Feria y apoteosis del libro | El Nuevo Siglo
Miércoles, 29 de Abril de 2015

Alejandro  Magno le reclama a su preceptor Aristóteles la publicación de la Política. El sabio le responde: los que no saben de nuestro lenguaje no entenderán. Martín Haidegger, riposta: no piensa el que quiere, sino el que puede. Los egipcios en los papiros fueron de los primeros en anotar  sus hazañas… Es el comienzo real de la historia, ligado a la escritura.

Desde la aparición de Gutenberg se transforma la comunicación, algo que, sin embargo, los chinos habían logrado con anticipación. El libro en Occidente ha sido compañero de viaje del hombre y la cultura. En la Edad Media, el Estado parecía disolverse y los señores feudales hacían de la guerra su deporte preferido, por lo que el conocimiento se refugia en los conventos y los frailes  salvaguardan los tesoros literarios, que reproducen meticulosamente en excelente caligrafía... La imprenta es la que permite producir libros en serie y conseguir más lectores, los cuales eran minoría comparados con el resto de la población. Incluso, en la antigüedad los que sabían leer y escribir se encargaban de ilustrar a los analfabetos. Hoy por hoy por internet se lee y abarcan todos los temas, algo que no llegaron a soñar los enciclopedistas. Es más no se alcanza a leer la marea de todo lo que se publica allí.

Hay ciertos libros que se tornan sagrados para los que penetran en su contenido, como para los alquimistas el oro. En El Quijote uno de los momentos más dramáticos de la obra dibuja la inmensa congoja de Alonso Quijano al enterarse de que  tapiaron el cuarto donde estaba su biblioteca. Borges consideraba que su biblioteca era la anticipación del cielo. Para el erudito el libro se domestica hasta que se penetra en lo que el escritor quiso decir y quizás hasta en lo que omite.

Todo lo anterior explica por qué con la magia de Gabo, su recuerdo y obra inacabable flotan en el ambiente de la Feria del Libro de Bogotá. Macondo sigue más vigente que nunca. En el evento entre las novedades el libro más vendido es El Renacimiento de Natalia Ponce, de Martha Soto, seguido por autores como Carlos Zúmer, Enrique Santos Calderón, Juan Esteban Constaín y Felipe Gómez.