En Colombia el nivel de vulnerabilidad de los adultos mayores es muy alto: García-Suaza | El Nuevo Siglo
ANDRÉS GARCÍA-SUAZA, investigador del Observatorio de Empleabilidad y Emprendimiento del Adulto Mayor (OEEA) y decano de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario. /Cortesía Universidad del Rosario
Martes, 21 de Enero de 2025
Redacción Política

EL NUEVO SIGLO: ¿Qué realidad encontró el estudio sobre la empleabilidad del adulto mayor en Colombia?

Andrés García-Suaza: Este último estudio se centró un poco en la perspectiva de las empresas. Sin embargo, para hablar de la realidad de la empleabilidad de los adultos mayores, se deben tener en cuenta las dos partes del mercado y qué ocurre del lado de los adultos mayores.

Esto ya lo hemos tratado en estudios anteriores, lo primero que encontramos es que efectivamente hay una baja participación de los adultos mayores. Es decir, una vez se alcanza la edad de pensión, hay una proporción muy baja de adultos mayores que se mantienen empleados. A esto se le suma que una proporción muy grande de los adultos mayores, solamente uno de cada cinco, recibe pensión.

Hay una proporción muy grande que están desprotegidos desde el punto de vista de ingresos. Esto pone de manifiesto, una pregunta muy importante y es qué tan vulnerables son los adultos mayores. La respuesta es que el nivel de vulnerabilidad es alto y por eso los programas públicos de adulto mayor y similares son tan importantes.

¿Cómo hacemos para que ellos tengan mayor empleo? Ahí es donde entra este último reporte en el que se muestra que las empresas tienen una baja tasa de adultos mayores dentro de su planta, a pesar de que tienen un alto valor por la experiencia.

Esto en buena medida responde a que hay esa especie de desajuste en el mercado, pocos adultos mayores con intenciones de entrar al mercado laboral y las empresas, aun cuando valoran esta experiencia, también enfrentan barreras.

ENS: ¿Cómo varían estas barreras según factores como el género, el nivel educativo o la región?

AGS: Las empresas enfrentan barreras como adaptación a los cambios o barreras en cuanto a la digitalización, que hoy en día es una gran necesidad desde el punto de vista de lo que hacen o de cómo operan las empresas modernas.

En nuestro estudio no llegamos a una diferenciación de este tipo de barreras desde el punto de vista de grupos poblacionales como, por ejemplo, por género, nivel educativo o región, pero lo que sí hemos indagado antes es que el perfil de los adultos mayores importa a la hora de tener una mayor intención de participar o no en el mercado laboral.

En particular desde el punto de vista del enfoque de género, vemos que se refuerza de manera muy importante lo que tiene que ver con temas de economía del cuidado. Básicamente un grupo muy grande de mujeres que no está en el mercado laboral, adultas mayores, tienen como razón que se dedican a labores de cuidado.

Ahora, desde el punto de vista de las empresas, también encontramos que hay un muy bajo conocimiento sobre los programas de Gobierno. Esa falta de conocimiento puede deberse también a la forma en la que se difunde la información o muchas veces a las empresas les puede parecer muy costoso todo el ejercicio de incluso obtener la información y de los trámites necesarios para obtener dichos beneficios.

Ahí pareciera haber una tarea muy importante, en cuanto a la difusión y a facilitar a las empresas que puedan acceder a ellos, no solo en este tipo de programas, sino en programas en general del Gobierno. Una de las grandes barreras que hay es la información y una segunda barrera es también la autoexclusión, que las empresas consideren que no pueden aplicar este tipo de beneficios.

ENS: ¿Qué impacto ha tenido el desempleo generalizado o la informalidad en las oportunidades laborales de esta población?

AGS: Desde un panorama general, el desempleo y la informalidad se vuelven un condicionante muy importante para la empleabilidad de estos grupos de población. Colombia es el país de América Latina donde la suma o la combinación de indicadores de informalidad y desempleo son mucho más grandes.

Esto lo que muestra es que nuestra economía tiene una muy baja capacidad de crear empleo y luego eso se refleja también en un alto número de autoempleados que terminan en una estructura muy importante de micro negocios.

En Colombia hay más de 5 millones de micronegocios, la mayor parte de ellos informales y con bajos niveles de productividad. En la medida en que la economía no tenga esa capacidad de generar empleos de alta calidad, no va a poder jalonar disminuciones en esos indicadores de desempleo para grupos de población que son mucho más vulnerables como pueden ser los jóvenes, que también tienen problemáticas de acceso al empleo por su falta de experiencia o en este caso los adultos mayores porque no hay oportunidades de empleos que estén perfiladas hacia ese grupo de población.

ENS: A mediano y largo plazo, ¿cómo visualizan desde el Observatorio un panorama más favorable para esta población en el mercado laboral colombiano?

AGS: Tanto desde el Observatorio Laboral de la Universidad del Rosario como desde el Observatorio del Adulto Mayor consideramos que este panorama de los adultos mayores puede ir cambiando en el futuro por varias razones.

Primero, porque la densidad de la población va a ir creciendo. Como ya sabemos, estamos enfrentando un cambio demográfico en donde va a aumentar la proporción de adultos, pero también la mayoría de ellos, respecto a generaciones anteriores, ya incluso tienen condiciones de salud diferentes, la población en promedio ha aumentado en sus niveles de educación, entonces todos esos factores van a ser que la vida productiva de las personas sea mucho más extensa.

En la medida que eso ocurra, también van a ir surgiendo mucho más oportunidades para ellos, a lo que se suman iniciativas como las que se están fomentando desde el Observatorio de Empleabilidad y Emprendimiento del Adulto Mayor (OEEA) de la Facultad de Economía de la Universidad del Rosario y Porvenir.

Desde allí no solo estamos realizando este tipo de investigaciones, sino también fomentando el emprendimiento y apoyando a adultos mayores emprendedores para que consoliden sus negocios y vean en ellos una oportunidad de generación de ingresos. En la medida que haya muchas más iniciativas en esa línea, el panorama de empleabilidad cada vez se va a ver mucho más favorable.