Representantes del Gobierno y productores de Nariño se reunieron para mirar los avances de las soluciones, tras la crisis ocasionada por el derrumbe en Rosas, que paralizó varias actividades comerciales en el sur del país.
En la reunión participaron el gerente para la crisis, Luis Fernando Velasco; el viceministro de vías, Carlos Enríquez; el viceministro de agricultura, Luis Villegas; la viceministra de industria, María Fernanda Valdés; y, el director de la Unidad de Gestión del Riesgo, Javier Pava; así como el gobernador de Nariño y los alcaldes de Pasto, Ipiales y de otros municipios.
Allí se anunció que la vía alterna de La Sierra estaría lista para el 20 de febrero, luego de varias semanas de espera tras los anuncios iniciales. Esta vía sería habilitada para el tránsito en un solo sentido, por lo que se seguirán manejando los horarios para la circulación de los vehículos.
Mientras tanto se sigue trabajando en la otra vía, que sería la definitiva pero que todavía tardará cuatro meses para que esté pavimentada y lista, con tránsito en ambos sentidos.
Igualmente se informó que se estaba elaborando una herramienta para que la Ungrd pueda hacer el desembolso para la compensación de los fletes que anunció desde el comienzo el gobierno.
Según el director ejecutivo de la Sociedad de Agricultores y Ganaderos de Nariño, José Luis Bernal, se sigue esperando la declaratoria de emergencia económica para el departamento, a fin de destinar los recursos necesarios que permitan avanzar rápidamente en la solución de los problemas y se tomen medidas adicionales, como la exoneración de los impuestos, subsidios a las nóminas de las empresas, entre otras.
Por eso, dijo, los gremios solicitaron en la reunión que se expida una ley de fomento para el desarrollo del departamento que ha sufrido varias crisis en diferentes años; sería algo como la Ley Páez.
En cuanto a la situación del sector lechero, el dirigente indicó que la evacuación de los 350 mil a 400 mil litros diarios que no tienen transformación en el departamento, se está haciendo de acuerdo con los horarios de la vía alterna, lo cual disminuye la capacidad de acopio y por eso muchos ganaderos han sufrido la reducción de cupos y la disminución del precio.
Esa leche que deja de comprar la industria formal la captan las queseras del departamento pero allí los precios han caído drásticamente, llegando incluso a $500 el litro, que no cubre los costos.
Lo único en lo que sí se ha cumplido es la distribución de los 12 millones de galones de combustibles.