Todos contra el cambio climático | El Nuevo Siglo
Jueves, 28 de Enero de 2021

Conclusiones de reveladora encuesta global

* Ciudadanía avanza en conciencia ambiental

 

 

Una de las mayores preocupaciones cuando se habla de la lentitud con que el mundo está reaccionando frente a la grave y creciente amenaza que significa el cambio climático es, precisamente, la falta de conciencia del ciudadano promedio. De hecho, no en pocas ocasiones se ha concluido que mientras la población de determinado continente, país o región no se manifieste de manera enfática y decidida exigiendo de sus autoridades el cambio de políticas, actividades y marcos normativos que afecten el ambiente, será muy difícil que los gobiernos respectivos den pasos definitivos en esa dirección.

¿La humanidad es indolente o despreocupada frente al peligro que representa el calentamiento global? Al tenor de los resultados de la mega encuesta mundial dada a conocer ayer por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), esa parece ser una percepción errada. Por el contrario, se encontró que casi dos tercios de más de 1,2 millones de personas consultadas en todo el planeta consideran al cambio climático como una emergencia mundial e instan a sus respectivas autoridades a tomar más medidas para neutralizar esta crisis. Un aditamento que hace más trascendental esta investigación es que recogió la opinión de medio millón de jóvenes menores de edad, que sin duda en algunos años serán los ejes de presión más determinantes en sus respectivos entornos.

Esa primera conclusión es muy significativa, más aún si se tiene en cuenta el tamaño de la encuesta. Denominada "People's Climate Vote" (el voto de las personas sobre el clima), indagó a más de un millón de personas en cincuenta países y en diecisiete idiomas distintos. Un ejercicio sin precedentes para conocer el nivel de apoyo a dieciocho políticas climáticas clave en seis áreas de acción: economía, energía, transporte, alimentos y granjas, naturaleza y protección de las personas. Para garantizar la fiabilidad en la interpretación de los resultados, se pidió a los analistas de encuestas de la Universidad de Oxford sopesar las respuestas y sus implicaciones.

¿Qué más se encontró? Hubo muchos datos reveladores. Por ejemplo, el apoyo a una acción más determinante contra el cambio climático se da por igual en personas de distintas nacionalidades, edad, género y nivel educativo. De igual manera, se evidenció que la ciudadanía está urgiendo a sus legisladores que aborden la crisis del calentamiento global con urgencia. Igual se expresó un respaldo a la agricultura respetuosa y sostenible, la protección de la naturaleza y la inversión en una recuperación ecológica pospandemia.

No menos importante es que en sus respuestas la gente recalcó que quiere políticas climáticas amplias. Hubo, por ejemplo, un claro llamado a favor de más energías renovables en los países con mayores emisiones de gases de efecto invernadero. También se insistió en redoblar los esfuerzos contra la deforestación. Ya en un asunto más puntual, según el reporte de la agencia de la ONU, en nueve de cada diez de los países con las poblaciones más urbanizadas se respaldó un mayor uso de automóviles y autobuses eléctricos o bicicletas. Asimismo, en siete naciones de altos ingresos hubo un gran apoyo para que las empresas tuvieran que pagar por la contaminación que producen.

Para quienes insisten en que la ciudadanía tenga más conciencia ambiental resulta un alivio que, según la encuesta, las cuatro políticas climáticas más populares en general fueron: conservación de bosques y tierras (54% de apoyo público), más energía solar, eólica y renovable (53%), adopción de técnicas agrícolas respetuosas con el clima (52%) y más inversión en negocios ecológicos y puestos de trabajo (50%).

Como se dijo, en la medida en que sea el ciudadano promedio el que exija y apoye las políticas de desarrollo sostenible y producción limpia, es claro que la lucha contra el cambio climático, que parece encontrarse estancada al tenor de los alarmantes informes de cierre de 2020, será más viable de acelerar, incluso apostando por medidas con mayor audacia e impacto. Por ahora, lo importante es que los resultados de esta encuesta se socialicen mundialmente y que los gobiernos y parlamentos los conozcan para que actúen en consecuencia. Un asunto aún más trascendental en este 2021, ya que en noviembre se realizará en Reino Unido la 26ª sesión de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Allí se espera que, más que lamentos y nuevas alertas, se tomen decisiones profundas y vinculantes para enfrentar a este peligroso enemigo.