Hacia el pico de ómicron | El Nuevo Siglo
Sábado, 15 de Enero de 2022

* Advertencias del ministro de Salud

* ¿Población está bajando la guardia?

 

En la última semana se duplicaron los casos de ómicron y el número de fallecidos por covid-19. Al mismo tiempo se anunció que esta variante es ampliamente dominante en el país. Lo cual quiere decir, que el curso epidemiológico está siendo más rápido de lo inicialmente presupuestado, lo mismo que ha venido creciendo la presión en la atención primaria y también en las unidades de cuidado intensivo.

A raíz del aumento exponencial de contagios en varios países de Europa y en Estados Unidos se llegó a la conclusión, en algunos sectores en Colombia, de que la infección es más débil frente a variantes previas y que se puede estar llegando a una fase terminal de la pandemia. Pero la Organización Mundial de la Salud ha venido advirtiendo reiteradamente que esto no es así por cuanto del mismo ómicron podrían desprenderse otro tipo de variantes más letales.

De hecho, el propio ministro de Salud, Fernando Ruiz, sostuvo el viernes pasado que “ómicron es una variante que nos cambia completamente el panorama y las características de lo que ha sido la lucha contra la pandemia. Nosotros llevábamos ya prácticamente cuatro meses de una situación de bajo contagio y mortalidad, y esto cambió. Una variante de altísima transmisibilidad, que dado su corto periodo de incubación rápidamente se transmite de una persona a otra, y representa un reto importante y diferente a lo que ha sido frente a otras variantes y en otros momentos".

Así mismo es claro que en ciertas ciudades de Europa la presión sobre el servicio de salud y las unidades de cuidado intensivo es cada vez más alta. En tanto en Colombia la información parece no estar fluyendo con la debida diligencia. Aunque desde comienzos de diciembre se sabía que ómicron se propagaría rápidamente por el territorio nacional, se permitieron las festividades y aglomeraciones de fin de año, puesto que los alcaldes, encargados en las ciudades y municipios de los temas sanitarios y de bioseguridad, optaron por dejar de lado las restricciones, salvo por el uso del tapabocas obligatorio, que en muchos casos ni siquiera se cumplió. Es probable que por ello la curva de contagios en el país sea más pronunciada de lo inicialmente presupuestado y que también se esté incrementando el número de fallecidos.

En muchos casos pareciera que la gente piensa que ya no hay pandemia y que ómicron es excesivamente leve. No obstante, cada día hay más cuadros clínicos complejos, si bien ciertamente para muchos el contagio no ha significado un traumatismo mayor.

De otro lado, es evidente que el virus ataca con mayor rigor a las personas que no se han vacunado o no tienen el esquema de inmunización completo. Colombia solamente cuenta con el 58% de los habitantes con las dos dosis de la vacuna, a diferencia de otros países europeos, en donde este registro es mucho mayor. La población con dosis de refuerzo no alcanza a 4,1 millones de nacionales. A ello se suma que si bien se han aplicado los biológicos a 3,3 millones de niñas y niños, tenemos el 50% de los menores de edad sin vacunar, siendo clave llegar al 100% para generar una burbuja de seguridad en el retorno escolar a partir de la próxima semana.

Aunque la ministra de Educación ha sido clara en señalar que es indispensable que los jóvenes no sigan perdiendo posibilidades pedagógicas, atrasando su pensum académico, por lo cual es imperativo retornar a la presencialidad, también es fundamental que esto se haga en el mayor entorno de bioseguridad posible.

De hecho, el ministro Ruiz precisó que el concepto de inmunidad de rebaño -con el cual arrancó el Plan Nacional de Vacunación- hoy, teniendo en cuenta la evidencia científica, ya no tiene lugar. "Ya el escenario no es el 70 % ni en Colombia ni en el resto del mundo, por lo cual es necesario empezar a cambiar la visión a mantener una inmunidad efectiva y sostenible", recalcó.

Como se puede observar, en modo alguno se debe concluir que la pandemia ha terminado ni mucho menos pensar que el tema de ómicron está superado. No obstante, lo que puede observarse en las calles del país es que son minoría las personas que están siguiendo las instrucciones de bioseguridad y pareciera existir un relajamiento generalizado luego de las festividades navideñas y de año nuevo.

Los índices epidemiológicos de esta semana que termina parecen indicar que la propagación de ómicron es más rápida de lo que se pensaba inicialmente. También preocupa la curva de mortalidad. Si bien esta no es igual a la del último pico, sí es motivo de alerta y de la necesidad de medidas adicionales o, por lo menos, de una pedagogía de mayor nivel. Porque si bien el Ministerio de Salud ha venido prendiendo las alarmas en las últimas semanas, su voz no parece ser escuchada como en ocasiones anteriores. Y esto indica que parte de la sociedad está prestando oídos sordos ante una amenaza frente a la cual hay que estar alerta día y noche, y nunca bajar la guardia.