunos casos el despilfarro de las regalías petroleras de otras naciones productoras que han recibido millones y millones de dólares del petróleo y han malgastado  sumas fabulosas. Antes de recibir  las regalías del petróleo las administraciones locales eran más austeras, con el abuso de las regalías se vuelven manirrotas. Más cuando son elegidas popularmente y aceitan con esos  dineros sus maquinarias electorales. Hizo bien el Gobierno en “nacionalizar” las regalías como lo había sido entre nosotros con pocas excepciones a lo largo de la historia. Los expertos señalan que puede ser negativo devolverles a los alcaldes locales esos dividendos que podrían ser malgastados de nuevo, lo que debe calcularse cuidadosamente  

No es de sorprender que el DANE y ANIF coincidan en señalar la caída de la producción petrolera, puesto que el negocio en algunos casos cuando prevalece la incertidumbre sobre la posibilidad de  encontrar crudo, como sobre su calidad y dificultades para extraerlo en zonas remotas y selváticas, más los ataques de los violentos, no siempre resulta atractivo. En especial si tenemos en cuenta la oferta y condiciones en otras naciones y los factores de riesgo a futuro, como los altibajos del precio, lo que se reflejó en la subasta petrolera del miércoles en Bogotá.