Máxima alerta por variante Delta | El Nuevo Siglo
Lunes, 12 de Julio de 2021

* Más contagiosa y afecta a jóvenes

* Vacunación y bioseguridad, claves

 

La pandemia de covid-19 no da tregua. La celebración de la reducción de contagios y mortalidad en varios países, gracias a las vacunas, no duró mucho por la evolución del virus hacia cepas más contagiosas, en especial la variante Delta, que tiene encendidas las alarmas en Europa, Asia y Estados Unidos y el resto del mundo.

Israel, que no dudó en pagar por las vacunas dos o más veces los precios que impusieron las multinacionales farmacéuticas, logró en tiempo récord una de las tasas de inmunización más altas del planeta, pero enfrenta ahora una inquietante proliferación de nuevas infecciones en su población joven -en su mayoría no vacunada- y un preocupante incremento de casos graves en adultos mayores, pese a tener completo el esquema de biológicos.

La Delta se detectó por primera vez en octubre pasado en India y hoy está presente en 98 países, entre ellos 14 latinoamericanos. En Colombia el Instituto Nacional de Salud no ha reportado oficialmente su presencia pero el ministro de Salud, Fernando Ruiz, advirtió que es inminente e inexorable que llegue. Desafiante noticia porque ocurre después del momento más devastador de la pandemia (17 mil muertes en junio) y cuando se vislumbra un leve descenso en la curva epidemiológica.

Desde el comienzo de la emergencia la Organización Mundial de la Salud previno sobre las constantes mutaciones y variantes del virus. Ya están detectadas cuatro: Alpha, Beta, Gama y Delta. Lo crítico con esta última es que tiene un índice de infección superior en 60% al virus original y una enorme capacidad de mutación, lo que desató nuevos brotes en China, Estados Unidos, algunos países de África y en Europa, donde ya hace estragos en Reino Unido, Portugal, Irlanda, Escandinavia y España. En promedio su tasa de infección se duplica cada dos semanas y va rumbo a ser la variante predominante en todo el mundo, sobre todo por su nivel de contagio en población joven.

Las principales herramientas para enfrentar a Delta son las vacunas y no relajar los protocolos de bioseguridad (tapabocas, lavado de manos permanente, distanciamiento social y evitar aglomeraciones). Aunque ninguna de las vacunas disponibles en el mercado es 100% efectiva en la protección contra esta variante e incluso se registran algunos casos letales en personas vacunadas, estar inmunizado facilita en la mayoría de situaciones no enfermar gravemente.

Las autoridades sanitarias deben redoblar, entonces, la vigilancia en  transmisión y seroprevalencia así como la secuenciación genética. Es clave aumentar la realización de pruebas de detección temprana de brotes, el aislamiento preventivo de casos sospechosos y alistar al máximo el sistema hospitalario, sobre todo en camas UCI.

La rapidez global con que se extiende esta variante pone de nuevo los reflectores sobre la inequidad y desigualdades en el acceso a las vacunas, oxígeno, equipos de bioprotección y pruebas de detección del virus. Hasta el momento se han administrado 3.000 millones de biológicos en el planeta, la mayoría en países de ingresos altos. La OMS aspira a que en julio de 2022 esté vacunado el 70% de la población mundial, pero ello solo es posible con donaciones de países ricos -algo que comienza a suceder- y si las farmacéuticas, en especial BioNTech, Pfizer y Moderna, acceden a compartir conocimientos y tecnología para instalar más fábricas de vacunas de ARNm en todo el planeta.

Ahora, los problemas en vacunación no son exclusivos de naciones  pobres. En Estados Unidos se aviva la preocupación y debate por las personas que se oponen a inmunizarse. Más de 16 Estados y el distrito de Columbia ya vacunaron 70% de la población adulta, pero en varios estados del sur y del centro-norte del país, no han logrado pasar de tasas de 50%. Por encima de las convicciones y creencias que la motiven, la resistencia a vacunarse es un desafío a la seguridad sanitaria porque los no inmunizados son receptores y multiplicadores del virus, un riesgo alto especialmente por las nuevas variantes.

Después de más de un año de grandes sacrificios -cuatro millones de fallecidos, cuarentenas, parálisis productiva y drástico coletazo socioeconómico -, en varios países aterra la perspectiva de volver a reimplantar medidas restrictivas severas para contener la pandemia. Lamentablemente, la naturaleza altamente contagiosa del virus y sus mutaciones a veces no dejan más alternativas. Incluso, aunque no hemos entrado en lo peor de Delta ya se detectó -también en India- la variante Delta Plus, con brotes en Canadá, Alemania, Rusia, Suiza, Polonia, Portugal, Nepal, Japón, Reino Unido y Estados Unidos. Como se ve, la pandemia no da tregua y solo vacunar y aplicar los protocolos de bioseguridad contribuyen a combatirla.