
No han sido pocas las preocupaciones suscitadas en algunos sectores del país por cuenta de que en la Junta Directiva del Banco de la República el gobierno actual ya tenga tres codirectores designados directamente, a los que se suma el cupo obligatorio al ministro de Hacienda.
Dados los dardos y críticas que no en pocas ocasiones han lanzado tanto el actual presidente de la República como varios titulares de cartera y altos funcionarios contra las decisiones del Emisor en materia de tasas de interés, política monetaria y cambiaria, así como las medidas contracíclicas para contener el crecimiento de la inflación, resulta apenas natural la alerta en torno a si está en riesgo la autonomía del Banco de la República ahora que el Ejecutivo tiene las mayorías en la Junta.
Obviamente, en medio de la polarización política que impera en el país, la controversia en torno a este tema no ha sido menor y se hacen muchas consideraciones que, claramente, tienen poco rigor técnico. Precisamente por ello, en su edición dominical EL NUEVO SIGLO consultó a varios exministros de Hacienda, dirigentes gremiales y centros de estudios económicos acerca de qué puede implicar, realmente, este nuevo escenario en la Junta del Emisor.
Hubo coincidencia en que, más allá de quién los designó, todos los codirectores tienen una amplia trayectoria en macroeconomía y son conscientes de que sus funciones y responsabilidades están circunscritas a los mandatos constitucionales y legales sobre la tarea del Banco Central, y no a coyunturas políticas, gubernamentales ni ideológicas.
También se recalcó que cada decisión de la Junta se toma con base en una serie de insumos estadísticos y de escenarios económicos macro y micro aportados por el equipo técnico del Emisor, bajo criterios objetivos y estructurales, con visión integral y amplia.
Así las cosas, tal como ocurre en otras esferas, como las altas cortes judiciales o los entes de control, algunos de cuyos magistrados o titulares son designados por los gobiernos de turno, acorde con sus facultades y funciones, habría que concluir que las decisiones del Banco de la República estarán atadas a los criterios objetivos de política económica y que todos los codirectores harán respetar la autonomía del Emisor, pues sin esta el riesgo para el país aumentaría gravemente.