
No deja de ser paradójico que mientras en el último mes no hay día en que alguien del alto gobierno no sea salpicado por el escándalo de corrupción e infiltración ilegal de la red de capo del contrabando alias ‘Papá pitufo’, las cifras sobre el auge de este flagelo sean cada día preocupantes.
Primero fue la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), presidida por Jaime Alberto Cabal, la que advirtió que anualmente entran al país de manera ilegal mercancías por más de 35 billones de pesos. Esto evidencia que no se está atacando de manera efectiva ni eficiente el contrabando. Incluso denunció que la corrupción ha permeado todos los niveles de control y de lucha, “incluyendo hasta la campaña del propio presidente de la República”.
El gremio también advirtió que el desproporcionado aumento al 40% de aranceles a vestuario y confecciones provenientes de países asiáticos, decretado por el actual Gobierno, incrementó el contrabando.
A este campanazo se suman los resultados del “Estudio de Incidencia de Cigarrillos Ilegales en Colombia” para 2024, revelado ayer por la Federación Nacional de Departamentos, según el cual este flagelo alcanzó un 36% el año pasado, marcando el índice más alto registrado desde 2016. No es un hecho menor, en la medida en que se calcula que en los últimos cinco años en recaudo tributario se perdieron no menos de 4,4 billones de pesos, golpeando especialmente los rubros de salud y deporte. La Guajira, César, Magdalena y Norte de Santander, los departamentos más afectados.
Ante lo advertido por Fenalco y la Federación de Gobernadores es claro que el contrabando sigue ganando terreno, sin que se vea del Ejecutivo un plan de choque ni una reforma a la estrategia para combatirlo. Por el contrario, la prioridad parece ser esquivar los coletazos del escándalo de ‘Papá pitufo’.