Reto en la ONU | El Nuevo Siglo
Viernes, 16 de Septiembre de 2011

*Tema palestino vuelve a la mesa
*El convulso Medio Oriente


EL  flujo de noticias sobre los levantamientos populares y las protestas en los países del Medio Oriente no cesan de alimentar a los medios internacionales de comunicación, lo mismo que por la confrontación armada en algunos países o las amenazas de sangrientas manifestaciones de masas en otros. Hasta en Israel, un país de los mejor organizados y con un gobierno parlamentario democrático eficaz, se han presentado tumultuosas marchas en las calles de las grandes ciudades reclamando cambios políticos y sociales. Los Estados Unidos y la OTAN, tras varios meses de continuos bombardeos punitivos a Libia, del inusual previo reconocimiento a las fuerzas “revolucionarias” contrarias al caudillo en desgracia Gadafi, proclaman la victoria. Y para mostrar al mundo el éxito de su intervención político-militar, Cameron y Sarkozy viajaron a Libia, donde aterrizó el primero con unos pocos minutos de diferencia de su homólogo francés, pese a que en algunas zonas del país aún se presentan feroces combates. A la misma hora de la súbita llegada de los gobernantes europeos, las fuerzas rebeldes avanzaban armadas hasta los dientes por varias vías para capturar Sirte, la ciudad natal de Gadafi. Entre las afirmaciones de Nicolás Sarkozy y David Cameron se destaca la de mantener la unidad del país, para intentar disolver los rumores de una brutal división por parte de las potencias de Libia al estilo de Sudán, con dos zonas: la petrolera y la no petrolera.


Y mientras se desarrollaba en Libia la visita de los políticos europeos, llegaba a Egipto, Recep Tayyip Erdogan, cuyo país constituyó en el pasado el famoso Imperio Otomano, quien se ha convertido en poco tiempo en campeón de las reivindicaciones de los palestinos, desde cuando una nave turca que se dirigía a Gaza con un grupo de activistas a favor del reconocimiento internacional de Palestina fue asaltada por comandos elite de Israel. Erdogan ha proclamado que: “El reconocimiento del Estado palestino no es una opción, es una obligación”, al hablar en la sede de la Liga Árabe. En una recia descalificación de la represión en Gaza. Resalta en su intervención la mención de expandir por la región la democracia islamista, que desde ya se anuncia será el modelo que se establecerá en Libia. Los corresponsales extranjeros en Egipto les pusieron especial cuidado a las declaraciones del Primer Ministro egipcio, quien expresó, que su país no tiene un acuerdo sagrado de paz con Israel. A pesar de esas palabras trascendió que él y su círculo militar habían disuadido a Erdogan, de proseguir en barco el tan anunciado viaje a Gaza.


Nuestra región no se ha quedado atrás en el apoyo al reconocimiento de Palestina; Brasil, Argentina, Bolivia, Uruguay, Ecuador, Chile, y, desde luego, Venezuela y Perú, también respaldan su existencia como Estado libre y soberano en el Medio Oriente. Es de anotar que Chile se aparta de la política exterior de los países de la región en cuanto el reconocimiento pleno del Estado palestino, puesto que no reconoce las fronteras previas a la invasión israelí de junio de 1967, durante la Guerra de los Seis Días. En razón de los principios internacionales válidos entre las naciones democráticas y civilizadas, más de cien países proclaman que la ocupación de Gaza cese y se retorne a las antiguas fronteras. Por estos días, cuando en la ONU se presentará la discusión sobre el futuro de Palestina se recuerda que en 1947 la Asamblea General de las Naciones Unidas, aprobó la Resolución 181, que recomendaba un plan de inteligencia entre árabes y judíos, en la zona bajo control y administración de Inglaterra, la ONU y la comunidad internacional después de la II Guerra Mundial, bajo el efecto de la tendencia a la descolonización, estaba por la creación de dos Estados, uno judío y otro árabe, dejando a Jerusalén y Belén, bajo control internacional. El proyecto fracasó y después vino la guerra árabe-israelí de 1948. Y siguieron los sucesivos conflictos hasta hoy, cuanto el tema del reconocimiento palestino como Estado llega de nuevo a la ONU y deberá ser analizado a fondo y con la mayor objetividad. Ese es el reto.