Morgan Simon, quien se ha desempeñado como académica de la Universidad de Harvard, colaboradora de las Naciones Unidas y analista de los fenómenos que impactan la economía mundial, llega a Colombia con su primer libro: ‘Impacto real: las nuevas economías del cambio social’, el cual tiene un objetivo claro: abogar por la inversión de impacto para hacer un bien de forma correcta.
Con más de 20 años de experiencia, Simon es una reconocida líder en la inversión de impacto y ha dedicado su vida a construir vínculos entre las finanzas y la justicia social. Gracias a su gestión, ha influido en la toma de decisiones sobre más de $150 mil millones de dólares provenientes de dotaciones, familias y fundaciones.
“Con ‘Impacto Real’ quiero enseñar a las personas que existen maneras de invertir y de tener un impacto real: asegurándonos que las comunidades están involucradas en la toma de decisiones y en la participación propietaria del proyecto, que los inversores añaden más valor del que extraen y que los riesgos y los recaudos se balancean entre los inversores y las comunidades”, señala la autora.
Su interés por presentar este libro nació de que la mayoría de las personas no saben qué hacer con el dinero y muchas veces lo ponen en el banco o con algún asesor financiero, y después asumen que ya no es suyo, porque tiene ya otro potencial con otros factores: el social y el medio ambiente.
“Enfocado en estudios de casos verdaderos y de primera mano, este libro es una llamada de alerta para que logremos inversiones más efectivas y socialmente conscientes”, añade Simon.
De acuerdo con la autora, las personas están aprendiendo que el consumo consciente no solo significa saber de dónde sale el café o los huevos que compramos, sino también saber dónde pasa la noche el dinero.
“Toda persona que tenga una cuenta de banco es un inversor y participa de forma implícita en la economía mundial. Todos podemos ayudar a crear un mundo más justo y equitativo si nos aseguramos de que nuestros activos están alineados con nuestros valores al cambiar dónde hacemos nuestras transacciones bancarias, dónde ahorramos y dónde invertimos”, continua la escritora.