LA POSICIÓN de algunas figuras políticas de Colombia sobre el conflicto Israel-Hamás sigue generando controversia en el país, sobre todo por la decisión de algunos de no condenar el ataque terrorista que terminó con la vida de más de 1.000 personas en territorio judía el sábado 7 de octubre.
En esta oportunidad fue el senador Ariel Ávila, de la Alianza Verde, quien desató la nueva controversia al publicar en su cuenta de X (Twitter) mensajes en contra de Israel.
“El Estado de Israel le pidió a la población del norte de Gaza abandonar la zona y luego, cuando se estaban desplazando, los masacraron. Niños y mujeres muertas”, escribió el congresista.
“El mundo está viendo una limpieza étnica y no hace nada. Incluso hay locos y dementes que justifican este ataque a Gaza”, puntualizó.
Los comentarios generaron gran indignación en diversos sectores políticos y sociales del país, siendo uno de ellos el director de la Confederación de Comunidades Judías en Colombia, Marcos Peckel.
“Señor Ariel Ávila, usted no dijo ni una palabra por los 1.500 judíos masacrados: bebés degollados, mujeres violadas, familias acribilladas en sus hogares, adolescentes asesinados en un festival, decenas de mujeres, ancianos y niños secuestrados”, aseveró.
Además de eso, dijo al senador de la Alianza Verde que “lo suyo es pura hipocresía”.
La posición del Gobierno Nacional de no condenar los ataques de Hamás contra Israel ha sido duramente cuestionada por sectores políticos nacionales y por la comunidad internacional.
Ya el presidente Gustavo Petro había comparado la situación en Gaza con Auschwitz, lo que le ha valido una serie de cuestionamientos, por el Departamento de Estado de los Estados Unidos y el Consejo Judío Mundial.
"Sus comentarios aquí y los demás en su página ignoran por completo los cientos de muertos y secuestrados durante el ataque asesino de Hamás contra civiles israelíes. Esta publicación es una vergüenza para usted y su país. Un líder mundial debería hacerlo mejor", manifestaron desde dicha organización, que opera en Nueva York.